22

2.8K 303 89
                                    

—¡Akaashi! —grité al reconocer a mi amigo a la distancia.

Corrí en dirección suya, pero antes de llegar tropecé.
Se acercó rápidamente a mi posición.

—Akira, ¿estás bien? —preguntó.

—Si, no soy muy buena corriendo en la arena —respondí con una sonrisa.

Mi amigo se rió de mí y me ayudo a ponerme en pie. Busque con la vista a Kōtarō, pero no lo encontré.

—No está —habló Akaashi de repente —, dijo que tenia que comprar algo y que ahora volvía.

Me saqué mi ropa, ya que debajo me había dejado el traje de baño, y fui con Shimizu y Yachi a jugar en el mar.

—La que nada más lejos gana —dije seguido de aventarme al mar, ignorando las advertencias de mis nuevas amigas.

Llegué al límite dónde estaba permitido nadar y floté boca arriba, mirando el cielo, viendo como estaba oscureciendo. Deje que la corriente llevara mi cuerpo como si fuese la hoja de un árbol que cayó y el mar la ayuda a volver a tierra firme.

—Akira —dijo Yachi llamando mi atención, no la miré —, ¿ese de ahí no es Bokuto-senpai? —agregó.

Al oir eso me hundí de golpe, perdí la poca estabilidad que tenía, pero rápidamente me puse en pie y vi en su dirección, ahí estaba él, parado cerca de la orilla con un gran ramo de rosas rojas y una sonrisa.

—Kōtarō —dije en un susurro, sin poder creer lo que mis ojos veían.

Yachi y Shimizu me ayudaron a salir del agua, estaba en shock.

—¿Qué es eso? —preguntó una vez que llegó con él.

—Rosas —responde calmado y con una gran sonrisa.

Tomé el ramo en mis manos, e inmediatamente mis ojos se llenan de lágrimas, no merezco a Bokuto. No merezco cada hermoso gesto que tiene conmigo.

Por un momento olvidé todo, olvidé que ya volvíamos, olvidé que en cualquier momento es la graduación de Bokuto y no podré verlo seguido, olvidé que estaban el resto de equipos. Ignoraba que todos estaban ahí, pero pude ver a algunos con una sonrisa mirando en nuestra dirección, que vergüenza.

—¡Akira! —gritó Akaashi.

Ambos lo miramos con cara de confusión.

—¿Dónde está Bokuto-san? No lo veo —agregó.

Entendí de inmediato lo que quería hacer, dude por un segundo, pero le seguí el juego.

—¿B-bokuto? —pregunté a la nada, dejando a Kōtarō a mis espaldas.

Es un juego muy infantil, pero divertido. Todos los equipos comenzaron a jugar con nosotros, era muy divertido ver como Kota se acercaba a todos, pero nadie lo veía.

De repente siento a alguien atrás mío, mi espalda chocó con su abdomen, es él. Respire hondo y volteé lentamente.

—Bokuto, te acabo de sentir, quédate donde estás —dije a medida que volteaba.

No había terminado de dar la vuelta que nuestros labios estaban juntos en un beso completamente apasionado.

—¿Ahora me ves? —pregunta sin alejarse mucho, con la voz un poco ronca. Totalmente sexy.

Sonreí por instinto y volví a besarlo, ya no me importaba quien estuviera viéndonos. Pase ambos brazos sobre su nuca y él posó sus manos en mi cintura, profundizamos mas el beso. Akaashi carraspeó, haciéndonos regresar a esa playa, nosotros ya estábamos llegando, juntos, a marte.

—Cierto —dice Bokuto, tomando distancia —, ¿recuerdas lo de "tiempo al tiempo"? —me pregunta.

—Claro —digo con una pequeña sonrisa.

—Bueno, me canse de esperar —respondió arrodillándose en la arena.

Mi cara se volvió totalmente colorada, la playa ya estaba bastante oscura y gente que no conozco estaba puesta a nuestro al rededor observándonos.

—¿Qué pasa? —digo entre risas nerviosas —, todos nos están viendo —agrego con un susurro.

—Lo sé —dice.

Sin dejar de estar arrodillado se da media vuelta, para buscar algo detrás suyo, y me enseña una pequeña cajita, la abre y deja ver un hermoso anillo plateado. Mis ojos se llenan de lágrimas, no sé que decir.

—Akira... —comienza a hablar —, ¿quieres ser mi novia?

No hay palabra alguna que salga de mi boca, mi respiración se esta entrecortando. Asiento repetidas veces con mi cabeza, mientras llevo ambas manos a mi cara, cubriendo mi boca y dejando escapar las lagrimas.

Kōtarō rápidamente se puso en pie y me abrazó, muy fuerte, pude sentir en ese abrazo que estaba diciéndome: nunca voy a dejarte.

Tomo mi mano izquierda y colocó el anillo.

—Pero ahí va el de casamiento —digo entre sollozos.

—Bueno, cuando nos casemos lo cambiamos —responde con una gran sonrisa.

Toma mi rostro con ambas manos y con sus pulgares seca el rastro de lágrimas secas que quedó. Vuelve a darme un beso, pero esta vez más corto.

Todos se acercan y nos abrazan, mientras nos felicitan.

—No sabes el tiempo que estuvo planeando esto —dice Kuroo acercándose a nosotros.

Mire a Bokuto confundida.

—Tuve que pedir que nos dejen venir a la playa, y les pedí ayuda a ellos para no estar tan nervioso y hacerte una sorpresa —habla nervioso, rascándose la nuca.

—¡Si que fue una sorpresa! —exclamé divertida.

—Esta no es la sorpresa, pero me alegra que te gustara, ¡ahora somos novios! —dijo, poniendo énfasis en esto último.

Me tomó en sus brazos y me alzó, haciéndonos girar.
Mi corazón y el suyo, por fin van a poder estar en paz y juntos.

________________________

¡Buenos días, buenas tardes y buenas nochessss!

el final de esta historia esta a la vuelta de la esquina u-u soy llanto, era para avisarles, lloren conmigo u-u lxsamo muak, lxs voy a extrañar 🥺🥺🥺🙇🏼‍♀️

Un ángel perdido | Kōtarō BokutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora