— Volveré por ti, lo prometo... te sacaré de este lugar pronto y desapareceremos del mapa ¿de acuerdo?
— Entonces esperaré por ti el tiempo necesario
Un escalofrío pasó por la espalda de la ex-reina, aquel recuerdo que no la había dejado dormir aquella noche.
El clima helado que se colaba en la habitación no ayudaba a aquella noche llena de melancolía.
El sol aún no mostraba ni uno de sus rayos, los sonidos de la madrugada eran los únicos que la acompañaban con sus lágrimas, tanto tiempo había pasado pero no tenía ni una sola noticia.
En aquellos momentos, su subconsciente sabía que era el precio por ser una perra mal agradecida en su juventud.
Aún recordaba aquella voz que la volvía totalmente loca, aquella voz que podría lograr que saliera de aquel palacio sin arrepentirse en ningún segundo.
Su cuerpo aún recordaba las caricias que le proporcionaba, aun recordaba aquellas apasionadas noches, pero nada podía durar para siempre y menos cuando estaba dentro del Palacio Real.
Muchos decían que era mala madre, tal vez lo era realmente, no se dignaba a ver a su primer hijo por el hecho de que se parecía demasiado a su padre, a su primer amor.
No veía a Chaeyoung porque sentía que su corazón se hacía trizas al verla, era como ver la versión femenina del dueño de su corazón.
¿Se arrepentía de haber engañado al rey?
Para nada, no tenía ni una sola idea de arrepentimiento en su alma, porque sabía que había encontrado a su alma gemela, sin embargo, la reina madre nunca la dejaría en paz.
Sabía muy bien que ella era la primera en que insistía de deshacerse de Chaeyoung pero era su hija y no dejaría que la casen con un viejo que solo le atraían las niñas.
Chaeyoung era la pureza en persona, lo sabía muy bien, pero sabía muy bien la debilidad de la reina madre.
Eun Woo, el príncipe heredero quien le guardaba un poco de rencor a su madre por no estar ahí siempre con él.
La mujer lamentaba hacer sufrir a su hijo sin embargo en chico debía entender que la villana de aquel lugar era la Reina Viuda.
— ¡Ella debe merecer un castigo por robar algo del cuarto príncipe! ¡Necesita una lección!
Pero, había sido una completada desgraciada en su juventud, su madre le había enseñado con rudeza, ella misma empezó a aplicarla con sirvientes.
Tal vez era el desahogo que ella ocupaba por tener una madre tan horrenda que la veía como una basura que solo serviría para procrear hijos.
Aunque su cuerpo tenía marcas de pasión y amor puro de dos diferentes hombres, su cuerpo aún recordaba la sangre caer por su espalda.
Heridas pequeñas que no dejarían cicatriz, pero tan profundas para hacerla sangrar.
Aún recordaba con claridad su noche de bodas, si cerraba los ojos y se sumergía profundamente se sentía real.
Pero recordaba con claridad la noche en que descubrieron que había engañado al rey.
— Su majestad, ¿cómo no lo haría? Aunque he sido una buena esposa que ha dado un heredero, después de su segundo matrimonio me ha dejado de lado, he estado tomando té todos los días en mi cámara sin siquiera una noticia de usted, su majestad, encontré a alguien que lleno el vacío de mi corazón
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My Dear Princess ||ᵐⁱᶜʰᵃᵉⁿᵍ
JugendliteraturEn el reinado del rey Gwangjong, había un secreto del cual nadie estaba enterado, una hija secreta de la reina Daemok. Había sido criada por unos pocos sirvientes del palacio, adoptando otro nombre, sin tener el apellido real y estando encerrada en...