Practicas

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Practicamos. En vez de ir a comer, buscamos un aula libre en la que Harry puso todo su empeño en atraer objetos. Seguía costándole trabajo: a mitad del recorrido, los libros y las plumas perdían fuerza y terminaban cayendo al suelo como piedras, a mi me iba mucho mejor, yo podía mover los objetos más grandes y pesados, hasta los más lejanos. Le iba tan mal que Harry faltó a Adivinación, como yo a Pociones. No entiendo como Harry dice que el profesor Snape es malo, bastó con que le dijera que, estando tan cerca de la prueba, necesitábamos ensayo ¡Y listo! Tuve dos permisos especiales para faltar a las últimas clases por practicar para el torneo, aunque el profesor Snape no tolera a Harry, no me niega nada. A veces pienso que me quiere como una hija, porque, se podría decir, que hasta me consiente y aconseja como a una. 

A la hora de la cena estaba a punto de tratar de convocar unos panecillos, cuando el profesor Snape nos trajo panecillos y jugo de calabaza. Harry dijo que no comería nada del profesor Snape, que seguramente estaría envenenado. Al final le ganó el hambre y comió algo. Seguimos practicando hasta pasadas las doce, cuando Harry ya se había vuelto muy diestro con el encantamiento. Nos habríamos quedado más, pero apareció Peeves, quien pareció creer que queríamos que nos tiraran cosas, y comenzó a arrojar sillas de un lado a otro del aula. Salimos a toda prisa antes de que el ruido atrajera a Filch, y cada uno regresó a su sala común, bastante contentos con nuestro desempeño



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NOTA DE AUTOR: No tengo forma de escribir nuevos episodios, porque no tengo laptop, pero tengo algunos borradores que espero publicar. Gracias por esperar, y perdonen el abandono. 

3) Cassiopeia Malfoy y el cáliz de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora