–¡Lucas no te asomes tanto que te vas a caer!– Exclamé al ver como mi enorme amigo se acercaba al balcón emocionado. Parecía un niño y debería reírme de él pero yo era muy paranoico con esas cosas.–¿Cómo me voy a caer Mark?– Dijo riendo y yendo a inspeccionar mi dormitorio, la única habitación que no me había puesto patas arriba aún.– ¡Tienes una guitarra!– Exclamó eufórico y corrió a toquetearla por todas partes, como si fuera la primera vez que veía una.
–Ten cuidado, tiene que estar de una pieza hoy.– Le avisé medio en broma riendo ante la expresión que puso el alto, como si estuviese mosqueado.
–¿Luego puedes tocar algo?– Me preguntó y vi la emoción en sus ojos por lo que sonreí y asentí.
–Pero primero vamos a hacer el trabajo de historia, que para eso has venido y al final no nos va a dar tiempo.– Dije haciendo oídos sordos al murmullo de Lucas que me llamaba aburrido.
Saqué mis cosas y empecé a buscar en mi ordenador información ya que necesitaba sacar muy buena nota en el trabajo si quería aprobar la asignatura. Todo me iba bien en el instituto, excepto historia; no es que no me gustara, al contrario, yo disfrutaba con la asignatura, pero de dar la historia de Canadá a dar la historia de Corea había tenido varios problemas. Lo peor era que Lucas tampoco era de mucha ayuda porque no era precisamente un alumno estrella pero al menos estaba conmigo y agradecía su compañía.
Tras dos horas de arduo trabajo que iba acompañado con las quejas de mi amigo cada unos veinte minutos y de una parada para comer porque "Lucas no podía pensar con el estómago vacío" acabamos el trabajo. Estuve contento con el resultado así que lo metí en una bonita carpeta celeste con nuestros nombres y lo puse en lo alto del armario para que nada pudiera pasarle.
Acabé tocando la guitarra un buen rato porque Lucas lo disfrutaba mucho y cuando decidió intentarlo casi muero de un ataque de risa porque solo eran ruidos sin ningún orden con los que mi amigo quedó bastante satisfecho.
Sobre las ocho de la tarde Lucas se marchó de casa y yo recogí todo antes de salir con mi abrigo más grueso camino del conservatorio. Ese día no tenía clases pero el profesor me había pedido que fuese para recuperar el tiempo perdido cuando Donghyuck faltó.
No tenía muchas ganas de salir de mi casa a esa hora con el frío que hacía pero no me quedó otra que acceder cuando el profesor casi me lo pide de rodillas.Llegué un poco mal de tiempo a la puerta del edificio porque me había entretenido así que Donghyuck me estaba esperando en la entrada con una enorme bufanda gris y sus mejillas y nariz sonrojadas por el frío.
–Pensé que no llegabas.– Comentó cuando estuve a su lado y noté que estaba congelado porque tiritaba un poco. Me preocupé porque no era bueno que se resfriase de nuevo si quería cuidar su voz pero me quedé callado respecto a ese tema.
–Me entretuve un poco con un amigo, lo lamento.– Me disculpé mientras entrábamos en el cálido edificio y el castaño soltaba un suspiro de alivio al sentir el calor del lugar.
A esas horas no quedaba casi gente en las instalaciones del conservatorio, solo algunas limpiadoras, profesores y algún que otro alumno (como nosotros) que teníamos permiso. Era emocionante estar allí porque se podía apreciar lo enorme que era el lugar ante la ausencia de gente.
Llegamos al auditorio donde nos estaba esperando como siempre el profesor con su característica sonrisa con la que nos recibía todos los días.
–Hola chicos, hoy por fin vamos a retomar dónde lo dejamos.– Comenzó a hablar mientras nos sentábamos y nos quitábamos los enormes abrigos que nos cubrían.– No sé si os acordaréis pero hace varios días intentásteis interpretar una canción y el resultado no fue muy bueno, pero todo tiene arreglo así que os he traído otra canción distinta para que probéis.– Dijo tendiéndonos dos partituras nuevas; arriba ponía el nombre de la obra. Parecía ser que íbamos a probar con Mistletoe de Justin Bieber y yo estaba feliz de que estuviese en inglés aunque a Donghyuck no le hizo tanta gracia. Aún así vi como dejaba el papel en el suelo del escenario y se cruzaba de piernas mientras apoyaba su cara en sus manos comenzando a leer el papel muy concentrado, a la vez susurrando para sí mismo la pronunciación de las palabras.
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Sing with me//Markhyuck
FanfictionSiempre nos han dicho que la música es un arte maravilloso y de hecho, es de las pocas cosas que, de alguna forma u otra, ha conseguido llegar hasta nuestros días sin perder la repercusión que tiene en los seres humanos. Desde que tengo memoria he...