capitulo trece: No dudes

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Efímera, ciertamente así era como podía ser calificada nuestra felicidad

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Efímera, ciertamente así era como podía ser calificada nuestra felicidad. Efímera porque no es algo que pueda ser para siempre, no es algo que lo tengas todo el tiempo que tú desees o porque sencillamente no puedes ser plenamente feliz.

Es doloroso pensar en los buenos momentos y recordar las palabras que decías antes de que ocurriese algo malo, hablabas con tanta seguridad de que nada podía contra lo que estabas viviendo y que tú eras el dueño absoluto de tu dicha. Creo que solamente era la pantalla en la que un chico de dieciséis años vivía "Puedo hacer todo lo que yo quiera" es la mentira en la que la mayoría vive, creyendo ser un todopoderoso capaz de resolver cualquier problema que te aceché.

Lo crudo del asunto es que cada escena te lo gritaba, cada momento en el que tus ojos fotografían y lo volvían recuerdo, te decían que aquello no era para siempre. ¿Cómo podías ser tan feliz estando también embarrado de mierda? ¿Cómo podías amar sabiendo que tú también estabas haciéndole daño a la otra persona? Lo curioso es que todo se concentraba en algo muy cierto que mis amigos y yo sentíamos.

Es todo o nada.

 —Te tengo una sorpresa — le di un pequeño beso en su mejilla al momento de cubrir sus ojos con mis manos.

 —No me gustan las sorpresas, Yoongi.

 —Hoseok, es tu cumpleaños ¿Por qué no dejas que te sorprenda por lo menos una vez?

 —¿A dónde camino? — Sonreí volviendo a darle otro beso. —Dime.

 —A mi cuarto, yo te guiare — golpee un poco su muslo y el entendió comenzando a caminar. —Te extrañe mucho, estuvimos más de una semana sin vernos ¿Sabes lo que se siente? —trate de sonar indignado.

Pude sentir sus labios curvar entre mis manos.

—¿Por qué no fuiste a verme?

 —Creí que preferías estar solo por un tiempo, ya sabes, estábamos mucho tiempo juntos y no deseo agobiarte. — Lo junte más a mi cuerpo. —En verdad te extrañe.

Hoseok se detuvo girando, me miró con una enorme sonrisa en sus labios la que respondí de inmediato. Abrazó mi cuello y dio un brinco en el que me hizo tomar sus muslos en el aire. Me besó tan pausado y calmado que supe enseguida lo que trataba de decirme, él también me extrañó.

Continúe caminando entre besos y pequeñas risas hasta llegar frente a la puerta del cuarto, le di un empujón y enseguida abrió. La cerré tras haber entrado y lo baje volviendo a voltearlo con los ojos cubiertos.

 —Feliz cumpleaños. — quito mis manos.

 —Yoongi... ¿Cómo?

 —Te viste tan emocionado aquel día que supe que sería un regalo perfecto para ti. La primera promesa ya esta cumplida.

 —No sabes lo mucho que me apasiona fotografíar. De verdad muchas gracias, Yoongi. — giró con la cámara en sus manos dándome como recompensa un pequeño beso encantador. Se la colgó en el cuello y simplemente se quedó parado sin saber que más hacer o decir, aquel HoSeok mudo y sorprendido es la más hermosa faceta que recién descubrí. —Tomaré muchas fotos, tú tienes un perfil... — paso su mano sobre mi frente, nariz y labios. —Sí, serás mi modelo.

Ventajas de ser invisible «YOONSEOK»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora