Capitulo 7

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A pasado 1 semana de todo lo sucedido y todo se vuelve aún más extraños, debido a las sombras aunque trato de evitarlas de algún modo me encuentran, lo que causa que llegue tarde y con rasguños, los gemelos todas las mañans me preguntan que si ha pasado algo raro a lo que siemre les contento que no, no se necesito que se preocupen, las clases transcurrian con normalidad aunque todos hablaban del rumor de que Kai y Barbie habían cortado su relación y siendo sincero no es de mi tema de interés, caminaba hacía mi proxima clases sumergido en mis pensamientos de que si sería buena idea de ir donde Eztei y los gemelos, reí al pensar en Eztei.
—Capitán —Voltee para ver quien me llamaba, generalmente los chicos del equipo me dicen de tal formas y algunas veces también la escuela en general cuando había algún partido importante.
—Dime Valverde —Respondí.
—Vamos viejo no es necesaria tanta formalidad —Dijo Kai tratando de suavizar la conversación.
—¿Necesitas algo? —Pregunte.
—¿Qué tal si vamos a la cafetería por algo?.
—Si no necesitas nada en especifico, puedes retirarte —Dije algo serio.
—Felix, quería disculparme —Kai es de esos chicos que no le duele perder su orgullo, era tal cualidad por la cual mi hermana lo tenía tanto cariño — Y no te preocupes en pedir disculpas por golpearme, merecía que lo hicieras por lo que dije de tu hermana —Dijo y puedo ver que de verdad lo siente.
—Esta bien. —Dije y puedo ver la confusión en el rostro de Kai —Te escuche hablando con Lulu el otro día — solté una risa.
—¿Todo en orden? —Preguntó Kai
—Todo en orden.
El resto de la jornada escolar continuo sin ninguna novedad, y aunque mi cuerpo estaba presencialmente en una sala de clases, mi mente estaba vagando entre los anilos, Eztei y los gemelos, trataba de encontrar relaciones con mi hermana pero lo único que podía hallar era una amistad con ellos y a lo mejor un pequeño interés amoroso con Leo —Debería ir después de clases— Pensé.
—¿A dónde deberías ir? —Dijo Kai, rayos había pensado en voz alta.
—¿Puedes acompañarme después de clases?.
—A donde tu vayas, yo ire. —Dijo Kai con una sonrisa en la cara.
Después de clases nos dirigimos hacía la dirección del otro día, en camino iba observando si es que las sombras me atacabn, al parecer solo lo hacen cuando me encuentro solo aunque la primera vez que las vi estaba con Leo y Charlie, suelo sumergirme con frecuencia en mis pensamientos que olvido todo a mi alrededor.
—Estas muy callado hoy, ¿Te encuentras bien?
—Solo pensaba, esta todo bien —Si vere a Eztei necesito pedirle disculpas por la forma tan grosera que me comporte el otro día, seguiamos camiando y pude notar una floristeria, recorde que cuando peleabamos con mi hermana siempre le regalaba una flor en forma de disculpa —Esperame un segundo —Dije mientras entraba a tal lugar.
—¿Me compraras una flor? Que detalle de tu parte —Bromeó Kai.
Dentro del lugar solo sentía más confusión, debido a que trataba de recordar el significado de cada flor, mi madre en su juventud trabaja en una floristeria por ende siempre nos comentaba sobre  ellas  sinceramente jamás creí que tal conocimiento me ayudarían, lamento no haberle puesto atencíon, después de estra un buen rato mirando y escogiendo decidí llevar un pequeño ramo de rosas amarillas y rojas, también pedí una sola flor de margarita, después de pagar por esta y de agradecerle a la vendedora por su ayuda y paciencia, volví con Kai.
—Ten tu flor —Dije mientras le entregaba la margarita a Kai tratando de aguantar la risa.
—Pero que considerado eres —Dijo mientras se ponía la flor detrás de la oreja y estallaba de risa.
Seguimos caminando y Kai no paraba preguntar el por qúe me había detenido a comprar flores y para quíen eran, ya de unos minutos mas tarde llegamos, Kai se despidió de mí y recordandome sobre lo importante que sería el partido de mañana, al esperar que aminara y pudiera perderlo de vista, toque el timbre dejando el ramo de flores hacía delante.
—Gracias no sabia que era tan importante para mi —Dijo Leo en tono de burla mientras abría la puerta.
—No pensé que abrirías tú —No sabía donde meterme y mi cara se tornaba de un color rojo.
—Pasa, creo que no es a mi a quien buscas —Dijo haciendose a un lado para que yo pasará, al entrar solo buscaba a Eztei con la mirada —¿Cómo han estado los días? —Preguntó Leo
—Bien —Dije sin más
—Le avisare a Eztei que venga —Dijo mientras se marchaba, cuando Leo me dejo solo pude sentir algo extraño en mi estomago y de como mi corazón comenzaba a latir más rapido, se puede decir que me estoy poniendo nervioso. —Calmate Felix— Pensé en voz baja mientras me tambaleba un poco las piernas, escuchaba pasos por lo que pude insinuar que era Eztei ¿Qué dire? Y si esta molesta conmigo, piensa Felix, piensa, solo reaccione a esconder el ramo de rosas detrás de mi para que no pudiera verlo.
—Hola, Leo dijo que me buscabas —Dijo ella entrando en escena y aún más nervioso me sentí.
—E... E... Eztei esto es para ti. —Dije con nerviosismo mientras le entregaba el ramo de rosas con la mano media temblorosa y mi rostro volvía a tornarse de un color rojo.
—Gracias —Dijo Eztei con una tierna sonrisa, miré su rostro y pude notar que estaba sonrojada.
—Disculpa lo del otro día, me porte grosero contigo—Dije mientras llevaba una de mis manos a la cabeza — y no debí decir tales ridiculeses, no me puse en tu lugar y de como debes sentirte y ... —Quise continuar pero Eztei tomo mi mano y la cubrio con las de ella, eso hizo que me quedara sin palabras.
—No te preocupes, entiendo tu reacción —Dijo mientras me regalaba una sonrisa, ¿les dije lo linda que se ve sonrojada? —Estan lindas las rosas —Pude escuchar el sonido de una camara a lo lejos.
—Pero que linda postal —Decia Charlie mientras salia de su escondite y Leo no paraba de reir.
—Las pondre en agua, con permiso —Dijo antes de marcharse y de soltar mi mano, tuve una sensacion de que mi mano ya la extrañaba.
Los gemelos no dejaban de hacerme burla mientras esperabamos a que Eztei regresará, durante ese periodo de tiempo Charlie mandaba la foto que nos había tomado a mi celular, y a su vez yo les comentaba lo que había sucedido durante toda la semana.
—Felix necesitas el anillo, es la única forma con la cual prodas contraatacar.
—¿Recuerdas esa vez? Charlie y yo pudimos defenderte gracias a los poderes que nos entregan los anillos.
—¿Ahora crees en la historia para vender los anillos? —Dijo Eztei en modo de burla entrando a la habitación, colocandose al lado de Leo— Escucha Felix, cada anillo tiene un poder diferente, dependiendo del planeta que represente, veras el anillo de Mercurio te entrega una gran velocidad y un leve control sobre el agua, el de Venus te permite manipular las mentes, a la vez de transformarte a tu antojo y un control medio sobre el metal y tierra.
—El de Tierra te puede controlar cualquier materia prima además de crear y moldear magma, y un control medio sobre el fuego, agua y tierra, en cambio, el de Marte te convirte experto en el combate cuerpo a cuerpo además de unos altos reflejos y también te permite usar una espada que esta compuesta por hierro que puedes combinar con el leve control sobre el fuego —Continuó Leo.
—El de Júpiter te entrega el poder del rayo, el de Saturno te entrega la capacidad de crear anillos de cualquier material —Dijo Charlie.
—Ya sabes cual es el poder que entregan los anillos de Urano y Neptuno, también esta el anillo del Sol que te permite controlo el fuego absoluto además de que es el anillo mas poderoso y el de la Luna que su poder depende de las etapa de la misma. —Finalizó Eztei.
—¿Y Plutón? También es un planeta y no cuenta con anillo, mi hermana...
—Decía que no hay que subestimar a Plutón, lo recuerdo —Dijo Leo y vi como Charlie lo comenzaba a molestar entre empujones.
—Quien consiga los portar los 10 anillos tendra el poder absoluto además de poder manejar el espacio y tiempo a su antojo aparte de crear y destruir dimensiones —Dijo Charlie —Lo sé suena como una película.
—¿Entonces el dueño de esto es un tipo de guardian para los anillos? —Pregunté
—El señor munditos —Dijo Leo y estalló en risa aunque Eztei y Charlie le lanzaban una mirada no muy amigable —Que me miran así,  nunca me dijo nada por eso.
Me hubiera gustado seguir esta conversación y que por fin algunas de mis preguntas estuvieran encontrnado respuestas pero todo fue interrumpido por una llamada de mi padre en la cual me pedía que regresara a casa ya que mañana era un juego importante por ende necesitaba descansar bien ya que el capitán del equipo debe ser un ejemplo de responsabilidad, Los gemelos volverían acompañarme camino a casa para que no corriera peligro, cuando iba a despedirme de Eztei surgió una idea en mi cabeza.
—¿Qué tal si... mañana... tú? —No es momento de ponerte nervioso y aquí vamos con ponernos rojo como tomate
—Eztei estará felix de poder acompañarte en el juego de mañana Felix, ¿No es así? —Dijo Charlie detrás de mí.
—Cl... Claro que te acompañare —Dijo Eztei sonrojada — Y nuevamente gracias por las rosas —Dijo timidamente
—Chicos el regaño lo recibara Felix, tenemos que irnos ya —Dijo quejandose Leo
—Leo preocupado por su cuñado —Dijo Charlie entre risas —Adelantemonos mejor, Felix nos sigues el paso —Acto seguido empezaron a caminar aunque no tan rapido de alguna u otra forma sé que los gemelos quieren escuchar.
—Entonces te veo mañana, te enviare la dirección por mensaje.
—Esta bien —Me he dado cuenta que el tono de voz de Eztei cuando esta sonrojada cambia y se vuelve más despacito.
De repente senti unos brazos que me jalaban hacía atrás eran los gemelos llevandome a la fuerza mientras se reían, al parecer fue su única opción para que yo empezara a caminar.
—¡TE ESTARE ESPERANDO! —Grité y se podia notar la felicidad que en mi voz, pude notar que Eztei seguía sonrojada y con eso me doy por pagado.
—¡Ahí estare!.

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