Capítulo XV

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Detective Smith.

La alarma sonó como de costumbre marcando las cuatro y quince de la mañana, luego del segundo tono el detective se levantó de su cama, se dirigió al baño para tomar una ducha de agua fría, proceso que no demoraba más de quince minutos, luego de dicho tiempo volvió a la habitación para ponerse su traje color gris, acomodo su corbata y puso su placa en la parte derecha de su pantalón, acomodo su cama y salió del lugar, bajó las escaleras de madera que rechinaban bajo sus zapatos siempre bien lustrados, llego a la cocina y tomo un taza mediana de café negro mientras leía su correo. Un cuarto para las cinco; encendió la calefacción de su auto, puso su maletín en el asiento del copiloto y dio reversa, todo estaba oscuro y el silencio reinaba en la ciudad, el reloj marcaba las cinco y media; el sol estaba saliendo cuando aparco el carro en el estacionamiento de la oficina policial, tomo todas sus cosas y se dirigió a la entrada, aun nadie de su turno había llegado, pero esto lejos de molestarle le agradaba, era el escenario perfecto para pensar con tranquilidad, en su escritorio se encontraba la dirección del señor Mickey Fichert, hoy iría a su casa para conversar un poco más a fondo con él, sin embargo, aún era muy temprano para una visita policial así que por ahora investigaría un poco más sobre casos con detalles similares al suyo.

Busco por alrededor de tres horas, leyó cada informe que tuviera una similitud con el caso del rio Makong, reviso los reportes, las evidencias, las imágenes, pero sobre todo analizó la forma en que era encontrada la víctima, con golpes calculados que no solo indicaban el deseo de asesinar, sino también de hacerlo de una forma lenta y tortuosa, estaba convencido que lo que llevaba al agresor a asesinar era un sentimiento profundo de odio y rencor, que de alguna manera lo hacía sentir poderoso, le daba satisfacción, para muchos sería un análisis muy pronto y detallado para haber encontrado tan poco evidencia, no obstante, para Smith era una pieza clave que le permitía introducirse poco a poco en la mente del criminal. Había descartado la mayoría de los casos, sin embargo, había uno que lo inquietaba, se trataba de un homicidio cerca de Castilla, pueblo donde actualmente residía el oficial, una joven de dieciocho años había sido encontrada enterrada cerca de un roble, exactamente a cinco metros de las raíces del mismo, su cuerpo estaba en un alto grado de descomposición lo que dificulto la investigación, aún el caso seguía abierto aunque inactivo debido a la poca evidencia encontrada, los golpes en la cabeza que había recibido la joven eran muy similares a los del caso de la víctima que él estaba investigando, el cuerpo había sido identificado con el análisis dental de la víctima, pues al ser comparado con la base de datos, se llegó a determinar que pertenecían a Sarah Taylor, una chica que había pasado toda su vida en el orfanato Walnut Trees, centro público que guardaba el registro de cada cirugía, tratamiento médico u odontológico de todos los niños del lugar, Sarah había sido la única hija de una trabajadora sexual que había muerto por sobredosis, no había ningún registro de padre biológico, así que al cumplir la mayoría de edad Sarah se enfrentó al mundo por su propia cuenta, tuvo varios trabajos de medio tiempo en diferentes lugares mientras rentaba una pequeño apartamento, había pagado el alquiler de seis meses con el dinero que le había dado el orfanato para empezar su nueva vida, así que cuando paso este tiempo y no se supo nada de Sarah el casero la reportó como desaparecida, tiempo después fue encontrada por un granjero a dos horas del lugar donde vivía.

Esto le llamo mucho la atención a Smith, pues en ambos casos, las victimas no habían sido reportadas como desaparecidas sino hasta mucho tiempo después, lo que indicaba que probablemente la segunda víctima, al igual que Sarah, no tenía familiares cercanos, o tenía una muy mala relación con ellos, pues nadie había notado su ausencia, es más, de no haber sido por el señor Mickey el cuerpo de la segunda chica seguirá a metros de profundidad.

El detective anoto todo en su libreta, descargo los documentos del caso de Sarah y los guardo en la parte trasera de su carpeta.

-Señor Smith- Dijo una voz aguda perteneciente a un pequeño cuerpo asomado por en la puerta de la oficina del detective.

UnknownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora