Cap.28

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Es increíble que a pesar de que aun falten varios días, las personas ya estén haciendo posadas navideñas, es lo que pensaba el ruso, viéndose en una mesa junto al mexicano, en medio de la vía publica, mirando a la gente festejar, divertirse, algunos bailando, otros comiendo y bebiendo, unos disfrutando el chocolate caliente y lo que México llamo "Champurrado", y los más pequeños corriendo por el lugar jugando con juguetes de madera o cualquier otra cosa, incluso había un juego inflable. La atmosfera del lugar era agradable, las luces de las viviendas cercanas era la única iluminación junto a otros focos pequeños de colores, había bocinas proporcionadas por algunos locales, y todos convivan de manera pacifica, un poco ruidosa, pero nada para incomodarse. Rusia admiraba todo, de cierta forma le recordó a su casa, tal vez fue el frio que había llegado, México decía que por la tarde la temperatura era agradable, pero por las noches bajaba demasiado, y tuvo razón, pero a pesar de eso, la gente no pospuso su festejo. 

Una mujer mayor de edad se les acerco de manera agradable por la parte del ruso, en sus manos llevaba platos desechables con comida, los dejos frente a ambos y les sonrió, detrás de ella, venían dos niños carismáticos, educados y tiernos, les dejaron una bebida caliente a cada uno.

- Muchas gracias Doña Lucia.- le agradeció el mexicano al tener los platillos frente a él.

- De nada mijo, que lindo verte de nuevo, y con un amiguito.- la anciana poso su mano en el hombro del ruso, este sonrió algo avergonzado. La mujer termino por marcharse siendo seguida por los menores.

- Mira mi ruso.- le hablo el latino a la vez que se acercaba al plato del nombrado.- Estos son mis famosos tamales, deja te los abro.- con cuidado de no quemarse, comenzó a retirar la hoja de la bola de masa.- Son rojo, estos no pican.- volteo levemente al ruso y le guiño el ojo para que confiara en él, el sonrojo que tenia el ruso anteriormente, volvió por ese acto.- tu come con tranquilidad.- le sonrió y se posiciono en su lugar de forma correcta. 

Rusia se concentro en el plato frente a él, miro de reojo al mexicano, este disgustaba de su comida de forma tranquila y dando sorbos a su champurrado, volvió al frente, tomo una porción del tamal y lo probo, no sabia nada mal en realidad, si se sentía el picante, pero podía soportarlo. Comieron los dos tranquilos platicando como siempre, Rusia se sentía hipnotizado de nuevo por las palabras del mexicano, es como si este emanara algo de su ser que lo hacia sentir tranquilo y en confianza, esos momentos le empezaron a encantar.

- ¡NIÑOS, LA PIÑATA!.- todos escucharon como por un micrófono llamaba una señora a los menores de la fiesta,  de todas partes salieron niños corriendo a una sola dirección. Pronto, en lo alto se logro ver una piñata con sus tradicionales siete picos y muchos colores. Los dos países se encontraban un poco alejados de la zona donde se habían juntado los infantes para romper la piñata, pero aun podían ver como estos se formaban por estatura para tomar su turno.

- Si no fueran muchos niños, si me meto.- le dijo México al ruso, este soltó una leve risa.- Oye, quería hacer una fiesta el veinticuatro por la navidad...¿Quieres venir?...- el euroasiático acepto sin rodeos.- ¿Enserio?.- sonrió en grande y sus ojos brillaron de sobremanera.

- ¡Apá!.- escucharon la voz de la capital acercándose. Ambos voltearon, CDMX tenia sus ropas sucias y algo arrugadas, pero un montón de dulces entre sus manos.- Le traje unos dulces.- sonrió en grande sintiéndose victorioso.

- ¿Por qué chingados te aventaste?.- le cuestiono el latino mientras lo miraba de arriba a abajo.

- Pos me dijo que quería un chocolate.- le dijo dejando los caramelos en la mesa.- ahí agarre los que quiera, horita traigo una bolsa.

- No mames me toco una naranja.- se quejo el estado de Morelos mientras se acerca a la mesa sobando su cabeza y con la fruta en una de sus manos.- y me cayo en la cabeza.

- Si serás pendejo.- le dijo la capital tomando un caramelo del montón, le quito el plástico y se la metió a la boca.

- ¡BOLO!.- gritaron desde lejos.

- ¡A huevo!.- gritaron los dos y salieron corriendo.

- Ay estos chamacos.- dijo mientras negaba con la cabeza y rebuscaba entre los dulces cual tomar.- Agarra Rusia, no tengas miedo.- El nombrado miro los dulces, pero negó con una sonrisa ladina.- ¡Ándale!

- Amm México quería hablar contigo...- El latino le miro atento mientras comía una paleta.- Es sobre la fiesta de Pe-. Su hablar fue interrumpida por una paleta invadiendo su boca.

- ¡Mira esta te pinta la lengua azul!.- no le dejo terminar, sabia cual era la pregunta, pero simplemente no quería contestarla. 

Después, la melodía de una canción reconocida por muchos se escucho con fuerza.

- Wey, ¡¿quieres que te enseñe el Payaso de rodeo?!.- No, Rusia no quería, estaba en un lugar lleno de gente que no conocía  y que fácilmente lo juzgarían. Pero, no logro impedir que México lo sacara de su lugar y lo comenzara a encaminar a la pista de baile improvisada donde la gente ya se posicionaba para la danza. México acomodo al ruso a un lado de él e inicio el primer paso, dar zapatazos al suelo y alzar el brazo al ritmo de la canción.- Vas primero a la izquierda, luego a la derecha, para atrás, un paso al frente, media vuelta y se repite, ¿ok?.-  el ruso se quedo callado unos segundos, claro que no había entendido.- Solo sígueme.- le tomo de la mano antes de que el siguiente movimiento sonara.- A la izquierda..- dijo mientras daba dos pasos laterales a dicha dirección, el ruso le siguió con algo de desconfianza.- Derecha.- cambio la dirección y el ruso trato de seguirle en paso.- Pa' tras y ¡vuelta!.- cambio la mano y sostuvo al ruso por detrás suyo, continuo con los mismos pasos esperando a que su invitado le siguiera igual. Rusia miraba los pies del mexicano tratando de imitarlo. Después de al menos tres vueltas, el ruso logro memorizar los pasos y seguir el ritmo de la canción, pero aun así, no soltó la mano de México, le hacia sentirse seguro.- ¡No rompas más mi pobre corazón, estas pegando justo entiéndelo, si quiebras poco más mi pobre corazón, me harás mil pedazos, quiérelo!.- cantaba el país mientras seguía bailando.

- ¿Quién es el muchachito que esta con tu hijo Azteca?.- preguntaba la mujer mirando al imperio a su lado.

- Su amigo...Rusia.- le contesto sin dejar de mirar a ese par.

- ¿Y el otro güerito que venia con él?

-...Supongo que ya no están juntos...

- Entonces ese no es un amigo, es un pretendiente.- le dijo otra señora a su otro lado.

-  dijo que era su amigo.- miro el vaso con chocolate que tenia entre sus manos.

- Eso dijo...- respondió la mujer mayor, dejando ver la obviedad.

Azteca ya no menciono nada, solo observo como su hijo disfrutaba bailar tomado de la mano del aquel muchacho más grande que él, sonrientes y disfrutando el momento.

- ¡Agárrate Rusia esta va más recio!.- le grito el mexicano cuando la tonada de la canción cambio a una más agitada.

- ¡¿Más?!.- grito algo asustado.




***

Enserio perdón por tardar, pero no contaba con un bloqueo ;-;...

Siento que este capitulo quedo algo aburrido...Perdón :(

¡Los veo pronto!

¡Cambio De Planes!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora