En el reinado del rey Gwangjong, había un secreto del cual nadie estaba enterado, una hija secreta de la reina Daemok.
Había sido criada por unos pocos sirvientes del palacio, adoptando otro nombre, sin tener el apellido real y estando encerrada en...
Desde que Soobin conoció a Chaeyoung no había podido dejar de pensar en ella, tal vez fue la belleza de la chica lo que llamo su atención, pero algo que tenía claro era que, necesitaba verla una vez más.
Mientras los días pasaban, cada mañana iba al lugar donde la vio por primera vez con la esperanza de volverla a ver, pero la joven desapareció sin dejar ningún rastro.
— Supongo que hoy tampoco vendrás — Murmuró en voz baja—
El sol ya estaba en su punto más alto ya no podía esperar más a aquella chiquilla que había captado su atención si fuera por él se quedaría todo el día en aquel lugar.
Pero su padre le advirtió que regresará temprano, ya que habían sido invitados por el rey al palacio.
El padre de Soobin era uno de los militares más conocidos del reino haciendo que su familia se ganara un puesto alto en la sociedad así que no podía desobedecer órdenes.
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Visitar el castillo solo le recordaba una cosa, su futuro, su padre le había asegurado todo desde que nació y siendo el primogénito no podía negarse a nada.
Su vida estaba preparada desde su nacimiento.
— Puedes retirarte, tendremos una plática de adultos — Habló el hombre de baja estatura—
— De acuerdo padre — Hizo una pequeña reverencia para que después retirarse del lugar—
Siempre era igual, las cosas seguían en el mismo lugar y lo que más se veían eran a los sirvientes y empleados del gobierno se había convertido en guardia unos meses atrás tomando un gran cargo gracias a su padre.
Se sentía cansado solamente quería irse a casa y descansar un poco más, pero no podía hacer aquello, el palacio era un lugar que se podría considerar su segundo hogar lo conocía como la palma de su mano.
Sin embargo llegó a un lugar el cual no conocía se encontraba lejos del castillo interno, tanto que casi nadie sabría de su existencia; era una cámara que era separada por una pared del palacio interno se podría decir que estaba abandonada.
Pero la naturaleza tan viva mostraba lo contrario.
Apresuro un poco su paso para descubrir que se escondía en aquel lugar, al poner un pie en la entrada noto que era un sitio que había tomado bastante cuidado.
Una banca estaba situada cerca de una pequeña laguna, estaba rodeado de distintos árboles y flores que causaban que la vista fuese mejor.
De manera lenta subió las escaleras que llevaban a un pequeño ruido que venía de la habitación, en el suelo se encontraban algunas pinturas secándose.
¿Qué persona posee este talento? Se preguntó a sí mismo Soobin.
— No tenemos noticias sobre la señorita Myoui — Se escuchó decir a un hombre —
