Falta tan solo un día.

1.2K 159 191
                                    

Me encuentro aquí en el comedor nuevamente acompañado por mi fastidioso prometido y sus padres, Dios mío, si no fuera por mi padre ya me habría ido hace mucho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Me encuentro aquí en el comedor nuevamente acompañado por mi fastidioso prometido y sus padres, Dios mío, si no fuera por mi padre ya me habría ido hace mucho.

—"Mierda, que aburrido estos viejos solo hablan de negocios, voy a morir a este paso"—. Si, Killua solía exagerar, pero ¿Pueden culparlo? Estar en medio de una sala con 4 viejos hablando de cosas aburridas, y además su prometido que cada que puede le toca una pierna o algo así, cosa que le desagrada, y lo aparta de un manotazo.

—Y dime Killua ¿Tu que piensas sobre nuestros soldados? Siempre nos dicen que son de los mejores, pero quiero escuchar de tu opinión—.

... ¿Por qué? A él le importa una mierda todo eso.

Además ya ha visto a sus soldados y no le parecen la gran cosa, de hecho, él podría matarlos a todos en cuestión de segundos.

En su completa y sincera opinión son unos bastardos creídos muy inútiles, con una muy ingenua visión, creyendo que se pueden comer el mundo solo por portar una linda espada y una "reluciente armadura", eso es pura mierda.

Claro que él no puede decir eso ni en sus sueños.

—¿Yo? jajaja, no me haga reír solo soy un príncipe no tengo derecho ni la habilidad como para poder construirle una crítica, aunque, le diré que parecen fuertes, pero...  claro que yo creo, no se ofenda, algunos no están en total forma, digo por lo que vi—.

Killua en un principio no iba a decir nada mas que él era un idiota sin cultura y con falta de experiencia en ese campo y que por lo tanto no podía opinar, aunque esto es mas por su lugar allí. Es el que menos poder de hablar posee de todos modos.

Pero como saben él es un hombre bastante arisco y no aguanto las ganas, así que sin pelos en la lengua sutilmente les dijo que sus soldados vayan a correr por qué algunos eran unos gordos de mierda y otros unos macizos sin cerebro.

—Oh, creo que tienes razón algunos no están en su mejor condición, gracias lo tendré en cuenta—.

Eso es lo que dijo el Rey extranjero, pero su cara de pocos amigos no decía lo mismo, creo que no hace falta decir que clase de mirada le dedicaba Silva a su hijo.

El solo quería que todo se acabara.

Estar con Gon le resultó mas divertido que todo esto.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Príncipe y el Ladrón (Gonkillu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora