La hija de Tony Stark (II)

Capítulo 28

Luego de aquella valiosa confesión de parte de Sitwell, Steve me ayudo a ponerlo de nuevo en el auto de Sam para luego conducir y pensar que podíamos hacer.

Sam iba conduciendo, Steve iba de copiloto y para mi mala suerte, había tenido que ir en la parte de atrás con Sitwell, quien no había dejado de hablar en todo el camino.

—HYDRA odia a los delatores— Dijo Sitwell

—Si no te cayas, te juro que te llevare al edificio más alto que encuentre y te empujaré con una sonrisa en mi cara mientras lo hago— Le dije completamente al borde de cumplir aquella amenaza—, InSight se lanza en 16 horas, se agota el tiempo, chicos

—Lo sé, lo usaremos para liberar el escáner de ADN y acceder a los Helicarriers— Dijo Steve

—¿¡Qué!? —Grito Sitwell—, ¿están locos? Es una terrible, terrible idea— Dijo Sitwell

De repente un sonido en el techo del auto nos alertó a todos, acto seguido vimos como algo rompía la ventana para tomar a Sitwell y lanzarlo frente a un camión que pasaba del otro lado de la autopista.

Sabía que lo que fuera que estuviera en el techo nos iba a asesinar, por lo que me pasé al asiento delantero en el que estaba Steve para luego sentarme en sus piernas y atraerlo conmigo hacia adelante mientras empujaba a Sam con una de mis piernas; ya que el sujeto había empezado a disparar.

Steve quitó una de las manos que tenía en mis muslos para frenar el auto y que el sujeto se bajara del auto, en cuanto vimos hacia el frente, nos dimos con la sorpresa de que el sujeto tenía un brazo de metal. Era el soldado del invierno.

Saque un arma que me había robado de la base de donde habíamos sacado el traje de Sam y me dispuse a apuntarle, sin embargo, no contaba con que un auto nos golpeara por atrás haciendo que soltara el arma.

El auto de atrás nos seguía empujando en dirección al soldado del invierno, quien saltó para volver a posicionarse en el techo del auto, veía como Sam intentaba frenar el auto, pero aquello no servía de nada. Lo siguiente que supe era que el soldado había traspasado el vidrio delantero para arrancar el volante del auto, en cuanto encontré mi arma, disparé hacia el techo en un intento bastante desesperado por hacer que se fuera.

Volvieron a golpearnos después de unos segundos haciendo que el auto empezara a derrapar, por lo que Steve me abrazó a como pudo con la mano en la que tenía el escudo, tomar a Sam con su mano libre y sacarnos del auto con todo y la puerta.

La puerta y el escudo siguieron deslizándose un par de metros después de haber impactado en el suelo, logrando que una vez más cayera sobre mi lado derecho, aunque esta vez no me había dolido tanto porque Steve había amortiguado mi caída. En algún punto Sam se soltó del agarre de Steve, por lo que había quedado unos 2 metros detrás de nosotros.

Cuando la puerta dejo de deslizarse, me levanté lo más rápido que pude ignorando por completo el dolor de mi cuerpo gracias a la adrenalina del momento, cuando estuve de pie vimos como el soldado nos apuntaba con un lanzagranadas, a lo que Steve rápidamente me empujó hacia un lado para que la granada solo lo golpeara a él.

Sam y yo tomamos caminos distintos, ya que se habían bajado unos sujetos del auto que nos había chocado que empezaron a disparar sin compasión alguna.

Sabía que mi arma pronto se quedaría sin balas, por lo que intenté guardarlas para una ocasión que fuera mejor que esta, en cuanto asomé mi cabeza del auto en el que me había refugiado, vi como el soldado me apuntaba, por lo que rápidamente salté al otro lado de la autopista para luego esquivar un auto que venía hacia mí y seguir corriendo para buscar otro lugar para refugiarme; eso fue hasta que el soldado disparo otra granada y exploto el auto que estaba cerca de mí en ese momento, por lo que salí volando en caída libre hacia abajo; por suerte, pude activar la función de gancho de mi reloj y de manera inmediata salió el gancho de mis pulseras, lo que me permitió hacer una aterrizaje normal y seguir corriendo.