Hola a mi nueva vida

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POV: Harry

Estaba muy emocionado, hoy era el día. Solo tuve que esperar tres horribles días (aunque los mejores en años) con los Dursley. Ya había ordenado mi baúl, estaba en mi cuarto, esperando a que... 

DING DONG 

¡Llegó! Bajé como un rayo a abrir la puerta, empujando mi baúl con todas mis fuerzas. Los Dursley habían estado muy alegres estos días, sumado al ligero miedo que me tenían por ser mago, estos tres días habían sido los mejores en años.

Al bajar, encontré al tío Vernon en la puerta, oculto tras de él, mi padrino, aunque con el pelo más corto, limpio y un rostro más joven. Su rostro no estaba hundido, sino que era hermoso y estaba lleno de alegría, y vestía totalmente de gala. Yo siempre he usado la ropa vieja de Dudley, así que no tenía nada ni cercano ¿Y si me llevaba a una de esas óperas a las que iban el tío Vernon y la tía Petunia?

- Buenos días, vengo por...

- ¡Muchacho!

No tuvo que llamar dos veces. Corrí como un rayo. Después de una muy corta y seca despedida, me encontré caminando por la calle con mi padrino.

- ¿A dónde vamos?

- Bueno, tengo casa propia, Harry, por herencia, pero tengo. Sin embargo, esa casa está muy polvorienta. Mi hermana no quiso ni imaginarse que yo viva ahí, así que mientras sus elfos limpian mi casa, ambos viviremos en su casa

- ¿En la casa de tu hermana?

- Es muy grande, ni notarás que vivimos en la misma casa. Aquí

Habíamos llegado a un callejón Oscuro, nos adentramos en él.

- Toma mi brazo - yo lo hago, confuso - Supongo que nunca te has aparecido, así que te recomiendo que te sujetes fuerte, Harry

Después de sentir como se me retorcieron las tripas, me encontré frente a una mansión con gran jardín.

- Dijiste "Casa grande", no "Mansión" - dije, anonadado

Él se ríe. Seguimos un sendero angosto flanqueado a la izquierda por setos pulcramente recortados y a la derecha por matorrales salvajes de corto crecimiento. El sendero desembocaba en un amplio camino que es cortado por un par de impresionantes verjas de hierro forjado que marcan los límites de los terrenos de la mansión. Mi padrino tocó las puertas de hierro y, para mi sorpresa y susto, estas se retorcieron formando una cara espantosa

- ¡Declara tu propósito! - dice con una voz retumbante y metálica

- Soy yo, Sirius Black. Vivo aquí, verja parlante - dice con tono aburrido

Las verjas se abren, y mi padrino me hace señas para que pase. Dentro de los terrenos hay arbustos y ¿Pavos reales? ¿Quién vive aquí? ¿La reina de Inglaterra? Detrás de unos setos hay una fuente. Seguimos el camino recto de grava que lleva desde la verja hasta la puerta de la mansión, que está elevada del suelo por unas amplias escaleras de piedra. Las ventanas del piso inferior tienen forma de diamantes. Las puertas de la mansión se abrieron a nuestra presencia.

- ¡Llegamos, Cissy!

Nada más entrar en la mansión hay un amplio vestíbulo, pobremente iluminado y suntuosamente decorado, con una gran alfombra que lo cubre en su mayoría. Hay retratos en las paredes, supongo que son de antiguos miembros de la familia.

- ¡Niños, apúrense! - dice una melodiosa voz

Una mujer, ingresa sonriente al vestíbulo, agarrada del brazo de su esposo. Narcissa y Lucius Malfoy.

- ¡Dobby! ¡Linda! ¡Wallas! - tres elfos aparecen a mi lado - Lleven la maleta a su habitación - los elfos, con un sonoros CRACKS desaparecen - ¡Bienvenido, Harry! ¡Bienvenido!

- ¿Señores Malfoy? - digo, anonadado

- Porfavor, Harry - me dice Lucius Malfoy, con una amable sonrisa - Somos familia, dime "Tío Lu"

- Y a mi "Tia Cissy"

- Tío Lu, tía Cissy

- Perdonen la demora - Cassiopeia Malfoy llega corriendo con su hermano.

Ella usa un vestido blanco sencillo, mientras que su hermano se arregla los botones de la manga izquierda. Su hermano tiene la cara más amable que le he visto en años, aunque no es mucho decir

- Hola, Harry - dice Malfoy hijo

- Mal...

- Draco - me corrige - Ya oíste a mi padre, somos familia

- Draco - dije con recelo - Padrino... - digo mirándolo confuso

- ¡Ah! Veras, Harry. Ella es Narcissa Black de Malfoy, mi hermana. Su esposo, Lucius Malfoy, y sus hijos, Draco y Cassiopeia Malfoy. Aunque ya los conoces.

- Harry, cariño - dice tía Cissy - ¿Esa es tu ropa?

- Eh... sí, siempre he usado la ropa vieja de mi primo Dudley - mi padrino me mira como si hubiera dicho demasiado, niega con la cabeza lentamente

- ¡No se diga más! ¡Mañana mismo vamos con Druella Maxime a comprarte ropa!

- Cissy...

- No, no y no. Es un Black

- Bueno - dice tío Lu - Vamos al salón, para charlar

En el vestíbulo hay una pesada puerta de madera con manilla de bronce que conduce al salón. El salón es una sala grande con una hermosa chimenea de mármol trasmontada por una ventana dorada y sobre la que hay un espejo con marco dorado. El suelo está pulido y cubierto en parte por una alfombra; una lámpara de araña cuelga del techo. Hay retratos colgados en las paredes de un color morado oscuro y varias sillas y sillones. Nos sentamos en el salón a charlar un rato. Los Malfoy son más agradables de lo que creí. Draco y Cassie se quedaron conmigo a un lado del salón jugando snap explosivo. Descubrí que Cassie era muy buena, y que su hermano era mal perdedor.

- Haz hecho trampa - le dice a Cassie

- No lo he hecho - dice riendo - No es mi culpa que yo siempre gane

- Amos, el almuerzo está servido

El elfo que vino a avisarnos del almuerzo, no era ni más ni menos que Dobby, pero se veía mucho mejor, mucho más feliz, y con un trajecito negro que le quedaba bien. 

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NOTA DE AUTOR: ¿Qué? ¿Acaso no lo viste venir?

PD: ¡FELIZ NAVIDAD! ¿Les gusta mi regalo?

3) Cassiopeia Malfoy y el cáliz de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora