Gracias a los jefes de ambas organizaciones, el Soukoku y el Shin Soukoku deben vivir en la misma casa.
Está historia es escrita con el propósito de entretener y divertir a los lectores.
Si no les gusta la historia o algo que hagan los personajes se...
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Se levantó con sudor por todo su cuerpo su expresión mostraba miedo y tristeza haciendose, solo pudo hacerse bolita en la cama, esta es la tercera vez que se levanta en la madrugada por una simple pero horrible pesadilla. Se limpio sus lágrimas con la manga de su pijama, cerrando los ojos trato de volver a dormir y no puede, soltó un suspiro algo pesado levantándose del colchón, se puso sus pantuflas blancas para luego salir de la habitación, camino escaleras abajo y llego hasta la cocina, saco del refrigerador leche fría y se la sirvió en un vaso.
ㅡ¿Qué haces despierto a esta hora, Jinko?.ㅡpreguntó el individuo que esta detrás de él.
ㅡOh, eres tú.- llevo el vaso hacía sus labios y tomo un sorbo de la leche - Solo no podía dormír.
El azabache solo asintió.
ㅡY tú - dejo el vaso en la mesa - ¿Qué haces despierto?.
ㅡ Insomnio. ㅡ agarro un higo que estaba en la mesa ㅡPor cierto, eres un mal mentiroso.
El albino solo negó, camino hasta las escaleras y antes de subir giro un poco su cabeza - Tuve una pesadilla, la cual me ha atormentado desde que salí del orfanato. - después de esa pequeña explicación se dirigió a su habitación.
Atsushi entró a su habitación se acostó en la cama para cubrirse de pies a cabeza. Para dormir trato de contar ovejas, cabras, ranas, tigres, dragones, gatos, unicornios e incluso dinosaurios pero no funcionó. Sin permiso la mente del albino comenzó a pasar todo los recuerdos vividos en persona, cada vez que lo golpearon, lo humillaron, lo maltrataron sin sentir compasión por él. Las lágrimas cayeron sin detenerse la soledad lo acompaña en su tristeza, el sufrimiento es su amigo y la felicidad su enemigo, pero dentro de él sabe que a vivido momentos felices donde a podido disfrutar al menos un poco de su vida.
Observo el reloj que esta arriba de él viendo como las agujas de esté marca las tres de la madrugada, escucho el rechinar de una puerta pero le resto importancia esta más ocupado llorando y votando mocos en su cama, se escucharon pasos en el corredor son secos pero firmes cautelosos pero veloces, los paso se detuvieron en la puerta del albino quien al darse cuenta de ello se cubrió más, el picaporte giro abriendo la puerta dejando ver un bulto en la cama. Atsushi esta rezando para que no lo jalen de los pies y después los duendes se lo lleven. La colcha se la arrebataron con brusquedad dejando ver a un Atsushi temblando del frío y del miedo mientras le reza a todos los Dioses que existen.
ㅡ Controlate, Jinko. ㅡ al escuchar esa voz su alma regreso a su cuerpo.
ㅡ ¡Tonto, no me vuelvas a asustar!. ㅡ casi grito el albino por lo sensible que está.
El azabache hizo un gesto de silencio, procedió a agarrar la mano del albino y lo saco de la habitación.
ㅡ ¿A donde vamos?. ㅡ preguntó temiendo por su vida.
