¿Ceniciento?

Diez

¿Enamorado?

No podía comprobarlo a ciencia cierta pero la verdad era que el tiempo parecía eterno mientras escuchaba esa dulce voz respondiendo a sus preguntas, esa hermosa cabellera de color inusual brillando a la luz de la luna, esos dos orbes en los que se veía reflejado y esa dulce sonrisa cada vez que él tartamudeaba por los nervios.

---¿Entonces tus dos ratones amigos logran entenderte?

---Si, no exactamente a cada palabra pero la mayoría del tiempo siempre están a mi lado--- JiMin se sentía a gusto, adoraba que lo escucharan y le prestaran atención, sin embargo, sentía que traicionaba la confianza de su oyente.

---Eres una joven muy interesante JiMin--- las mejillas de YoonGi se tiñeron de un rojo tenue y posó su mano sobre la contraria con delicadeza.

--- Ummm...--- La angustia lo carcomía por dentro, debía decirlo ---Usted... ¿En verdad me ve como una mujer?

YoonGi lo miró confundido pero aseguró más su mano con la contraria ---Si te refieres a madurez créeme al decirte que eres eres una joya invaluable entre un mar de piedras preciosas de imitación, tu carácter es precioso y perfecto, y también-

---N-no, yo no me refería a eso--- su corazón palpitaba frenético por los nervios ---Yo no soy una-

Y recibió los labios suaves de su acompañante en los propios, cerró los ojos dejándose llevar por el lindo sentimiento que se alojaba en su pecho.

Pero estaba mal, estaba muy mal.

Se separó y sus lágrimas comenzaron a salir, YoonGi se asustó porque creyó haber cruzado una línea delgada y ahora la linda muchacha frente a él se había asustado.

---Lo siento, no quise asustarte, por favor no te vayas--- apretó el agarre en las delicadas manos de la joven y su rostro cambió a uno de súplica.

---¡Soy un hombre!--- exclamó quitando sus manos y comenzando a alejarse del jardín, sus manos pasaron por sus mejillas para limpiar las lágrimas sobrantes, quizás ya era hora de regresar.

El príncipe se había quedado pasmado, ¿Era cierto eso? ¿La bella joven era en realidad un "él"?

Paso la yema de sus dedos por sus labios, había besado a otro hombre y le gustó.

Se levantó del lugar en donde se encontraba sentado y corrió para dar alcance a la figura que estaba a punto de cruzar la puerta para regresar al salón.

---¡Espera! ¡Por favor espera!--- el muchacho ya había cruzado la puerta y lo perdió de vista. Pasó por la multitud e ignoró a las damas que pedían bailar con él con cortesía.

JiMin buscó con la mirada a su madrastra pero no la vió por ninguna parte, entró en pánico y se apresuró a salir del lugar.

---¡JiMin! ¡Espera! ¡No te vayas por favor!--- sostuvo la mano del muchacho y recobró el aliento.

---¡Suélteme, debo irme!--- JiMin tiró de su mano sin exito.

---No te vayas, ¿Por qué debes irte? Quédate...

---E-el príncipe, tengo que ver al príncipe--- con esa escusa logró zafar su mano y comenzó a bajar las escaleras a la mayor velocidad que sus pies con las zapatillas de cristal le permitían.

---¡Pero yo soy el príncipe!

JiMin se detuvo un momento por la revelación.

¡El príncipe Min lo había besado!

¡El príncipe Min corría tras él!

¡El príncipe Min en persona!

Volvió a bajar con prisa, había arruinado todo, probablemente le cortarán la cabeza por la gran ofensa.