Once

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–Estoy muy orgulloso de vosotros y estoy seguro de que vais a pasar de ronda si lo hacéis igual de bien que hoy, así que ya podéis iros a descansar, suficiente por hoy.– Nos felicitó el profesor recogiendo sus partituras. Yo sonreí a mi compañero y este me devolvió el gesto antes de irse directo a su mochila a por un poco de agua.

Estábamos a viernes 18 de diciembre, lo que significaba que en tan solo cinco días tendríamos el ensayo general con los otros participantes y solo faltaba una semana para la primera fase de la competición.
Podría estar nervioso pero, como el profesor nos había dicho, estábamos interpretando la canción sin ningún fallo así que no debía preocuparme.

Me acerqué hacia Donghyuck que me miró desde su asiento con una ceja alzada como invitándome a que le dijese lo que quería decirle.

–Amm, solo quería felicitarte por tu pronunciación.– Me senté a su lado y él me sonrió mientras hacía un gesto como para quitarle importancia.– Has mejorado bastante desde la primera vez que te vi interpretar algo en inglés.

–Tengo un amigo que me ha ayudado un poco.– Me confesó dejando su móvil a un lado para concentrarse en nuestra conversación. –Es de Chicago.

Me sentí extraño cuando dijo eso, sinceramente pensaba que había sido gracias a mí, ya que de vez en cuando le corregía alguna palabra pero al parecer no había sido así y no sabía qué contestarle.

–Ah.

–Hoy voy a ir con él a un sitio.– Me contó dejando de mirarme y comenzando a jugar con su collar.– No sé, podrías venir.– Abrí exageradamente los ojos ante esa propuesta, pensaba que no quería verme ni de lejos fuera del conservatorio por las otras veces pero parecía que no era así. Lamentablemente debía rechazarlo porque se me haría muy incómodo estar con su amigo y él.

–Gracias pero-

–Jaemin también vendrá.– Me interrumpió mirándome a los ojos y soltando su collar para echarse hacia delante.– ¿Vienes o no?

–Bueno, si va Jaemin es otra cosa.– Admití rascando mi nuca bajo su atenta mirada.

–Bien.– Contestó con una pequeña sonrisa que me pareció triste.– En ese caso recoge tus cosas y vamos, no quiero llegar tarde.

–¿Y Jaemin?– Pregunté levantándome del asiento y cogiendo mi abrigo.

–Él ya estará allí.– Me dijo y si no estaba alucinando noté un deje de molestia en su voz; sin embargo decidí no comentar nada al respecto.

Nos despedimos del profesor y salimos del conservatorio haciendo que una corriente de frío nos golpease.
Metí mis manos en los espaciosos bolsillos de mi abrigo intentando calentarme un poco en vano.
Donghyuck me miró con el ceño fruncido como si estuviese analizándome.

–¿Tienes frío?– Me preguntó cuando nos paramos ante un semáforo.

–Yo... Eh, bueno un poco.– Respondí un tanto avergonzado por su constante mirada fija en mí. De repente escuché una carcajada y miré a Donghyuck que se retorcía de la risa.

–Y tú eras el que venía de Canadá, ¿no?

–¡No te rías! Que haga más frío allí no significa que aquí no haga también.

–Lo que tú digas.– Dijo acercándose demasiado a mí. Miré un poco hacia abajo para verlo a los ojos sin entender qué era lo que estaba haciendo. Estiró sus brazos hacia mí y me asusté pensando que me iba a dar un abrazo, pero en lugar de eso cogió mi mano y colocó sobre ella un pequeño saco que instantáneamente me calentó la palma en la que me lo había puesto. – Toma, métetelo en el bolsillo y ya no tendrás tanto frío.– Me explicó enseñándome que él tenía otro igual en su abrigo.

Sing with me//Markhyuck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora