Capítulo 42

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A través del comunicador que tenia en mi oreja derecha pude escuchar como papá le hablaba a Ultron, quien al parecer sabía de nuestra llegada, por lo que me puse en estado máximo de alerta para poder proteger el Quinjet.

Sabía que lo más probable era que se desarrollara una pelea dentro de aquel lugar, por lo que mientras escuchaba a papá, Steve y a Thor hablar a través del comunicador, decidí hacer que Bruce estuviera tranquilo y que no se concentrara en los posibles escenarios que podían desarrollarse.

—Steve me dijo que te vio a ti y a Nat coqueteando— Le dije con una sonrisa en mi rostro

—Ummm... no, bueno, es solo eso, a ella le gusta coquetear— Dijo extremadamente nervioso lo que delataba sus emociones

—Vamos Bruce, es obvio que ambos sienten algo el uno por el otro, ¿Por qué no haces algo al respecto? —Le pregunte

—¿Cómo Steve y tú? —Me pregunto con una sonrisa victoriosa en el rostro dejándome completamente sin palabras

—¿Qué...? —Le pregunte en un susurro aun sin salir de mi asombro

—Es muy obvio, creen que nadie se da cuenta, pero es todo lo contrario, ¿Cuántas personas te han preguntado si de verdad hay algo entre ustedes? —Me preguntó sin apartar su mirada de la mía

Justo cuando iba a responderle, escuché como Clint intentaba contactar conmigo, por lo que me llevé la mano derecha al comunicador para activar la línea y poder contestar.

—Oye mini Stark— Escuché como Clint me llamaba

—¿Qué pasa Robin Hood?

—Tenemos problemas, la situación se volvió algo tensa, necesitamos que estés lista por si intentan escapar— Me dijo entrecortadamente, supuse que por que estaba peleando

—De acuerdo, dejaré a Bruce en el Quinjet y me pondré en posición por si intentan usar la nave— Le dije mientras veía a Bruce con una mirada seria para luego cortar la línea—, dejaremos la conversación para otro día, por ahora necesito que te quedes aquí— Le dije mientras tomaba mis armas y salía de la nave

No pude escuchar su respuesta ya que había salido corriendo de la nave para poder encontrar una buena posición en la que pudiera custodiar el Quinjet sin ser vista o detectada.

Me oculté detrás de unas máquinas que me daban perfecta vista al Quinjet y justo cuando me disponía a levantar mi cabeza para ver si había algo sospechoso, vi a un chico peliblanco en frente de mí, por lo que de inmediato tomé mi sable de luz y lo encendí.

—No quiero lastimarte— Le dije

—No creo que puedas hacerlo— Me dijo con un acento marcado y una risa sarcástica en el rostro

—No estés tan seguro, muchos me han subestimado y no han vivido para contarlo— Le dije para levantar el sable en su dirección

En el momento en el que iba a atacar, escuché pasos detrás de mí, por lo que me giré para ver de quién se trataba, sin embargo, no pude ver nada.

De repente me encontraba rodeada de gente en lo que me parecía era una fiesta, en seguida pude identificar que estábamos en un salón celebrando alguna clase de evento benéfico. Por algún extraño motivo, aquel lugar se me hacía conocido, pero no sabía de donde; di algunas vueltas al lugar hasta que un sujeto en un escenario me llamó y me pidió subir al escenario.

Mis pies empezaron a moverse en dirección al escenario, aunque mi corazón me pedía a gritos que no lo hiciera; una vez que estuve arriba el sujeto me dio un beso en la mejilla y me entregó una clase de premio, aun sin entender que era lo que estaba sucediendo, observé la inscripción que contenía: "Para la mejor asesina de nuestros tiempos".

Solté el premio por el temor que haber leído aquello me había ocasionado, y la memoria muscular de mi cuerpo se hizo presente al hacerme girar sobre mis talones para ver una pantalla que se encontraba detrás de mí, donde pude ver como asesinaba a mi padre, a Pepper, a Coulson, a Steve, a Obadiah y a David Anderson. Cada asesinato era más despiadado que el anterior, sin embargo, no podía dejar de mirar aquellas imágenes tan horribles frente a mí.

Podía sentir como las lágrimas caían de mis ojos y hacían su camino hasta caer de mi rostro, un escalofrío sacudió mi cuerpo en su totalidad, haciéndome volver a la realidad solo para darme cuenta de que estaba recostada a un árbol en posición fetal con un llanto incontrolable y sin dejar de repetir las palabras "yo los asesiné" una y otra vez sin descanso.

Sentí unas manos en mis hombros logrando sobresaltarme y haciéndome gritar.

—¡NO ME TOQUES, SOY UNA ASESINA! —Grité sin poder controlar mis emociones

—Mini Stark, soy yo, Clint— Me dijo

Me tomó más tiempo del necesario darme cuenta de que la persona que estaba frente a mí no era otro que Barton, quien me miraba con asombro, preocupación y miedo.

—Clint...— Susurré aún con el miedo y el horror presente en cada célula de mi cuerpo

—Eso es, soy yo Kate, no voy a lastimarte— Me dijo mientras se acercaba a mi—, debemos ir al Quinjet, uno de los alterados se metió en tu cabeza Kate, nada de lo que viste es real— Me dijo una vez que estuve en sus brazos

En el momento en el que sentí como me abrazaba, mi cuerpo se tensó en su totalidad; aún consternada por lo que acababa de ver, y sin ser aun consiente de mi cuerpo, empecé a llorar sin poder detenerme.

Hubiera sido una visión o no, me había afectado de sobremanera y era algo en lo que no podía dejar de pensar; las imágenes se repetían cada vez que cerraba los ojos para parpadear.

Sin saber exactamente cómo, me encontraba de vuelta en el Quinjet con el resto del equipo, y al parecer, todos estábamos igual o peor; Nat estaba completamente ausente mientras temblaba ligeramente, Bruce estaba en el suelo recostado a una consola con una manta color gris oscuro, Steve estaba sentado alejado de mí con la mirada perdida, Thor se paseaba ansioso por toda la nave y yo, estaba en los brazos de mi padre temblando como si fuera una delicada flor en medio de una tormenta, aun balbuceando que era una asesina mientras mi padre pasaba sus manos por mis brazos en una caricia que intentaba transmitir algo de tranquilidad, sin embargo, lo único que me producía era culpa. Al parecer, los únicos que no habían sufrido ninguna clase de daño habían sido papá y Clint.

De repente la voz de María Hill se hizo presente en el Quinjet.

—Los noticieros los adoran señores...pero nadie más, el gobierno no ha solicitado que Banner sea arrestado, pero, se está considerando

—¿La fundación de ayuda Stark? —Preguntó papá

—Ya están ahí, ¿Cómo está el equipo? —Pregunto Hill

—Todos están...—En ese momento un temblor violento sacudió mi cuerpo llamando la atención de papá, quien me apretó más hacia su cuerpo para transmitirme su calma—, fue un golpe duro, lo superaremos...

—Por ahora lo mejor es seguir en modo sigiloso y alejarse de aquí— Dijo Hill

—¿Correr y escondernos? —Pregunto papá

—Hasta que hallemos a Ultron no tengo nada más que ofrecer

—Ni nosotros— Susurro papá mientras veía a todo el equipo para luego cortar la llamada

En ese momento papá se levanto de su asiento dejándome sola por unos segundos en los que fue a hablar con Clint, pero al estar ambos tan lejos, no podía escuchar de lo que hablaban y, honestamente, no me interesaba tanto saber.

Cuando papá volvió a tomar su lugar junto a mí, volvimos a nuestra antigua posición y segundos después me quedé dormida intentando controlar mis emociones.

La hija de Tony Stark (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora