Capítulo 9

449 99 197
                                    

Anne

Fue ahí cuando desperté por el sonido de una bocina, respirando con agitación y con el corazón palpitando a mil.

¿Qué demonios?

Mi celular comenzó a sonar.

—¿Sí? —hablé, aún confundida.

¿Había soñado que besaba a Gilbert?

Oh no.

¡HABÍA SOÑADO QUE BESABA A GILBERT!

¿Estás lista? —Oh, oh, era Gilbert.

—Yo... eh...

¿Puedes salir? Y ponte una chaqueta. Hace frío y no voy a hacer de caballero para prestarte la mía.

—Imbécil —murmuré.

Te escuché.

—Ese era el punto.

Le colgué y lance el celular a la cama, pero luego me arrepentí. Es el teléfono más caro que he tenido, hay que cuidarlo.

Joder, me había dormido luego de que el pelinegro me llamara y había soñado que lo besaba.

Y me gustó.

Demonios, demonios, demonios, demonios, demonios.

Finalmente me puse una chaqueta, pase mis dedos por el corto cabello para, no sé, quedar mejor peinada y salí de la habitación, sintiendome jodidamente nerviosa.

Había besado a Gilbert.

En mi sueño.

Pero en mi sueño besaba bien.

¿Cómo será en la realidad...?

¡No! ¡Aleja esos pensamientos impuros de mi, Señor Jesucristo!

Bajé las escaleras y antes de abrir la puerta de para salir, inhale profundo.

Fue solo un sueño.

Sí.

Un sueño.

Un sueño ridículo que jamás debí soñar.

Abro la puerta y Gilbert está en recostado en la puerta de su auto, justamente como en mi sueño.

Pero ahora se ve más guapo.

Anne no, me dije a mi misma.

Anne sí.

Tú aquí no opinas, estúpida conciencia.

Cerré la puerta detrás de mi y le puse llave antes de caminar hasta Gilbert.

Evité mirarlo en todo momento.

Actúa normal.

—¿Te apetece ir al parque de diversiones? Estoy aburrido y pienso que será muy divertido escucharte gritar en la casa de los sustos.

—Yo... eh... ¿sí? —balbucee como estúpida.

Me di un golpe mental.

Eso no es actuar normal.

Si no me dices, te juro que no me entero.

—¿Estás enferma? —preguntó, frunciendo el ceño.

—No, ¿por qué?

—Porque tu rostro parece una extensión de tu cabello. Estás roja. ¿Segura de que no tienes fiebre? No quiero tener que estar llevandote al hospital. —Puso su mano en mi frente—. Nah, estás bien. De seguro es el frío que hace. Sube al auto para que vayamos.

𝑻𝒊𝒏𝒕𝒆 𝑵𝒆𝒈𝒓𝒐 (𝑨𝒏𝒏𝒆 𝒙 𝑮𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora