Confesiones

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POV: Harry

Los Malfoy tenían fiestas cada tanto, fiestas de gala donde no asistían muchas personas de mi edad, usaba ropa extremadamente elegante y refinada para esas fiestas. Justo ahora estaba en uno, con Sirius al lado, según Sirius "No le molestaba los derechos de los sangre pura, solo que no fueran así para todos". Me zafé de Sirius un rato, para escabullirme tras los miles de pasadizos, tratando de llegar a mi cuarto

- Psss - escucho que alguien me llama

Voltee a todos lados y no encuentro a nadie, pero me vuelven a llamar ¿Viene de un cuadro?

- Por aquí - dice una mano detrás del recién abierto cuadro

El cuadro estaba en una pared estrecha, y la pared en sí se abrió como una puerta. Abrí completamente la pared puerta y me encontré una ventana, abrí la ventana y me asomé al marco

- Sube - me dijo la voz que ahora se hallaba arriba mío

Había una jardinera al lado de la ventana. Me trepé al marco de la ventana, cerré la puerta/pared. Me estiré hacia la jardinera para poder trepar, una vez ahí, cerré la ventana con el pie, y comencé a trepar con mucho cuidado. Una vez arriba me encontré con Cassie, con ese vestido que tía Cissy le había puesto para la fiesta. Con razón no la veía nunca en las fiestas más que al comienzo

- ¿Y? ¿Cómo la estas pasando?

Nos encontrábamos, ni más ni menos que en el techo de la mansión, pero la parte que daba para el jardín de atrás.

- ¿Qué es este lugar?

- Si creces en un lugar toda tu vida, te aprendes todos sus secretos. Veo que no te gustan las fiestas Malfoy, a mi y a Draco tampoco

- Yo no soy un Black, Cass, es imposible que me acople a estas fiestas

- Eres tan Black, como yo Malfoy

- Yo soy el ahijado de Sirius, soy como un hijo adoptado

- Por eso. Esta no es en realidad mi familia biológica, Harry, no sé quienes son mis padres. Es cuestión de acostumbrarse, de carácter

- ¿No eres una Malfoy?

- No he dicho eso, mi corazón pertenece a los Malfoy, pero si te refieres a si su sangre corre en mis venas, no. No le digas a nadie, no me gusta

- Yo...

Vaya. Así que era adoptada. Tia Cissy y tío Lu eran muy buenos conmigo, y si había una posibilidad de devolverles lo que han dado, aunque sea no avergonzarlos, lo haría. En ese momento llega Draco, quien sube con agilidad la jardinera con comida de verdad elevada por su varita

- Pensé que no podíamos hacer magia fuera de Hogwarts - dije asombrado

- Y no podemos, Harry - dice sentándose - Pero hay adultos en esta casa, así que no saben si es su magia o nuestra. Mamá y papá nos dejan hacer magia, así que no hay problema.

- ¡Ah!

- Bueno, traje brownies y demás. Sírvanse

3) Cassiopeia Malfoy y el cáliz de fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora