El Príncipe y el Ladrón (Gonkillu)

Un amigo muy audaz

—¡PADRE POR FAVOR SE LO PIDO, SI NO ME VAS A DEJAR OBJETAR, AL MENOS DILE QUE SE VAYA, NO QUIERO QUE ESTÉ AQUÍ, VAMOS TE LO RUEGO!—.

—KILLUA, no tengo tiempo para tus berrinches, madura de una vez, es tu prometido, trata de ser amable y encantador como se te enseñó, llévense bien así cuando sea su turno de reinar se lea dificulte menos—.

—¿Cómo quieres que me lleve bien con una persona como él? Literalmente se tira a cualquier persona que entre en sus gustos, me desagrada—.

—Killua Zoldyck, no hables así de tu futuro esposo, no hables de el como si fuera un bastardo—.

—Como si no lo fuera—. Susurró por lo bajo el albino menor, lastima que su padre tiene buen oído.

—No, no lo es, Tal vez si fueras mas como él tu tampoco serias un bastardo—.

—si, si, lo se, soy una vergüenza para la realeza, no respeto a mis superiores ni respeto la jerarquía, y bla, bla, bla ya me lo has dicho muchas veces—.

—Killua, él se quedará aquí contigo todo el mes, él mismo me lo pidió, yo acepté, fin de la discusión—.

—Pero—.

—Nada de PEROS, bien, ya que acabamos con este asunto, recuerda que no estaremos los próximos dos días, me llevaré a tus hermanos y tu madre para una cena con alguien importante, ya sabes por que no puedes ir así que ahorrarte tus pedidos—.

—si, lo se—. "Ni que quisiera ir".

—Bien, nos vemos en dos días hijo, todos me están esperando para partir—.

Killua solo suspiró frustrado, mientras veía como su padre se iba lentamente dejándolo solo en su habitación, él muy desgraciado ni siquiera le dejo despedirse de su abuelo ni de su hermana—.

—Tch, maldito viejo—.

—"Bueno si él no está será más fácil salir de este lugar"—.

Si, definitivamente ese día se encontraría con Gon. Puede que aún no se conozcan mucho pero le cayó absurdamente bien, de alguna forma le gustaba la compañía de aquel chico raro.

—Pfff, su pelo es raro y gracioso, aún que  es algo adorable—.

Desde que lo conoció no dejo de pensar en su nada natural pelo, como era su cabello capaz de desafiar las leyes de la gravedad, enserio ¿Acaso era un mago? No ya había visto un mago y no tenía pinta, aunque no hay que juzgar un libro por su portada.

—Tal vez si sea un mago y use su magia para hacerle eso a su cabello, me preguntó como se sentirá tocarlo ¿Cómo una escoba?—.

—"Bueno no importa, ahora solo tengo que largarme de aquí y cerrar mi habitación con llave, nadie entra sin mi permiso, si no escuchan un "pase" asumirán que los ignore o estoy durmiendo"—.

—Pequeño Zoldyck ~ábreme, tu esposo quiere pasar tiempo contigo~.

—"Diablos, me había olvidado del mierdas este ¿Cómo MIERDA salgo ahora sin que él note mi ausencia? El hijo de puta no dudara en delatarme"—.

-Mierda, mierda, mierda, mierda—.

—¿Mierda qué? Sabes no importa, solo ábreme—.

—¿Ah? ¡Ah! Si ya te abro, pero si intentas algo te voy a patear en las bolas—.

—Qué vocabulario mi príncipe—.

—¿Y tu qué? ¿Eres un santo acaso?—.

- Ábreme de una maldita vez Killua Zoldyck—.