Capítulo 18: Normalicemos el sexo por despecho

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¿Creían que iba a cometer los mismos errores del pasado?

Sí, están en lo correcto...

-- Capítulo 18: R--

Querido diario:

Cuando estás consciente de todo lo que pasa pero aún así no te importa nada solo que tu sientas, eso te convierte automáticamente en egoísta. Pero, en serio, no me importó.

Mientras esperaba sentada en la cama, R le respondía a alguien un mensaje, ahí supe que era su esposa; él jamás la mencionó como su "esposa" porque se sentía incómodo, pero claro, él también sabía que todo estaba mal.

- Mira, si quieres lo dejamos así y yo regreso a mi casa - Le digo con una pizca de consciencia.
- No, ¿por qué? ¿Te quieres ir?- Deja su teléfono.
- No, no me quiero ir porque ya estoy aquí pero veo que tienes complicaciones- Le digo señalando su celular.

R se acerca a la orilla de la cama, me toma por el cuello lentamente, peina uno de mis cortos mechones de cabello y me mira de manera seductora.

- Me encanta tu cabello.
- Gracias, ya me lo habías dicho.

Hubo un silencio, yo estaba esperando que tomara la iniciativa porque pensé que él estaba más seguro que yo en lo que iba a pasar y así fue. Se tomó su tiempo, yo tenía todo mi cuello estirado porque era demasiado alto, bajó su cabeza a mi altura y me besó; fue un beso tierno al principio y se lo agradecí mentalmente los primeros segundos pero yo me conozco y no quería ternura en ese momento... en ese momento de mi vida. Así que yo tomé su rostro con ambas manos y profundicé el beso y la velocidad del mismo, ahí encendí todo.

Lo halé hacía la cama sin dejarlo de besar, empecé a desnudar su torno y él a meter sus manos debajo de mi blusa.

- ¿Nunca usas sostén? ¿Siempre estás así de accesible? - Me preguntó con la respiración entre cortada.
- Sí, es para que me coman mejor.
- ¿Referencias del Lobo Feroz? - En ese momento su mano se dirigía hacía más abajo.

Yo automáticamente también empecé a quitarle su pantalón...

- Yo quiero...
- ¿Dejar hablar? Sí, por favor - Le digo interrumpiéndolo y besándolo desesperadamente. Había entrado como en trance, tenía mucho tiempo sin tener sexo. Meses porque el último fue N y de cierta manera sentía pena por mi porque tenía toda esa frustración sexual acumulada, tenía mucho tiempo masturbandome por un hombre que se fue, que me hizo sentir mal y mucho menos querida, esto era la recompensa de sacar ese despecho sexual... Moral y sentimental, sabemos que esto no iba a servir.

Cuando R comprendió qué era lo que pedía a gritos en ese momento, tomó por completo el control  y me dejé llevar. La experiencia de sus años se notaban en sus dedos, pues sabía dónde y cómo tocar, aunado a eso yo tenía tantas ganas que estaba muy sensible para cualquiera, así que empecé a disfrutarlo mientras él me decía algunas palabras sucias que ahora no recuerdo... Realmente estaba en trance.

Entramos en un juego de hacernos sufrir en el sentido de que prolongábamos el momento antes del coito, es algo que siempre me ha gustado porque es una manera de disfrutar el preámbulo, más si lo haces con alguien que sabe lo que está haciendo. No nos indicábamos qué hacer porque fue una verdadera conexión sexual, no pensé en nada más y era una clara señal de que era algo que me hacía falta para sacar el dolor que me presionaba el pecho.

A medida que más nos tocábamos, más salvaje se volvía; tanto que cuando apenas logró ponerse el preservativo y me penetró dejé salir cualquier sentimiento. Se lee muy místico o poetico pero así lo sentí, estaba pensando en mi y en mis necesidades. R tuvo la caballerosidad, por así decirlo, de hacerme llegar varias veces... tampoco me preocupé por él, así era mi nivel del egoísmo en ese momento.

Cuando abrí los ojos después de un buen orgasmo, R volvió acariciar mi cabello y me dio un beso tierno... No, ya había visto esta mirada y no.

- Creo que ya debes irte - Le digo de repente, lo tomo por el cuello y lo beso profundamente.
- ¿Esta es tu manera de correrme? ¿Así de sutil? - Me sonríe.
- Si. Son las 3am y ese celular no deja de vibrar, es molesto. - Se me queda viendo serio y luego pasa sus dedos por mis mejillas. Observa mi incomodidad y vuelve a sonreír - ¿Qué? ¿Qué pasa? Te ves muy bonita después de hacerlo, ¿sabes?
- No hagas eso - Le sonrío con amabilidad para poder simular mi incomodidad.
- Ya, déjame ver por qué insisten tanto - Se levanta de la cama y toma su celular, yo hago lo mismo y voy al baño.

Salgo del baño y lo observo, tiene el ceño fruncido y le suelto:

- ¿Qué? ¿Hoy duermes en el sofá? - Me río y agarro su franela que estaba en el piso y se la lanzo. La toma en el aire y se acerca como para darme un beso pero no lo hace y se va al baño. Cuando él sale ya yo estaba vestida.
- ¿Lista?
- Sí, ¿y tu?
- No. - Volteo mis ojos y se ríe.

Salgo de la habitación, cuando íbamos en el pasillo lo agarro de la mano para enseñarle algo a través de una de las vistas del hotel.

- Para la próxima pide esta habitación porque es la que está junto a mi cuarto, es lo más cercano que estarás de mi fun house - Le digo sonriéndole.
- Lo tomaré en cuenta ya que nunca voy a conocer tu mundo, ¿no?
- No seas dramático- Me río.

Salimos del hotel y su taxi ya estaba esperándolo, lo acompaño hasta la puerta trasera del carro y me abraza. Eso también me incomodó.

- Gracias, fue mucho mejor de lo que me imaginé - Me dice con esa cara seductora que me ponía al principio, ahí me di cuenta que es parte de su encanto y eso me hizo sonreír.
- Me avisas si llegas bien. - Le doy un beso en la mejilla.

Llegué a mi casa, me desvestí y me bañé.

No sentí nada, tuve sexo con alguien que no me gusta lo suficiente para sentir algo pero si para hacerme sentir bien fisicamente y desahogarme. Sí, sexo por despecho; incluso no me molestaba que las cosas que me decía o hacía eran para tratar de retenerme, disfrutaba que lo intentara.

Tomé mi celular y le escribí a una amiga:

"Cuando leas esto por la mañana te sorprenderás que me quité el yugo.
Al menos por un tiempo."

Al día siguiente muy temprano me responde:

"¡Eso! POR FIN.
El sexo por despecho también es sabroso :)
Que eso no te avergüence.
Pero, cuéntame. ¿Valió la pena? jajaja"

R no me avisó cuando llegó esa noche, incluso no me escribió esa semana. Le agradecí internamente por eso.

Dos semanas después, mi celular tenía varias notificaciones de likes en mi Instagram y todas eran de R; le había dado like a fotos viejas y más actuales así que le escribí por privado:

"¿Y este acoso a qué se debe? :)"

"Te quería ver"

"Me gusta que tomes esa iniciativa"

Sonrío mientras intercambio mensajes con él, no me responde de inmediato. Empiezo hacer algunas cosas en mi casa, ya era de noche y quería dejar todo listo para el día siguiente, al rato escucho una notificación y como sabía que era R no le respondí de inmediato porque estaba ocupada. Cuando por fin terminé, me lanzo en mi cama, agarro el celular, veo la notificación y quedé en blanco.

Era N.

TU ME TIENES QUE ESTAR JODIENDO.

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