💌Capítulo 7💌

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Minhyo

Después de lo planeado el día anterior con los chicos, llegamos a la escuela con el objetivo de encontrar alguna pista de lo sucedido entre Yeeun y Yeonjun en el pasado, y Somi era nuestra principal arma para ejecutar dicho plan.

Sin embargo, y aunque me emocionaba el apoyo de los chicos y me intrigaba saber la verdad, concentrándome en eso, mi corazón no compartía las mismas ideas que mi mente. Estaba pensando en algo más.

Me fijé que en los murales donde siempre ponen las informaciones de los clubes como deporte o teatro, que Yeonjunnie había decidido quitarse. En clases, ya no participaba y me dolió muchísimo cuando sin siquiera mirarme a los ojos se cambió de puesto, preguntándole al profesor si podía hacerlo, al parecer no quería sentarse a mi lado, no tenía sentido ahora que no estábamos más juntos, pero, joder, los chicos también son sus amigos, así como los míos, tiene que convivir con ello. Pero no. Decidió sentarse detrás, al lado de Yeeun, igual que en la cafetería, era como si solamente pudiera estar con ella, como si le hubiese prohibido andar con nosotros.

Pero gracias a Dios tenía a los mejores amigos del mundo, y al menos no estaba sola, ellos estaban a mi lado para cuidarme.

Somi

-¿Entendiste lo que tienes que hacer?

-Que sí, que sí, no soy tonta. -le decía a Beomgyu poniéndole los ojos en blanco-.

-A ver, y, ¿qué es? -decía sonriente Tae de brazos cruzados-.

-Os odio, a todos, por hacerme esto y por tratarme como si fuera pendeja. -dije haciendo un puchero-.

-Es que eres pendeja. -soltó Minhyo-.

-Tía, vamos, que si me lo dicen estos caras de almorranas pues me lo espero, pero, ¿tú? ¡Eres mi mejor amiga!

-Por eso.-me dijo sacándome la lengua-.

-Vale, repasemos el plan por última vez.-dijo Kai esta vez-.

-A ver, plastas, antes de ir al entrenamiento, mientras estemos en los vestuarios, vigilar cual es el casillero de Yeeun, y antes de que se vayan todas, decir que me quedaré un momento para atarme los cordones.-les dije señalándome los pies-. Y ahí hacer mi obra maestra, que aprendí viendo la última peli de espías esta que salió, ¿cómo se llamaba?

Todos me miraron con cara de: ¡CONCÉNTRATE!

-Ok, sigo. Y abrir su casillero con mi gancho de pelo. Revisar este y su mochila y ver si así encontramos algo.

-Perfecto mi niña, mucha suerte.

-Espero que todo se dé amor.

Comencé a besarme con mi gordito y los chicos solo se aclararon la garganta.

-Ahora sí, vamos allá.

Me encontraba en los vestuarios de las chicas cambiándonos para ponernos la ropa de deportes y así ir a entrenar al área de ejercicios, y más tarde a la cancha.

Me senté en un banquillo y sin que nadie me viera quité el nudo de mis cordones para tener la excusa de que "tenía los cordones desatados", subiendo mis piernas al banquillo para volverlos a anudar, por lo que le dije a las demás chicas que me demoraría un poco más, que las alcanzaba luego. Yeeun me miró extrañada, como si de alguna manera se oliera lo que estaba tramando con los chicos, y yo esquivé su mirada, pero al parecer decidió no darle importancia al final, y suspiré aliviada.

Me puse de pie, estirándome un poco y con mucho cuidado de que nadie me estuviera observando comencé a mirar los casilleros, tratando de encontrar el de Yeeun, que por suerte al tener las etiquetas fuera, no fue tan difícil de hallar.

Me quité una de las horquillas que siempre llevo en el cabello para evitar que se me salgan algunos pelitos "salvajes", y la introduje al candado a ver si se podía escuchar el tan esperado "click". Me pasé unos minutos en eso, las manos me temblaban, temía tanto que me encontraran haciendo esto, pues el castigo sería tan grande, que no podría acabarlo aún si muriera trabajando en esta escuela.

-Ábrete, mierda, por favor...

Quizás fue Dios que me escuchó, quizás era que el gancho había logrado entrar, no lo sé, el punto es que se abrió el maldito candado, y me hizo sonreír.

-Bueno, veamos que tenemos por aquí.

Me puse a registrar su casillero de arriba a abajo, incluida su mochila, y justo cuando mis esperanzas estaban empezando a desvanecerse, algo cayó al suelo, al parecer de la mochila, casi no lo llego a notar.

Se trataba de una especie de bola de papel, por lo que la tomé entre mis manos y la abrí cuidadosamente para leer su contenido. Se veía algo estrujada, y malgastada pues las esquinas eran demasiado frágiles, como si llevara años de haber sido escrita. Era una nota.

"No tiene sentido seguir viviendo. Solo quiero morir, sé que así descansaré finalmente en paz. Mis días aquí han sido una tortura. Me han hecho bullying sin razón. La chica que amo no me ama, y lo peor es que está con mi agresor y le da órdenes . Yeonjun y Yeeun, todo esto es vuestra culpa".

-Hwiyoung.

No podía creer lo que veían mis ojos.

¿Yeonjun...estaba implicado en la muerte de una persona?

¿Qué mierda sucedió en Daegu?

Esto Minhyo debe de saberlo.

Nota:

No me gustó mucho como quedó este capítulo pero ya quería subirlo porque los he dejado sin él desde hace unos días. Se lo merecen por ser los cocodrilos más geniales del mundo mundial. ❤

Espero que les haya gustado, tengo mucho sueño, quizás lo edite más adelante, pero creo que ya se entendió el tema del capítulo. Los próximos están muy candentes.

Os amo! ❤

"Comenzó con una carta" ¦Choi Yeonjun¦ ✔️ [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora