My Dear Princess ||ᵐⁱᶜʰᵃᵉⁿᵍ

Capítulo Catorce

La locura empezaba a mostrarse en el palacio, la muerte del príncipe heredero había afectado profundamente a sus progenitores.

Cuando el pueblo recibió la noticia acerca de la muerte, la preocupación se apoderó de ellos ¿era un castigo por parte de los cielos?

Quien diría que en tan solo una semana el palacio se iba a derrumbar.

Muchos estaban pidiendo que hicieran la coronación del príncipe YeonJun, pero el rey negaba aquello, tan solo había pasado una semana desde la muerte de su primogénito y todo el castillo estaba en investigación, el rey había prometido encontrar quien había matado al príncipe heredero.

Chaeyoung había asistido al funeral de su hermano, aunque no pudo derramar ni una tan sola lágrima nunca había sido cercana al chico y nunca habían mantenido una conversación de más de 5 minutos ¿cómo podía llorarle en su funeral?

Después de aquello esa pregunta quedó en su mente, si un día ella muere... ¿alguien realmente lloraría por ella?
Nunca salía de su cámara por órdenes del rey, pocas personas saben de su existencia y no podía ver ni a su padre ni a su madre.

Nadie podía darle respuesta a aquello, la soledad y el frío viento era lo único que la acompañaba esos días, las visitas habían quedado prohibidas así que ni siquiera podía ver a su Mina.

Los días se habían vuelto lentos y tortuosos para la menor, pero lo poco que lograba animarla era su cumpleaños que se acercaba, posiblemente nuevamente sería ignorado por la familia real pero había algo diferente esta vez.

Podría celebrarlo con las cortesanas, el enunco Kim y su Mina.

Pensar en Mina causaba que la pequeña tuviera sonrojo y sintiera mariposas en el estómago, algunas veces no podía explicar el sentimiento de necesidad que se creaba en su interior por tener a Mina cerca.

Pero solamente quedaba esperar, rogaba al cielo y a los dioses que la ayudaran a escapar del palacio e irse junto a Mina a un lugar muy lejano donde no fuesen capaz de encontrarlas.

Su aparente enfermedad no parecía mejorar según el médico así que si moría Chaeyoung quería aprovechar cada minuto con Mina.

Quería darle los mejores obsequios, las mejores flores, le daría el mundo si pudiera porque Mina merece lo mejor.

YeonJun se encontraba arreglando su Hanbok mientras aún se encontraba sentado en su cama.

La preocupación y el estrés que había caído sobre él después de la muerte del príncipe heredero sólo había podido calmarla Soobin.

— No nos podemos estar encontrando más Soobin...

Después de decir aquellas palabras YeonJun tragó en seco, la reina madre había puesto la mira en él y sabía que era capaz de matar a todos solo por protegerlo.

Esperaba algún ruego del mayor sin embargo esto no sucedió, él simplemente arreglaba su Hanbok mientras se levantaba de la cama.

— ¿Escuchaste algo de lo que dije? — preguntó YeonJun sin quitar la mirada de él—

— Lo escuché su majestad... pero sé que miente usted siempre me llamará

YeonJun quitó la mirada, el mayor tenía razón siempre lo terminaba llamando a altas horas de la noche.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que no notó que Soobin estaba frente a él.

Soobin lo tomó de la barbilla obligándolo a mirarlo, poco a poco se fueron acercando sintieron sus respiraciones hasta que finalmente se convierto en un beso.

Soobin mordió un poco el labio de YeonJun causando que este soltara un leve jadeo y abriera la boca, dando acceso a la lengua del mayor que rápidamente entró en la cavidad del menor.

Mientras aquel beso provocaba sonidos obscenos, Soobin recostó al menor en la cama y su mano libre fue acariciando el cuerpo del menor encima de la tela.

El aire se les termino, simplemente se quedaron mirándose uno al otro, ambos se comían con la mirada, sus ojos estaban llenos de deseo y lujuria.

— Solo... una vez más y te vas de aquí

— Lo que desee majestad

— Debemos convencerlo rápidamente... la coronación de YeonJun no puede tardar

Hablaba la reina madre con su cortesana de confianza, si YeonJun llegaba al trono ya no había nadie más quien pudiera proteger a la pequeña Chaeyoung.

Pero... ¿cuál era ese miedo constante de la reina madre de que Chaeyoung tomara poder?

Años atrás no le preocupaba tanto el tema, pero sabía que el rey ocultaba algo.

El rey pensaba desde años atrás en poner a Chaeyoung en el trono, el matrimonio con el hombre del pueblo cercano era una trampa.

Una trampa para la reina madre, el rey había ocultado muy bien sus sentimientos en todos esos años.

Muy bien sabia la reina madre que en las noches el rey se escurría hasta la cámara de la ex-reina Daemok y no salía hasta la madrugada.

Si tan solo... el cielo escuchará sus súplicas y encontrará una forma más rápido de matar a Son Chaeyoung.

Tiempo... lo que necesitaba era tiempo.

Pero el cielo estaba en contra de ello, matar a la heredera iba a ser más complicado de lo que pensó.