My Dear Princess ||ᵐⁱᶜʰᵃᵉⁿᵍ

Capítulo Cuatro

Nerviosa.

Esa palabra era tan poco para la crisis por la que estaba pasando la joven, las cortesanas y el enunco miraban divertidos la escena de la chica ordenando la habitación.

Desde el banquete, Mina se había mudado al palacio para preparaciones de boda sin embargo, esa mañana había llegado un aviso con una sirvienta.

Mina iba a visitarla a su cámara.

— ¿Se ve ordenado? — Preguntó por décima vez—

— Señorita, le hemos dicho diez veces que su habitación se ve bien

— Es la primera vez en una década que alguien además de ustedes pisa este lugar  — Antes de que el silencio se prolongara más hablo nuevamente— Necesito más galletas, ¿pueden conseguirlas?

— Claro que sí, las traeremos de inmediato  — las cortesanas salieron junto con el enunco quien mantenía una sonrisa en su rostro —

Chaeyoung se sentó mientras esperaba pacientemente a que la mayor llegará, sentia el sudor en sus manos, su corazón latía con rapidez; dio un profundo respiro para tranquilizarse.

Cuando escucho que el enunco anunciaba la llegada de la chica, arregló un poco el Hanbok aunque este no se encontraba desordenado.

Al acercarse a la puerta notó a Mina, con ese aire de elegancia que siempre la acompañaba junto a un peinado hermoso que hacía que la belleza de ella se notara mucho más.

— ¡Hola! — Mencionó emocionada e informalmente la menor, causando una pequeña sonrisa apareciera en Mina—
Pasa y siéntate, por favor  —La mayor se sentó delante de Chaeyoung, y el silencio empezó a reinar el lugar—

— Supongo que mi visita es una sorpresa para ti... — Chaeyoung con un poco de prisa se sentó y asintió con la cabeza — Quiero que tengamos una buena relación desde ahora.

— ¡De acuerdo! — Mina miró alrededor de la habitación descubriendo que los libros se apilaban en las esquinas—

— ¿Te gusta leer?

— ¿Estás prestando atención? —Mina notó como Chaeyoung miraba la ventana —

— Por supuesto — Chaeyoung regresó la mirada a su mayor con una sonrisa nerviosa —

— ¿Qué estaba diciendo? — Las mejillas de Chaeyoung enrojecieron de inmediato delatandola—

— Un libro acerca de... — Chaeyoung se quedó sin ideas, bajo la mirada sintiendo vergüenza — ¿Podemos salir a tomar aire?

— Claro, ¿por qué no? — Mina se levantó siendo seguida por Chaeyoung—

Chaeyoung se apresuró a salir del pequeño lugar, sintiendo la frescura que regalaba aquel día.
Una gran sonrisa se formó en la chica, la tensión que había acomulado su cuerpo desapareció en cuestión de segundos.

Mina se sentó en la banca que estaba cerca de una pequeña laguna que había en el lugar, observando la alegría que tenía la chica.

— ¡Lo tengo! -—Mina se sorprendió al  escuchar la energía con la que hablaba Chaeyoung —  Juego de preguntas, hay que conocernos mejor y así no nos sentiremos tan incómodas ante la presencia de la contraria.

Mina lo pensó unos segundos, la idea sonaba interesante sin embargo no quería cometer algún error, quería ser profesional como se lo había recalcado tantas veces su padre antes de llegar a aquel lugar.

— Claro, explícame un poco más del juego —Los ojos de Chaeyoung brillaron en aquel momento pues pensó que le iba a rechazar la idea—

— Tú haces una pregunta y yo la respondo, luego yo hago la pregunta y la respondes, es sencillo y se puede preguntar cualquier cosa —explicaba de manera entusiasmada—

— De acuerdo —Mina pensó unos segundos su primera pregunta— ¿Qué haces en tu tiempo libre?

— Leo, dibujo, a veces escribo poemas y entre nosotras, aveces me escapo al pueblo pero es un secreto —Chaeyoung puso un dedo en sus labios en señal de silencio, a Mina le había parecido extraña aquella respuesta sin embargo no dijo nada en aquel momento— ¿Porqué tú apellido no suena de aquí?...

—Mi padre decidió alianzarse con japoneses, mi madre es de origen Japonés sin embargo fui criada en Goryeo —explicó brevemente mientras la menor formaba una pequeña "o" en su boca — Tal vez mi pregunta puede ser un poco grotesca, puedes evitarla si quieres... — se quedó callada un par de segundos— ¿Por qué...eres la única de la familia real que no tienes el apellido real?

— Uh... — Chaeyoung se quedó callada pensando su respuesta aunque realmente ni ella misma lo sabía —No lo sé, siempre a sido así.

Chaeyoung se encogió de hombros, Mina se dio cuenta que era un tema que no debía tocar el tema de nuevo.

El juego continuó con tranquilidad con preguntas tontas y otras un poco más importantes.

Ambas se habían olvidado de la incomodidad hasta de los pocos temas de conversación que poseía Mina.

El tiempo pasó tan tapido para ambas que no se dieron cuenta cuando el cielo fue pintada de naranja y que era atravesado por rayos de color morado.

En todo ese tiempo, Mina se dio cuenta que Chaeyoung era tan inocente tanto de cuerpo como de alma, y que podría ser una persona a quien fácilmente podrían lastimar.

Su mente formulaba la misma pregunta ¿por qué?.

Generalmente los padres amaban cuando sus hijas derramaba pureza e inocencia, sin embargo en el banquete, el rey ni siquiera presumió a aquella chica de baja estatura como lo hizo con Jisoo, su hija mayor.

Las cortesanas y el enunco de la menor estaban mirando como las dos chicas reían y jugaban.
Aquellas tres personas disfrutaban de ver aquel momento pues era algo que no podían apreciar todos los días.

— Creo que debo irme — Mencionó Mina al ver que su guardia personal estaba en la puerta esperando por ella— Está tarde fue más divertida de lo que pensé, lamento hacer que el inicio fuera aburrido

— No te preocupes por ello, espero que vuelvas mañana.

—Mañana volveré la prometo.

Chaeyoung mantuvo la serenidad hasta que la chica se había ido completamente, espero un par de minutos para que nadie la escuchara.

Miró alrededor  en busca del enunco al cual vio después de unos minutos, con toda la emoción de su alma gritó en dirección al enunco.

— ¡Tengo una amiga! ¿Lo has visto? ¡Logre hacer una amiga!

El enunco y las cortesanas sonrieron al ver a Chaeyoung tan emocionada.

Era verdad, la chica era inocente en todos sus aspectos.