💌Capítulo 5💌

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Minhyo

Estaba tranquilamente rebuscando en mi casillero algunas de las notas de la clase de Biología cuando al cerrarlo me encontré con la persona que más quería ver en el mundo entero.

Pero sabía que algo iba mal. Lo podía notar en esos ojos que me hechizaban.

Guardé la emoción que me provocaba verlo dirigiéndose hacia mí y retomé la compostura, tratando de parecer indiferente.

-Minhyo... ¿Podemos hablar un momento?

Me llamó por mi nombre. Ni siquiera era Minhyo-ah, Mi Minhyo, solo era Minhyo, como si se tratase de una más, del montón.

De lo que siempre me dolió ser para él.

-Claro Yeonjunn...-cerre mis labios apretándolos con fuerza, por mucho que quería decirle el mote que le había puesto tan cariñosamente, mi conciencia me lo impidió-. Claro, Yeonjun. ¿Qué pasa?

-Bueno, es algo serio. -decía con la cabeza baja, mas miraba a los lados con nerviosismo-. Yo te quería decir...

-Vamos, Yeonjun. Puedes decirme lo que sea. -le dije sonriente mientras dolía por dentro-.

Por favor, que no sea lo que estoy pensando. Que lo que vi hace unos minutos no haya sido verdad. Por favor, no...

-Creo que necesitamos darnos un tiempo.

No me dejes.

-¿Y... Por qué piensas así? -algo estaba raro en todo esto. El Yeonjun que yo conozco jamás me pediría algo así. Pero claro, desde que ella llegó no ha vuelto a ser el mismo. Su estúpido primer amor. La persona que me arrebató ese lugar.

-Sé que no he estado para ti últimamente, o para los chicos, y lo lamento, pero necesito un tiempo para aclarar mi mente. Estoy confundido.

Confundido... ¿Por qué? ¿Porque ella llegó?

Antes de que pudiera decirle algo más se marchó.

Mi corazón dio una pausa, tratando de procesar lo que él me acababa de decir.

"Creo que necesitamos darnos un tiempo."

Mis notas cayeron al suelo, y yo me mantuve inmóvil por unos minutos.

Todo era como al comienzo. Como cuando no sabía de mi existencia.

Una vez más yo era la chica de las notas desparramadas por el suelo, volando, y él el chico popular que se había marchado, adueñándose de mi corazón.

Durante el resto del día ni siquiera le presté atención a las clases, o a los chicos, aún cuando trataron de animarme. Solo sonreía, vacía por dentro, dándoles sonrisas falsas. Lo único que quería era que acabara el día, llegar a mi casa, tumbarme en mi cama a llorar, con la esperanza de que todo esto, de que mi Yeonjunnie había cambiado, y me había dejado, no era más que un mal sueño.

Al sonar el timbre me fui corriendo, y aunque Somi me gritó para que la esperara e irnos juntas, no la escuché, o al menos fingí no hacerlo.

Quería estar sola. Y así pensar en todo lo que vivimos.

Ni siquiera saludé a mis padres, fui directo a mi cuarto y puse el cerrojo. Pese a que mi madre tocó varias veces con la esperanza de que yo comiera, no lo hice. No tenía ánimos de nada. Desde hacía unos días era así, la ignoraba cuando me preguntaba: "¿Y Yeonjun cuando vendrá por acá? Y le contestaba que luego, que estaba ocupado, a pesar de que en el colegio ni siquiera cruzábamos miradas.

"Comenzó con una carta" ¦Choi Yeonjun¦ ✔️ [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora