Capítulo XIV

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Katrina.

- ¿me estas escuchando? - dijo Teresa a mi lado, estábamos desayunando en la cafetería del instituto mientras me contaba algo sobre su clase de expresión contemporánea, sin embargo, había perdido todo el hilo de la historia pues no podía pensar en otra cosa que no fuera el caso del Rio Makong.

- ¿hasta qué horas tienes clase? – respondí luego de darle un sorbo a mi café caliente.

-Hasta las tres- dijo mirándome con una expresión de confusión- ¿pero eso que tiene que ver con lo que te estoy contando?

-Te espero en la salida del laboratorio cuando termines clases- dijo mientras tomaba mi maleta- tengo algo que contarte- y sin esperar que respondiera me pare de mi silla y salí del lugar para dirigirme a mi clase, no quería arrepentirme de este impulso de valentía que me estaba invadiendo.

**

Solo faltaban quince minutos para que se terminara mi última clase, estaba muy ansiosa de contarle a Teresa todo lo que estaba pasando, no podía cargar con esto yo sola, y aunque me parecía algo egoísta de mi parte involucrar a mi amiga en toda esta locura, también confiaba en que ella era una persona muy racional que me ayudaría a resolverlo todo.

Cuando sonó el timbre que daba fin a la clase, prácticamente salí corriendo hacia el lugar de encuentro con Teresa. Espere cerca de cinco minutos en una de las sillas color verde que daban la espalda al edificio color marrón en donde se encontraban los laboratorios.

-Te mataré si no es algo importante- dijo Teresa sentándose a mi lado- todo el día no preste ni la más mínima atención a mis clases pensando en lo que me tenías que contar.

-Te aseguro que es algo importante- respondí casi en un susurro mientras miraba mis manos- pero es mejor que te lo cuente en un lugar más privado, vamos a mi casa- continúe luego de un largo suspiro.

Al llegar a casa agradecí que Matías no estuviera, necesitaba poder hablar con tranquilidad, sin sentir que alguien nos pudiera estar escuchando.

- ¿y bien? - dijo Teresa sentada al frente mío en la sala mientras me miraba directo a los ojos.

-Lo que te voy a contar, es algo... difícil de procesar, pero necesito que intentes entenderme y sobre todo que me prometas que no le dirás a nadie- dije intentando sonar lo más tranquila posible, aunque estaba lejos de estarlo.

-Katrina me estas asustando- dijo pasando su cabello detrás de su oreja.

-Necesito que me prometas que no se lo dirás a nadie- insistí.

-Lo prometo, no le diré a nadie.

-Okay, todo empezó hace más de un año- empecé.

Cuando termine de contarle absolutamente todo, desde el día en el autobús, pasando por el parecido de los ojos de Marco con los del que creía era el asesino, hasta llegar a la noche anterior donde había leído el titular, ya habían pasado como mínimo cuarenta minutos, en los cuales Teresa solo se había limitado a escucharme con suma atención.

-Te agradecería que dijeras algo- dije luego de un par de minutos en silencio.

-Bueno, estoy intentando procesar todo- respondió pasándose las manos por el cabello.

-Sé que es mucha información, pero realmente creo que eres la persona más sensata que conozco.

-Déjame ver si entendí, ¿posiblemente eres la única testigo de un homicidio que ocurrió hace más de un año, y tu novio tiene unos ojos muy parecidos al hombre que viste enterrar el cuerpo? – preguntó.

-Sí, creo que sí- respondí.

-diablos señorita- dijo mientras sonreía un poco.

- ¿Podrías no responder con un meme? - dije dándole una mirada de reproche- es algo serio.

-Lo sé, lo siento – dijo aclarándose la garganta- mira Katri, voy a ser muy sincera contigo, esto es algo que nos sobrepasa a ambas, y te diría que se lo contaras a la policía, pero es claro que esa opción es ridículamente imposible, pues confía en mí, nadie creerá esa historia sin pensar que tienes algo que ver con el crimen, así que creo que tenemos que descubrir un poco más de lo que paso esa noche- hizo una pequeña pausa, mientras yo asentía con la cabeza y continuo- y sobre Marco, ¿crees que realmente es la misma persona?

-No lo sé, solo sé que sus ojos son jodidamente parecidos- dije tapándome la cara con las manos, estaba realmente frustrada- pero, si te soy honesta no puedo pensar que sea él, lo conozco y no creo que él sea capaz de matar a alguien.

-Es verdad yo tampoco lo creo, empecemos por averiguar más sobre el caso, ¿tienes alguna idea por dónde empezar?

-Pues esperaba que tú me dijeras algo- dije mirándola con una media sonrisa.

-mmm está bien, que tal si vamos al puente, creo que es un buen inicio así sabremos si efectivamente es el lugar, no lo descubrieron hace mucho, con suerte aún están algunos anuncios de no pasar, así sabremos si es el mismo lugar.

-Sí, me parece bien.

- ¿Estás bien? - dijo Teresa con ternura

- ¿Crees que soy mala persona por no haber dicho nada antes? - dije con la voz un poco entrecortada.

-Creo que eres humana- dijo poniendo mis manos entre las suyas- hiciste lo que cualquiera hubiera hecho, no podías bajarte del autobús para comprobar si realmente habías presenciado tan aterradora escena, además era casi imposible que fuera verdad en un lugar tan tranquilo como este, así que no, no creo que seas mala persona.

-Gracias, por todo, por comprender y no juzgar.

-Sé que harías lo mismo por mí- dijo con una sonrisa- Katri, tengo que preguntar, ¿le dirás algo de esto a Marco?

-No, creo que es mejor que por ahora no sepa nada, igual no cambiaré con él por esto, ni siquiera sé si él tuvo algo que ver, y nunca me ha dado motivo para desconfiar de él, así que no se merece nada malo de mí, simplemente por tener unos ojos negros, un millón de personas tienen los ojos así- respondí tomando aire.

-Estoy de acuerdo- dijo pensativa- a nadie le gustaría que su novia pensara que es un asesino- rio un poco.

- ¿Puedes quedarte hoy?, no quiero estar sola- dije.

-Claro que si, además hace mucho no veo a tu guapo hermano- dijo con una sonrisa pícara.

-Y creo que seguirás sin verlo- dije mientras leía un mensaje en mi celular- me dijo que no llegará a casa sino hasta mañana pasadas las siete, está trabajando en un caso muy complicado.

-Este día está lleno de decepciones- dijo suspirando exageradamente- pero con una pizza de seguro se me olvida.

Reí mientras tomaba el teléfono para llamar a la pizzería John's, era de lejos la mejor pizza de la ciudad.

Mientras esperábamos el domicilio vimos una película de comedia, que logro distraerme un poco de todo el desastre que era mi cabeza en ese momento, en todo el día no le había contestado los mensajes a Marco, hoy no podía lidiar con nada, mañana respondería con un lo siento, y estaba segura que él lo entendería, él siempre me entendía.

Luego de comer, fuimos a dormir, y contra todos los pronósticos de ese día, pude conciliar el sueño. 

UnknownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora