Dos semanas después ,nos llamaron desde la clínica donde me había hecho los estudios, -" él cáncer esta muy avanzado, ya no hay nada que hacer"- . Le dijeron a Azael. Él cortó la llamada en silencio, y por primera vez , mientras giraba para darme la espalda, aprecie como en su rostro se hacia un pequeño mar de lágrimas.
- vete- me susurró. No entendí, su reacción después de todo, la que iba a morir era yo, ¿ por qué se ponía así?...
Salí de su despacho en silencio, pues... ahí habíamos tenido la breve charla con los médicos, ¿ cuánto tiempo me quedaba?, en realidad no lo sabían con exactitud, lo que aseguraban es que con el tiempo avanzaría apoderándose de todo mi cuerpo hasta llevarme a una tumba fría y oscura.
Entré a mi habitación y me acomode en mi cama... pensé las cosas una y otra vez, las horas pasaban pero... ¿ qué importaba?, siempre tuve muy presente, que cada día que pasaba era un día menos y no un día más de vida, para todos es así, incluso para Benjamin button.. (ya saben el caballero que nació teniendo la apariencia de un anciano y murió siendo un bebé). Esa noche, no fue a dormir junto a mi... mandó con Cristal una bandeja de comida, pero yo no tenía hambre, en realidad, me sentía mal... es decir, estaba muy acostumbrada a él, pasabamos mucho tiempo juntos y qué esa noche no fuera asi, era como una tortura.
Habia sido feliz todo ese último tiempo, no podía quejarme. Lo único que pedía era quizás poder compartir hasta mi último día con él, si eso fuera posible.
Me quede dormida esperándolo, al igual que el día después y él que siguió... había pasado una semana pero para mí había sido una eternidad.
Me decidí en ir a buscarlo, le había dado su tiempo... era momento de verlo ya, lo encontré en su oficina observando el paisaje por uno de los ventanales...
- iba a ir a verte- me dijo fríamente.
- ¿ cuándo?...- pregunté sarcásticas.
- arriba, del escritorio hay un sobre, tiene un cheque y unas escrituras... ve y tómalo... y luego vete de aquí- me dijo, tenía un vaso de whiskys en la mano y su voz temblaba, claramente estaba ebrio.
- ¿ a donde voy?- pregunté ingenua.
- a donde quieras, pero lejos de aquí...-
- espera...- pregunté conteniendo las lágrimas- ¿ quieres que me vaya de tu casa, de tu vida?-
- exacto- me dijo.
Cómo les puedo explicar el dolor que sentí ese momento, si fue como sí un balde de agua cayera encima mío pero también fue como un choque eléctrico sumamente doloroso en mi corazón.
No dije nada, me giré y salí de ahí... fui a mi habitación y tomé algunas cosas, como ropa y demás, y me fui deseando que mi muerte llegará rápido, las puertas de la mansión de cerraron detrás mío, esperé un momento, bueno un par de horas en realidad, tenía la esperanza de que corriera a buscarme pero no fue así... entonces me fui, sin rumbo, con el alma desgarrada y sin corazón....
No lo entendí, ¿acaso no me había dicho que me amaba?, ¿tan rápido se le había pasado todo? Me había votado a la basura como un trapo que ya no servía.
Estuve mucho tiempo sentada en la banca de una plaza, parecía mentira todo lo que había vivido, observé a la gente pasar, muchos reían, otros pasaban escuchando música, en su mundo y en el medio de ellos, otra vez me encontraba yo, tan invisible como antes, pero jodidamente rota.
La noche llegó, hacía mucho frío... caminé cuadras enteras, buscando un lugar solitario para descansar, cuándo lo encontré, me deje caer, era un parqué lleno de árboles en uno de ellos me desplome, sintiendo la rigidez del tronco en mi espalda, respiré profundo y dejé salir todo el dolor que tenía dentro, me retorcí en llanto, me estaba desgarrando el alma, ¿ por qué?... me preguntaba...
No tenía a donde ir, tampoco fuerzas para empezar de nuevo, es que ¡Joder! ¿No había sido buena?, ¿por que me dejo?.
Mi querido Azael: lamentó haber frustrado sus planes de tener un heredero, la verdad, la enfermedad tampoco estaba en mis planes, suelo aceptar o solía aceptar, todo lo que el destino me pusiera en mi camino, sin objetar nada, pues supongo qué era parte de mi vida, siempre tuve la esperanza de que todo cambiaría, y llegaste vos ... no se preocupe, si alguna vez piensa en mi, sepa que me hizo muy feliz y lo amé... y lo amo con todas mis fuerzas. Hoy qué, me toca seguir el camino sin usted, me doy cuenta que quizás la enfermedad, no es tan mala... pues, ¿ de que me sirven los años de vida sin usted?... gracias por cuidarme, por hacerme sentir mujer y ser como era conmigo, usted se ha quedado con mis pensamientos y mi corazón...
Su siempre sumisa Rubí...Eso decía ... la breve carta que le había escrito antes de irme, esperando que en algún momento la leyera... esa noche, soñe con él... cada momento que viví desde que entró a mi vida o yo entré en la suya, lo reviví mientras descansaba, él primer beso... ese, por el cuál moría por darle desde el instante que mis ojos lo vieron, si les pudiera explicar lo que sentí en aquel primer encuentro, seguramente hubiese saltado al vacío si me lo pedía, pero esto... era mucho... solo quería dejar de sentir aquel agónico dolor, mi cabeza me dolía por momentos era un príncipe y en otros, parecía no importarle nada...
Si tan solo el destino no lo hubiese puesto en mi camino, si hubiese notado que no era su perfume lo que me atraía a el, si no él... quizás me hubiera ido antes de todo esto, quizás... no... sea lo que sea que pase, no puedo arrepentirme de lo vivido, al menos me enseño como es cuándo una mujer se siente querida.
Si me amaba o no, no lo sé.. pero siempre me trato como si fuera especial que no podía odiarlo por esto.
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EL DIARIO DE UNA SUMISA
RandomElena, es una chica huérfana, la presa ideal para un depredador...