Capítulo 12: Perdir permiso para no pedir perdón

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Hay una 1 cosa que jamás le voy a perdonar a N: Haberme usado sin pedirme permiso ni perdón.

Hace mucho tiempo me explicaron una cosa que, en definitiva, deberíamos aplicar para todo:

"¿Te sabes ese dicho de que es más fácil pedir perdón que permiso? Bueno, yo no estoy tan de acuerdo porque me parece relativo. Si estamos muy seguros y claros de las consecuencias que traerán las acciones que vayamos hacer, debemos meditar si es positivo o negativo en niveles altos. Por ejemplo, sí sé que después de esta noche te dejamos peor a como viniste es necesario pedirte permiso para que tu también estés consciente de tus actos. Es eso: el permiso es para ser conscientes. En cambio, el perdón es para cuando no fuimos conscientes e hicimos daño"

Pues, después de muchos meses sin saber de N, él me escribe por Instagram una noche y lo que empezó como una conversación inocente y bastante trivial, se convirtió en una lista de confesiones post drama personal. No recuerdo exactamente lo que me dijo pero si recuerdo mi reacción de "¡Lo sabía!" y me emocioné tanto en no haber estado loca y de que todo lo que él me transmitía era cierto.

La conversación siguió y siguió, hasta convertirse en un sexting por 1 semana... Intenso. A pesar de que era algo a distancia, me sentía satisfecha de que en otras circunstancias pudo haber pasado algo lleno de pasión y lujuria sin tanta culpa. Fue exactamente una semana de fotos, videos y textos bien explícitos que en muchas noches - y días - en la soledad de mi cuarto - o en lugares públicos - me daban placer.

Un día, después de esa semana, todo cambió. La intuición de la mujer no falla jamás y algo me decía que todo lo que pasó esa semana fue un error.

Así fue, a partir de ese "día después" N ya estaba saliendo con otra...

No hubo de su parte un "aviso", un comentario al respecto... sabiendo las cosas entre él y yo no hubo una petición de "permiso" y yo hubiera estado más clara de las cosas.

Y una vez más me sentí usada, como siempre, pero esta vez no hubo ni permiso, ni perdón.

-- Capítulo 12: X --

Querido diario:

¿Es posible tener dos emociones al mismo tiempo? Sí.

A mí me enfurece estar triste o deprimida, no puedo estar totalmente triste porque me fastidia así que también me molesto por eso. Cuando JC me dijo esa chorreada de babas para "terminar lo nuestro", entré en un foso profundo y tenía demasiada impotencia por ello. ¡No sabía qué hacer!

Iniciaba el semestre en la universidad y yo solo pensaba en el trajín que me esperaba en la noche los próximos 5 meses y medio, soportando toda la gente en la cola para subir y bajar de la universidad. Sumida en mis pensamientos y escuchando música en plena cola para tomar el bus, alguien me toma por la cintura y me quita un audífono de la oreja:

- ¿Esa es tu cara o tu culo?- Me da un beso en la mejilla. ¿Se acuerdan del chico del ascensor?
- ¡Ah! ¡Pero mira quién vive! - Sonrío ampliamente y lo abrazo. - ¿Qué haces haciendo cosas de pobres?
- Mi carro se lo presté a X - Se refería a su hermosa y misteriosa compañera

Se quedó conmigo, conversamos y subimos juntos a la universidad. Me contó todas las aventuras que habían tenido durante el receso universitario y yo le conté mi drama amoroso.

- Yo sé qué te puede hacer sentir mejor. Eres demasiado pesada cuando estás despechada, ¿te lo han dicho?
- No, pero gracias por la sinceridad. ¿Cuál es el plan?- Me muestro interesada mientras atravesamos el campus.
- El plan que se me ocurre ahorita es encerrarnos en un ascensor pero sé que me dirás que no, así que le dije a X que nos viniera a buscar- Me dice peinando su cabello sedoso. Realmente era alto, yo siempre tenía que mirar muy arriba para lograr detallar sus gestos; incluso, me preguntaba cómo logré llamar su atención si era como sacado de una serie americana.
- ¿Nos? Yo mañana tengo que trabajar, no me hagas esto.
- Pero si es solo para que la saludes, no seas mal pensada. Te escribo cuando salga, no te vayas sin mi hoy- Me agarra la cara como si me fuera dar un beso en la boca pero termina dándomelo en la mejilla. Se ríe y me grita mientras se aleja - ¿Ves? ¡Tal vez no sea necesario que vayas a trabajar mañana!

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