❝Falso Omega❞ [🐾Y•M🐾]

🐾11🐾

Cuando el pelinegro se fue de la pequeña casa del alfa menor para ir a la suya, JiMin decidió ordenar su linda casita para recibir a su madre.

Sabía que su madre no llegaría hasta el mediodía para después volver a irse, pues ese día debía trabajar dos turnos, ya que una amiga había enfermado y decidió hacer el turno de ella.

JiMin limpió toda la casa, la cual parecía tener brillitos de lo pulcra que lo había dejado el pelirosa.

Subió las escaleras y acomodó su cuarto pero antes de todo, tomó unos supresores, aunque entre dos alfas machos no habían muchas posibilidades de quedar embarazado, no quería arriesgarse, ya hablaría con YoonGi al respecto.

Lavó las ropas sucias, sacudió los muebles, botó algunas cosas que ya no necesitaba o no eran importantes pero aun así él las tenía guardadas y tendió las camas.

No sabe por que, pero sintió una inmensa ansiedad por contarle todo a su madre.

Preparó el almuerzo para cuando llegara su madre y justo a tiempo, la puerta fue abierta cuando la comida estuvo servida en la mesa.

DanA miró a su hijo quien tenía una sonrisa nerviosa y después miró la casa limpia, más limpia que como ella la dejaba. Volvió su vista a JiMin.

—¿Qué tienes bebé, hay algo que te molesta? —preguntó mientras dejaba sus cosas en el sofá blanco e iba a abrazar a su hijo.

—M-Mamá... tengo algo muy importante que decirte. —tragó  saliva e intentó contenerse y no verse tan alterado ni nervioso.

—Cuéntame cariño, ¿Qué pasa? —DanA lo miró interrogante y confundida, pues mediante el lazo que tenía con su lindo hijo le decía que había algo diferente en él.

JiMin la sentó en la mesa y comenzaron a comer del curry que JiMin había preparado con mucho amor.

—Ahora si, ¿que pasa JiMinnie? —preguntó su madre ansiosa, pues su hijo se había quedado en silencio y en su mundo.

JiMin la miró con los ojos un poco cristalizados, no sabía como reaccionaría su madre al enterarse que tenía pareja, y éste era un alfa, y que ya se había dejado marcar por él.

Suspiró y miró su plato vacío.

—Tengo pareja. —fue directo y levantó su vista cuando escuchó como su madre se atragantaba con el agua.

—¿Q-Qué? —preguntó cuando la tos cesó, mirando incrédula a su hijo. JiMin tragó saliva.

—Q-Que encontré una pareja. —repitió con dificultad por los nervios que le entraron de golpe, rogaba que la tierra lo tragara en ese instante.

Un minuto en el que ambos no dijeron nada y, cuando JiMin decidió levantar de nuevo su vista, unos brazos alrededor de su cuello lo desconsertaron, su madre lo estaba abrazando.

—Estoy muy feliz por ti hijo. —sonrió la omega mientras abrazaba con verdadero cariño a su hijo, a JiMin le salieron unas cuantas lágrimas reveldes antes de corresponder el abrazo que le brindaba su madre. DanA vió como en el cuello de su hijo relucía una linda y orgullosa marca, no pudo evitar reír. —¿Tomaste los anticonceptivos? —JiMin casi se ahoga con su propia saliva al escuchar a su madre, quien se separó de él para reír a carcajadas.

—¿Có-Cómo...?

—Soy tu madre, renacuajo. Yo lo se todo, todito. —DanA río al recordar lo que había dicho su hyung en su trabajo y no dudó en emplearlo con su hijo. JiMin miró sonrojado a su madre. —Hay una linda marca en tu yugular, JiMin. No me molesta que seas un delta, siempre y cuando tú y tu lobo estén de acuerdo, serás un hermoso y fuerte delta, no por dejarte someter por alguien de tu misma casta te hace inferior, hay muchos casos de deltas que son fuertes y aveces hacen que las personas olviden que son deltas. —DanA sonrió y JiMin la miró interrogante, como nunca pensó ser un delta y no hablaban mucho sobre ellos, no sabía mucho sobre si hubieron algunos deltas improtantes. —Ven conmigo.

JiMin hizo caso y se levantó, puso ambos platos en el fregadero y acompañó a su madre hasta su habitación.

Se sentó en la cama de su madre mientras que estaba sacaba lo que parecía ser un álbum.

—Mira JiMin... Ésta... —su madre señaló a una mujer hermosa y esbelta, con cabellos castaños oscuros y sus ojos de un lindo color avellana claro, su piel era de un tono acaramelado y tenía una hermosa sonrisa. —Ésta mujer se llama YoungMin, nos conocimos en la universidad. Ella me defendía de los estúpidos alfas que intentaban cortejarme hasta que llegó tu padre. Ella fue mi primer amor. —DanA sonrió y JiMin la miró con sorpresa, nunca se esperó eso venir de su madre. —Pero no nacimos para estar juntas, ella siempre me trató con cariño y respeto, confesando que me quería, pero cuando encontró a su pareja predestinada me lo contó, y sobre que éste era alguien de su misma casta. No me molesté, es más, la felicité y celebramos toda la noche con el futuro esposo de YoungMin. —miró con una sonrisa nostálgica a JiMin. —Ella ahora es una delta fuerte y respetada, dejando en claro que ser un delta no es un error o una enfermedad, ella a sobrellevado todo el rechazo y a demostrado que no por ser delta es menor que los demás. Actualmente ella está con su pareja, el líder DaeHyun de la manada Wolves. Ellos son los alfas líderes de tal manada, son muy conocidos por el matrimonio de alfas y por ser fuertes e inteligentes. —DanA buscó otra foto en el lindo álbum, en donde salían tres personas sonriendo, JiMin sólo pudo reconocer a dos de ellas. —Éstas somos nosotras y éste de aquí es DaeHyun. —en ese momento el corazón de JiMin dejó de latir, cuando vió al alfa que podría identificar por DaeHyun, a la mente de JiMin llegó el recuerdo del alfa pelinegro, el DaeHyun adolescente en ese entonces tenía los cabellos azabaches y dos cuencas oscuras como la noche misma, reflejando en ellas un mar profundo de sentimientos, una mirada gatuna que le recordaba a un lindo minino, su piel extremadamente pálida pero hermosa, una sonrisa que dejaba ver sus pequeños dientes y lindas encías, era un ser con una belleza inhumana, y la viva imagen de YoonGi.

—Mamá... —llamó JiMin mirando fijamente a la foto de DaeHyun encontrándose con el rostro de su alfa. DanA lo miró.

—¿Si, cariño?

—¿C-Cuál es su apellido? —preguntó mirando a su madre quien le dió una mirada confundida. Pero respondió al fin:

—Min DaeHyun y Min YoungMin. —DanA sonrió y JiMin se puso nervioso, era solo coincidencia ¿verdad?