Capítulo 16: La Prueba

105 31 85
                                    

Alelí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alelí

Un par de días antes de La Prueba nos reunimos con los muchachos en el salón Bienvenido a...básicamente a escondernos

—¿Y si la prueba es entrar a una cueva y matar trolls? – preguntó Zinnia.

—¿Los trolls son malos?—preguntó Leo.

—Depende con que pueblo te topes, hay algunos más hostiles que otros —contestó Protea.

—¿Y si nos engañaron y somos el enemigo? —pregunté mirando por la ventana, melancólica.

—Te aseguro que estamos del lado bueno —dijo Serbal sin levantar la vista del libro, suspiré sin apartar mi mirada.

—¿Vamos a estar acá dentro nuestros últimos días? —preguntó Belladona que estaba sentada en una mesita, su mejilla apoyada en su mano mientras con la otra jugaba con su anillo, Zinnia abrazó a Tolimán y comenzó a resoplar:

—¡Vamos a morir! ¡No quiero estar acá! Quiero irme a mi casa y tener problemas que no contengan sangre—

—Nadie va a morir —dijo gentilmente Serbal dedicándole una mirada tierna.

—Pero Belladona dijo...—

—¿De qué me culpás?—saltó la acusada antes.

—Dijiste nuestros últimos días—

—Nuestros últimos días de Protectus, tonta —Zinnia suspiró aliviada, Belladona le blanqueó los ojos, sonreí un poco, me sentía tan cómoda estando con ellos.

—Belladona tiene razón —dijo Salix, todos la miramos confusos, fue instantáneo y coreografiado, casi me río.

—No podemos escondernos hasta que llegue el día y afrontarlo. Podríamos hacer algo—dijo simplemente.

—Sí, en realidad no está mala la idea, necesitamos una distracción —dijo Leo.

—De una, loco, no saben cómo tengo la espalda, deberíamos salir a bailar —dijo Tolimán, casi todos se rieron un poco ante ese comentario.

—Oigan, podríamos salir a bailar —dijo Belladona más entusiasta.

—Bel, no sé si te has dado cuenta pero prácticamente retrocedimos dos siglos en el tiempo, no hay aparatos electrónicos, no hay autos y definitivamente no existen los boliches —dijo Protea.

—Pero debe haber algo con que distraerse allá afuera—

—Podríamos salir a buscar, pero tendríamos que ir encapuchados y tener un límite de personas con quien tener contacto, nos diferenciamos demasiado de estas personas — opinó Protea.

—Eeeeesoooo me sonó a un ¡sí! —gritó Tolimán abriendo los brazos, miré de reojo a Serbal que sonreía, él también estaba de acuerdo.

—Debe ser de noche, cuando todos duerman —opiné.

El Portal (Saga Aeternum #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora