Filthy; draco malfoy [traducción]

confession

[Se recomienda discreción por parte del espectador.]

draco malfoy

Tan pronto como ella dejó la habitación, un peso se liberó de mis hombros y suspiré. Eres un maldito idiota, Draco.

Una parte de mí sintió que no era correcto hacerle esto; no debí acostarme con ella o siquiera tocarla, pero no pude evitarlo. Con los años se ha vuelto... irresistible.

Lucille era alguien a quien no podía tocar, y eso terminó por enfurecerme. Ahora, no quiero que nadie la toque, porque eso me haría enojar. Ahora que la tengo derritiéndose ante mi tacto, simplemente no puedo obtener suficiente de ella.

Parecía culpable mientras bebía del frasco, pero tenía que hacerlo. No puedo dejar que lleve un hijo de un maldito mortífago.

De repente, el pensamiento de haber sido marcado, hace que me sienta culpable. Salgo de la habitación vacía y camino por el pasillo, alejándome cada vez más de la clase en la que se supone, debería de estar. No tengo tiempo para esa mierda ahora.

La tarea de matar a Dumbledore ha sido pesada para mí desde que puse un pie en Hogwarts después de las vacaciones de verano, pero Lucille y mis amigos han logrado tranquilizarme; de ahí el porqué no puedo alejarme de ella.

Lucille empezó a florecer en el tercer año. Sus labios regordetes se volvieron más grandes, las curvas de su cuerpo se acentuaron y por Merlín, sus pechos. Noté cada detalle sobre ella, y ahora que es mi último año aquí, pensé que podría hacer lo que quisiera.

A decir verdad, odio pensar en ella. Odio mirarla. Y el tono de su voz suave; toda inocente y jodidamente molesta. Su amplia sonrisa y sus ojos verdes. La desprecio por muchas cosas. Una de ellas es por lo irresistible que es. Me enfurece que ella tenga este poder sobre mi; mis rodillas se doblan cada que dice mi nombre, y eso me hace sentir jodidamente molesto.

Odio sentir. Odio las emociones. La odio. Odio a Lucille Granger.

Así que la follo sin piedad para compensar el odio, y Merlín, que increíble se siente. Anteriormente he tenido relaciones sexuales con varias mujeres,  muchas veces, pero nunca nadie me dejó con ganas de más como lo hace Lucille. Y eso me enoja. Creo que tiene mucho que ver con que yo tenga el control de ella la mayoría del tiempo, aunque apenas haya tomado la decisión de hacerlo ayer. Tardé en hacerlo. Siempre quise follar con ella desde que floreció. Siempre quise probar a Lucille, y una vez que probé una pizca de ella, supe que estaba jodido. Estoy jodido.

Giro a la derecha hacia un pasillo con una pared vacía, que pronto se convertiría en la puerta de la Sala de Menesteres, dónde me encargaron reparar, de todas las cosas, un maldito armario. Pero no era un armario cualquiera.

Era un Armario Evanescente.

Cuando aparecen las gigantescas puertas, entro a la habitación. Echo un vistazo a todas cosas que se encuentran apiladas, buscando el maldito armario.

Finalmente lo encuentro y jalo la cortina que lo cubre.

¿Cómo se supone que voy a reparar esta maldita cosa cuando en todo lo que puedo pensar, es en Lucille?

Me enfado y comienzo a preparar el comienzo de esta historia.

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