La hija de Tony Stark (II)

Capítulo 50

Tres días después...

Unos murmullos a mi alrededor hicieron que quisiera abrir mis ojos, sin embargo, era algo que, al parecer, iba a ser imposible. Decidí entonces prestar atención a aquellas voces.

—Solo digo que ya debería de despertar

— ¿Por qué te preocupas tanto por ella, Cap?

—Me preocuparía de la misma manera si fueras tú, Tony

Cuando escuché aquello, decidí que era momento de intervenir en la discusión con algo clásico de un Stark.

—Ambos necesitan dejarme dormir— Dije con bastante dificultad

—¡Kate!

Lo siguiente que sentí fue alguien encima de mí estrujándome fuertemente, y claro, como era lógico aquella fuerza aplicada me había lastimado, por lo que inconscientemente solté un gemido de dolor para luego intentar revolverme en mi lugar con dolor.

—Lo siento— Dijo la que pude identificar como la voz de Nat

Aquello me había ayudado a empezar a recobrar mis sentidos después quien sabe cuánto tiempo. Abrí mis ojos lentamente debido a la intensa luz que me había estado golpeando los ojos desde hace un buen rato; cuando los abrí, me di con la sorpresa de que todo el equipo, incluyendo a Pietro y a Wanda, estaba a mi alrededor.

—Hola

—¿Cómo te sientes mini Stark?

—Bueno...no me duelen las cejas— Dije para luego reírme y arrepentirme de inmediato por el dolor

—Tómatelo con calma pequeña, fueron heridas graves— Me dijo papá mientras tomaba mi mano

—¡Ultron! —Dije cuando recordé que estábamos en media pelea y me intenté levantar de la cama en la que estaba acostada

—Tranquila, la pelea acabo— Me dijo Steve por primera vez mientras él y papá intentaban que me volviera a acostar

—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

—Tres días— Dijo Thor

—Diablos... ¿Dónde...donde está Bruce, se encuentra bien, está herido?

—No sabemos en donde está, solo que tomó el Quinjet y se fue— Me dijo Nat con más tristeza de la necesaria

—Lo siento— Dije al ver su expresión de dolor—, me alegra saber que todos están bien y, por lo que veo, decidieron quedarse— Les dije a Wanda y a Pietro

—Sí, y gracias por salvarlo— Me dijo Wanda con una sonrisa de agradecimiento sincera

—No hay problema, después de todo, a eso nos dedicamos— Le dije con sinceridad

Aquel simple agradecimiento de parte de Wanda, fue el inicio de una tregua entre los Maximoff y los Stark y la verdad es que aquello se sentía bien. Involuntariamente intenté mover mi cuerpo ocasionando un dolor en mi abdomen logrando arrancarme otro gemido de dolor que no logré reprimir; y claro, eso fue suficiente para hacer que todos decidieran abandonar mi habitación, no sin antes prometer que vendrían a visitarme todo el tiempo.

[...]

Había pasado una semana desde que me habían dejado salir de la estúpida cama de hospital y en ese tiempo algunas cosas cambiaron; Clint había decidido irse a casa y retirarse de los Vengadores; Rhodey, Pietro, Wanda, Visión y Sam habían decidido empezar a entrenar para ser parte de los Vengadores; Nat, Steve y yo éramos los encargados de darles el entrenamiento que necesitaban, ya que los tres habíamos sido agentes de SHIELD.