Cap.19

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//Una semana después//

Rusia termino de verter el alimento para pez en la pecera para que el animalito comiera. Observo como el pez nadaba por toda la pecera tomando las pequeñas bolitas. Se quedo ahí, pensando en nada. Respiro profundo y después soltó el aire en un fuerte suspiro relajando sus músculos. 

- Sabes...creo que necesitas compañía.- hablo al pececito, pensando seriamente si era necesario comprar otro pez. Parpadeo unos segundo y se marcho directo a su armario; el día siguiente habría junta con ONU en Perú, tenia que prepararse para salir de nuevo. Ya ni siquiera se quejaba, prefería mil veces salir de su territorio y distraerse todo el tiempo que pudiera, antes de quedarse y agobiarse con el papeleo. A demás, seria en Latinoamérica, los latinos siempre le sacan una sonrisa, a todos, aunque no quisieran; pasar con tiempo con los latinos era agradable. Pero después de pensar eso, la mente del ruso se concentro en un país específicamente; de la nada, la imagen de México paso por su cabeza sin darle el tiempo de procesar un porque. De manera inconsciente, Rusia sonrió al tener el recuerdo del mexicano sonriéndole, ahora que ocurrencias diría el chico taco?.

Ya después de horas alistando sus cosas, salió de su casa y llego al aeropuerto, hizo la rutina de siempre solo que con destino distinto, ya no podía esperar más y llegar a las tierras de su amigo Perú. Al llegar, hizo lo que comúnmente hace, va a un hotel, se da una ducha por el calor y se dirige a las instalaciones.

Al llegar al edificio, noto que había sido de los primeros en llegar, habían muy poco países esperando en la parte de afuera del edificio. Se adentro al lugar yendo directamente a la sala de juntas, seria mejor esperar ahí dentro, abrió la puerta y alguien, que parecía estar recargado en esta, callo de cara al piso gritando una palabra que el traductor del ruso no logro descifrar. Rusia obviamente se asusto y desconcertó un poco, pero después decidió ayudar.

- Lo siento Italia!.- le tomo del brazo ayudándolo a levantarse mientras el otro se tapaba la cara asegurándose de que no estuviera sangrando.

- Cuál Italia pendejo?!.- Rusia abrió los ojos sorprendido.- Ah no mames si me dolió.- 

- L-Lo siento México no sabia que eras tu, e-estabas de espaldas.- decía de manera preocupada tratando de ver la cara del latino verificando que no lo hubiera dañado el rostro de nuevo.

- N-no hay pedo, digo! problema! no hay ningún problema!.- al asegurase que nada de él estuviera sangrando miro el ruso a la cara sonriendo un poco. Rusia lo examino por completo, por suerte, no había sufrido algo grave; la vista del ruso se detuvo en la nariz del contrario, la herida ya había cicatrizado.

- Me alegra no haberte roto la nariz de nuevo.- rio con algo de nerviosismo contagiando de inmediato al latino.

- Si, ya solo me queda el recuerdo.- hablo mientras se acariciaba la nariz. En ese momento ambos quedaron en silencio algo incomodo.

- Y...por qué estas vestido así?.- dijo el ruso a la vez que veía al mexicano de pies a cabeza, este se veía más formal, camisa de vestir blanca, pantalones negros, zapatos bien pulidos y una corbata como accesorio; ya se había acostumbrado a ver a México con ropa de calle.

- ONU que anda de payaso, me dijo que en las siguientes juntas me vistiera más formal.- miro a otro lugar metiendo sus manos a los bolsillos del pantalón.- Me veo bien...feo.- sustituyo la ultima palabra ya que sabia que el traductor no muchas veces servía con palabras que no fueran español castellano.

- Claro que no, te ves bien, es la primera vez que te veo muy formal, pero te queda perfecto.- le dijo de la forma más amistosa para que no se avergonzara por su forma de vestir. México se quedo callado unos segundos viéndolo a los ojos, Rusia conecto mirada con el latino y podía jurar que sus ojos brillaron por unos cortos momentos antes de que le sonriera.

- Ay gracias Rusia.- coloco una de sus manos en su mejilla y otra moviéndola de arriba a abajo fingiendo una expresión avergonzada, aunque las palabras del ruso si lo habían hecho sonrojar levemente, es decir, nunca esperaría esas palabras de él. Rusia comprendió que esa expresión fuera una broma así que rio junto a él.

- Quieres pasar a esperar adentro?.- se animo a preguntar el ruso mientras apuntaba a la sala.

- Claro!.- dijo con su más grande sonrisa.

Ambos ingresaron al lugar indicado y tomaron asiento comenzando una charla trivial, compartieron un momento muy alegre. Rusia ya extrañaba ese sentimiento, olvidar sus preocupaciones por un instante y disfrutar un rato con su amigo latino, era esa alegría que el mexicano desprendía que lo hacia sentir tanta paz y tranquilidad, a veces quisiera tener al mexicano a su lado todos los días solo para verlo sonreír y escuchar sus relatos. Sin duda, sus pensamientos lo hicieron reaccionar y sonrojarse, pero que cosas pasan por su mente?.

- Tas bien?.- le llamo de latino. Rusia lo observo unos segundos, esos ojos penetrantes y llenos de vida lo estaban mirando de nuevo.

- S-si, por qué preguntas?.- forzó una sonrisa, pues sus nervios no le dejaban sonreír como debía.

- Es que te pusiste algo rojo.- le dijo alzando una ceja esperando una respuesta por parte del euroasiático. El chico de climas fríos se toco la mejilla más nervioso que antes.

- A-ah si, claro estoy bien, creo que es el calor.

- A si cierto, tu eres un oso polar jeje, al rato te llevo a comprar una nieve para que se te baje tantito.- sonrió de nuevo y dio dos palmadas a la espalda al ruso.

El ruso ya no dijo nada más, siguió cubriendo una de sus mejillas tratando de que su sonrojo bajase.

- EJEM!!.- ambos escucharon esa falsa expresión a sus espaldas y en medio de ambos, los dos voltearon al mismo tiempo, uno de ellos sonrió y el otro frunció el ceño.

- Gordis!.- dijo el mexicano.

- hey Chaneke!.- le dijo de vuelta y lo abrazo de lado, para después mirar al ruso borrando su sonrisa.- Sorry Russian, ese es mi lugar.- le hablo ocultando su clara molestia. El ruso no tenia otra opción más que irse a su asiento correspondiente.

- Te veo más tarde México.- sonrió una ultima vez al latino, este igual le regalo una sonrisa y se despidió de él.

El Ruso de alejo con molestia, aun no quería separarse de su amigo, pero el estadounidense tuvo que interrumpir su momento de tranquilidad. Tomo asiento en su lugar del otro lado de la sala, viendo a los dos vecinos, México estuvo a punto de irse a su siento correspondiente, pero el estadounidense lo detuvo y lo obligo a quedarse más tiempo con él. Rusia gruño bajo, como lo odiaba; comenzó a darse cuenta de como USA miraba de manera boba al mexicano quien hablaba y hablaba, eso le hizo enojar más, quien se creía para verlo así?, ahora que lo pensaba, recordó su plan inicial, separarlos, tenia que separar a México del americano, parece ser que ya tenia bastante confianza con el mexicano, tal vez unos cuantos días más y podría poner en marcha su plan, pero aun así necesitaba algo más para apartar a Estados Unidos de su camino y poder tomar a México para lo que quisiera. 

Dirigió su vista a este ultimo, se veía igual de animado que otras veces, charlando y charlando mientras mantenía una sonrisa en sus labios, como quisiera estar a su lado para poder escuchar sus historias y oír su risa para contagiarse con ella.

- Si lo sigues viendo así se sentirá violado...- Rusia se encogió de hombros del susto y volteo a su lado izquierdo.

- Alemania deja de hacer eso.- le dijo volteando a otro lado ocultando su cara para que el otro no viera su sonrojo causado por el comentario. El alemán tomo asiento a un lado del país más grande.

- Por qué no sales con él?.-

- S-salir?! A que te refieres?!.- volteo su mirada a su amigo desconcertado por sus palabras.

- Una cita Rusia...- dijo rodando los ojos.- Así solo harás que te ponga una orden de restricción.

- Yo no quiero una cita con él! Es un...Tercermundista!.- Ups, eligió la palabra incorrecta. Alemania lo miro con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido.-...No es mi culpa que te hallas enamorado de uno...

- Y no me arrepiento, Chile es lo mejor que me ha pasado en los últimos años...- se volteo mirando a otro lugar. Rusia no dijo nada más, solo volvió a poner los ojos en el mexicano.

Una cita con México? Ja ja ja, pero que cosas dices Alemania?, una cita con México seria algo desafortunado, con una amistad con él tenia más que suficiente.

¡Cambio De Planes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora