El príncipe YoonGi se enamoró de la chica con la que bailó aquella noche.
Juró casarse con la dueña de la zapatilla.
---Si eres mi hada madrina ¿Por qué me pusiste un vestido para ir al baile? ¡No soy una niña!
JiMin era el dueño de esa zapatilla.
♪...
---Solo tenemos esta zapatilla mi señor--- NamJoon hizo pasar a un sirviente que mantenía la zapatilla de cristal sobre un pequeño cojín de fina tela.
---Mi hijo está completamente destruído, se niega a salir de sus aposentos, esto es completamente ridículo--- sobó sus cienes con la yema de sus dedos, su hijo jamás se había comportado de esa manera, no entendía que fue lo que le hizo aquella jóven ---¿Crees que haya sido hechizado?
---No hay registro alguno de ella en la lista de todas las asistentes su majestad.
---¿Entonces, pertenece a otro reino?
---Es lo más probable, llevaba un vestido como ningún otro, ciertamente era un diseño muy costoso así que podría ser de la realeza, sin embargo, los guardias reportaron que solo vino con dos acompañantes; un paje y su conductor.
---Debe ser la hija de alguna persona adinerada.
---O también cabe la posibilidad de que sea parte de las personas de nuestro pueblo y haya fabricado su atuendo por su cuenta.
---Tienes que encontrarla.
NamJoon abrió sus ojos como platos, esa era una tarea imposible.
---P-pero mi señor no sabemos nada acerca de ella y-
---Tienes la zapatilla, mi hijo juró casarse con la dueña de la zapatilla--- chasqueó los dedos y uno de sus servidores apareció ---Ve y pide que publiquen un comunicado real, el príncipe se casará con la dama a la que le calce la zapatilla--- el hombre hizo una reverencia y se retiró acatando la orden.
---Su majestad, debo protestar, debe haber un sin número de mujeres a las que le quepa la zapatilla.
---El príncipe ha dado su palabra y yo he dado la mía, si no la encontramos en este reino será en el siguiente y seguiremos sin parar ¿Comprendes mi buen amigo?--- El rey se levantó y palmeó la espalda de NamJoon ---Además, tú estarás presente y podrás comprobar si efectivamente es la jóven que andamos buscando. Pondré toda mi confianza en tus manos.
---Si, mi señor.
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JiEun se encontraba en la taberna de mala muerte por segunda vez, entró furiosa a la habitación del segundo piso en la que encontró al hombre durmiendo.
Tomó uno de los tarros con licor que estaban junto a una mesa y dejó caer todo el contenido sobre el rostro del sujeto.
---¡Eres un estafador, mentiroso e inútil!
---¡¿Pero qué demonios mujer?!--- el hombre se levantó exaltado y comenzó a toser porque parte del líquido entró por su nariz, cuando ya se hubo calmado se acercó a la mujer amenazante.
---¡Esta misma mañana ese gusano seguía vivo! ¡Incluso me dió los buenos días!--- arrojó el tarro contra el suelo en un ataque de rabia.
---¡No sé de qué demonios estás hablando, yo mismo lo dejé caer por la ventana! ¡¿Acaso no era el joven de cabellera rosa?!--- con dos pasos se puso en frente de JiEun mirándola despectivamente ---¡Yo completé mi trabajo, si el chico dejó a algún doble o tenga un hermano gemelo no es mi problema!
