La hija de Tony Stark (II)

Capítulo 12

Miré a través del otro par de binoculares lo mismo que papá, teníamos que separarnos para poder abarcar más terreno y terminar de una vez por todas con aquel sujeto.

Después de algunos minutos de vigilancia, decidimos bajarnos de aquel árbol sin hacer mucho ruido, ya que la cantidad de guardias era bastante.

—¿Tienes alguna idea? —Me preguntó papá cuando pisamos el suelo

—¿Aparte de la idea de infiltrarnos en la casa de un terrorista? —Le pregunté con ironía, a lo que él me dedico una mirada llena de seriedad— Sí, tenemos que separarnos, eliminaremos más guardias y menos será la probabilidad de que nos atrapen— Le dije

—Entonces andando— Me dijo él con determinación— Nos veremos en la puerta principal

Empezamos a correr al muro que nos separaba del enorme jardín que tenía la casa de aquel demente, en cuanto saltamos el muro cada quien fue por su lado.

Di unos cuantos pasos, cuando encontré al primer guardia, saqué mi pistola y le disparé con las balas de electricidad, el sujeto quedo inconsciente en segundos gracias a la descarga eléctrica que acababa de recibir.

Seguí avanzando por el jardín hasta que estuve cerca de la entrada principal, sin embargo, había tres guardias resguardando la puerta, así que tome de mi pequeño cinturón una de las bombas de humo que había hecho, le quité el seguro y la arrojé justo en el centro de aquellas tres personas, en cuanto la pantalla de humo se formó, no perdí tiempo y saque mi sable de luz para electrocutar a los tres guardias.

Cuando les quité sus armas y me aseguré de que estaban inconscientes, sentí una presencia junto a mí, así que active mi sable de luz y me gire dispuesta a electrocutar a quien estuviera ahí.

—Aleja eso de mí Kate, soy tu padre— Me dijo papá con las manos en el aire y haciendo una referencia a Star Wars

No pude evitar mi risa ante aquello, en segundos desactivé mi sable y lo puse de nuevo en mi cinturón.

—Déjate de tonterías y entremos de una buena vez— Le dije mientras le daba una de las armas de aquellos guardias

El interior de aquella mansión era bastante silenciosa, aunque, lo que parecía ser la sala estaba totalmente desordenada, diablos, hasta había una chica en una mesa, esto sin duda era el panorama de una fiesta de la noche anterior.

Seguimos caminando un poco más hasta que escuchamos voces en una habitación, le dije a papá que hiciera silencio y se pusiera detrás de mí, cosa que obviamente no quería hacer.

Me adentré en aquella habitación en la que había un sujeto de espaldas y una chica que parecía estar bastante ebria, me acerque en silencio hacia el sujeto para que no notara mi presencia, cuando estuve a una distancia aceptable, volví a activar mi sable de luz atacando al sujeto para que cayera inconsciente al igual que todos los demás.

Me quede por unos segundos con el sable activado por efecto dramático, al parecer papá me había estado observando por que de inmediato entró y le quitó el arma al sujeto.

—Desactiva eso antes de que dejes inconsciente a alguien más— Me dijo ignorando por completo a aquella chica ebria

—Hmm, amargado en verdad eres— Le dije imitando la voz de unos de los personajes de Star Wars logrando que él rodara los ojos y siguiera con su camino

Entramos a una habitación gigantesca que tenía muchas cosas relacionadas con el mandarín, vi algunas pantallas con imágenes de transmisiones pasadas, un puesto de maquillaje que me pareció sospechoso y otras cosas más.