El príncipe YoonGi se enamoró de la chica con la que bailó aquella noche.
Juró casarse con la dueña de la zapatilla.
---Si eres mi hada madrina ¿Por qué me pusiste un vestido para ir al baile? ¡No soy una niña!
JiMin era el dueño de esa zapatilla.
♪...
Lia se sostenía en el brazo del soldado a su lado, caminaba hacia el corcel y el resto de los soldados que la escoltarían hasta el castillo.
SeokJin soltó la flor entre sus brazos, se había ido tan solo unos momentos a comer y ahora todo parecía una pesadilla.
Voló y observó la zapatilla, se suponía que esta nunca le calzaría a otra persona que no fuera JiMin, entonces, ¿Qué pasó?
Todo este asunto le estaba haciendo recorrer un escalofrío horrible.
A NamJoon tampoco le cuadraba del todo, ella no reunía las características que él en persona había notado aquella noche, bien podría haber usado una peluca pero también estaba la hipótesis de que la zapatilla podría calzarle a cualquier dama, solo quedaba llevarla ante el príncipe y que este la reconociera.
Se detuvo para hacer el conteo oficial de todos los soldados pero faltaba uno, nadie sabía el paradero de este así que mandó dos soldados para que fueran a buscarlo, le daría un buen castigo por desobedecer órdenes, quizás le haría limpiar el establo de los corceles.
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JiMin logró abrir la ventana que estaba algo deteriorada por el tiempo, quiso bajar usando una cuerda improvisada pero al darse cuenta de que le faltaban algunos metros se dió por vencido.
Llamó a su hada madrina pero está nunca llegó, no debió haberlo llamado loco.
Cabizbajo se puso a cantar para calmarse y poder pensar en otra solución pero su canto llegó hasta los oídos de un curioso intruso que quedó cautivado y emocionado porque la había reconocido.
Era el tono de voz de su amado.
---¡JiMin, te encontré JiMin!--- gritó para que lo escuchase.
El pelirosa miró hacia todos lados encontrándose con la imagen del hombre que le robaba los suspiros esperándolo abajo vestido con un traje militar.
---¡Baja, por favor!--- el príncipe Min no entendía que significaban todos aquellos retazos atados que intentaban simular una cuerda.
---N-no puedo...
---¿Por qué? Vine a buscarte y ahora que al fin te encuentro, ¿no quieres venir conmigo?--- su corazón dolía, lo quería en sus brazos justo ahora.
---Si quiero, pero...
---¿Pero qué amor mío? ¿Qué es lo que te detiene?
---La puerta, estoy encerrado, a-además ya encontraron a la dueña de la zapatilla.
---¿De qué hablas? Pero si tú eres el dueño.
---Solo cásese y sea feliz.
---¿Y crees que voy a serlo sin tí?
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SeokJin estaba furioso, encontró el pequeño camino de gotitas de sangre que llevaban hasta los pies de la supuesta dueña de la zapatilla.
Voló hasta la persona que creyó era la de más alto rango y agitando su varita soltó polvillo para que este estornudase y se agacahara.
NamJoon no sabía lo que sucedía, quizás alguna de las flores de aquél jardín era la causante de aquellos estornudos incesantes.
Trató de sacar su pañuelo pero este cayó al suelo, cuando lo levantó algo en el mismo llamó su atención.
Su ceño comenzó a fruncirse y ordenó q uno de los soldados que bajaran a la muchacha.
---¡Disculpe, ¿qué cree que está haciendo?!--- JiEun se mostró sorprendida ante el acto ---¡¿Por qué osan bajar del corcel a la futura reina del reino Min?!
---¿Reina o impostora?--- NamJoon en persona se acercó a quitar la zapatilla descubriendo que sus sospechas eran ciertas.
El pie de la joven frente a él había sufrido una reciente amputación del pulgar.
La venda aún sangraba.
---Usted no es la dueña de la zapatilla.
---¡Pasará el resto de sus días en un calabozo por difamar a la futura reina!--- JiEun se acercó a enfrentar a NamJoon ---¡Mi hija sufrió un accidente previo al baile real, si quiere pruebas aquí está la otra zapatilla!
El hada madrina no podía creerlo, esa horrible mujer iba a ir tan lejos con tal de volver a tener dinero. Si ella tenía la otra zapatilla significaba que se la había arrebatado a JiMin.
Emprendió vuelo encontrándolo tratando de bajar una cuerda improvisada y debajo de él se encontraba el príncipe esperando para sostenerlo en caso de que este cayera.
No perdió más el tiempo y se hizo presente frente a ambos, agitó la varita y JiMin flotó hasta estar finalmente de pie en la tierra, se ahorró las explicaciones al príncipe y solo comenzó a jalar los brazos de ambos hasta la escena de la que hasta el momento no tenían conocimiento de que se estaba sucitando.
SeokJin desapareció y ahora eran solo ambos frente a la multitud que al darse cuenta de su presencia voltearon a verlos.
---¿Príncipe Min, qué hace aquí?
---¿Qué es lo que están haciendo todos ustedes?
---Encontramos a la dueña de la zapatilla, la señorita Lia estaba apunto de ser escoltada al castillo.
---Ella no es la dueña de la zapatilla, en realidad es...--- YoonGi fue interrumpido por JiMin.
---Soy yo, yo soy "la dueña" de la zapatilla--- habló el pelirosa sin titubear
---¡Pero que osadía, un simple sirviente no podría ser dueño de la zapatilla!--- JiEun no podía dar crédito a lo que veían sus ojos, su hijastro estaba retándola.
---Permítame demostrar que esa zapatilla es mía, por favor...
El cabello pelirosa parecía natural, las facciones de su rostro coincidían con la persona a la que vió la noche del baile.
Pero para estar seguros, no era malo darle las zapatillas.
¿Verdad?
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El final la siguiente semana por el mismo perfil y a la misma hora \°∆°/
