(...)
Dos semanas después
—La próxima vez que Warren me pida ayudar con una clase lo mandare a la mierda.
Murmuro entre dientes quitándose las pocas hojas que no salían de su cabello. Reacomodo su ropa con amargura mientras mordía el interior de su mejilla para no lanzar maldiciones no aptas para los estudiantes más jóvenes. Ororo por el contrario, disfrutaba de su sufrimiento como toda buena amiga.
—Vamos –Le golpeo divertida la espalda. –No debió ser tan malo.
—Lo dice a quien no la elevaron por los cielos para dejarla caer a diez mil metros de altura.
—Era una práctica para que los más jóvenes mejoraran su vuelo ¿Qué esperabas? –Cuestiono con una sonrisa. –Sabes que a ese idiota le gusta recrear escenarios de riesgo con cualquiera.
—Lo sé, entiendo que le entusiasme tanto pero ¡¿Era tan necesario atarme las piernas?!
—Mientras más realista la escena mejor.
—¡Casi me orino encima! –Gruño de la furia una vez se encontraron solos. –¡Y ni siquiera fue una sola vez!
—Bienvenido al Club –Rio palmeando su hombro. Pasaron unos pasillos más hasta que la morena observo el reloj en su muñeca. –Tengo una clase en unos minutos, te veré luego.
—Más te vale porque necesito que alguien evite que lo desplume una vez lo vea de nuevo.
Se despidió de ella para continuar con su recorrido. Suspiro profundo masajeando su hombro mientras devolvía uno que otro saludo por parte de los estudiantes. Necesitaba descansar un poco antes de su siguiente clase; así que cerrando sus ojos pensó en el mejor lugar para estar a solas. Deseaba ver a Laura, pero suponía que ella debía estar cumpliendo con su horario de clases, resignado por no pasar tiempo con su hija decidió llevar sus pasos hasta el único lugar que podría encontrar vacío, la biblioteca. Sonrió al recordar cuantas veces de joven se reusó a entrar a ese lugar tan silencioso y sereno.
Justo como lo supuso, la mayoría de estudiantes se mantendrían alejados de este pasillo; mas de alguno perdiendo el tiempo en el extenso campo disfrutando del día. El por el contrario, necesitaba unas merecidas horas de sueño. Estiro los brazos hacia arriba mientras caminaba a paso tranquilo por el pasillo desierto apreciando su momento de soledad.
Conocía cada uno de los lugares de la mansión y nunca se cansaba de observar la decoración, lo atribuía al hecho de haber madurado, pero dudaba que alguien se detuviera en un pasillo a observar las distintas pinturas o decoraciones que le daba ese aire de elegancia a la escuela. Dejo de divagar en sus pensamientos al observar la puerta de la biblioteca.
Esta vez haciendo uso de su velocidad, se introdujo en la habitación para dejar escapar un sonoro suspiro y sonreír abiertamente al encontrar completamente desolado el lugar.
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Come Back Home Dad
FanfictionCuando amas a alguien, consideras a esa persona tu refugio, la razón por la cual tus latidos se aceleran y tú sonrisa se dibuja amplia en tu rostro por el más mínimo detalle. Aunque. ¿Qué pasa cuando esa misma persona te desiluciona? Seria el final...