Capítulo 38

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Los días restantes para el sábado cada quien se la pasó en sus asuntos; papá y Bruce no salían del laboratorio, Nat y Clint se la pasaron entrenando, Thor se la pasó leyendo y visitando al Doctor Selvig y Steve y yo nos la pasamos en mi laboratorio viendo películas y jugando videojuegos.

Para el día sábado, cada quien siguió en lo suyo hasta que fuera hora de empezar a alistarse para la fiesta de celebración. Si bien estaba divirtiéndome con Steve a mi lado, la curiosidad de saber que era lo que papá y Bruce estaban haciendo con el cetro me invadía de una manera sobrenatural, sin embargo, Steve se encargaba de traerme de regreso a la realidad al hacer algún comentario agresivo mientras jugábamos a algún juego.

—Atacar por la espalda no es para nada honorable— Me dijo luego de que me había escabullido y le había disparado por la espalda

—Mantén tu moral alejada de mí Rogers, no quiero que se me contagie— Le dije mientras me reía

—No tendría nada de malo— Me dijo con una ligera sonrisa

Y así seguimos discutiendo mientras Steve intentaba ganarme hasta que fue la hora de empezar a alistarse para la fiesta. Sabía que era una fiesta formal, por lo que elegí un vestido color azul claro y mis converse altas blancas; dejé mi cabello suelto, me puse un poco de perfume y salí de mi habitación y me dirigí al salón donde era la fiesta.

Cuando llegué de inmediato me puse a buscar a alguien conocido, ya que papá había invitado a gente que yo no conocía, estaba mirando alrededor cuando dos manos taparon mi visión.

Llevé mis manos a mis ojos para sentir las manos de la otra persona, sin embargo, no fue aquello lo que me ayudó a identificar a la persona detrás de mí.

—Deberías considerar cambiar de colonia cuando vas a intentar sorprender a alguien Sam— Le dije con una sonrisa en mi rostro para luego sentir como retiraba sus manos de mis ojos

—No eres divertida Kate— Me dijo para luego abrazarme—, ¿Cómo estás?

—Ya sabes, no me quejo, ¿Qué hay de ti? —Le pregunte cuando dejamos de abrazarnos

—Bien, sigo con la misma rutina de siempre, ¿ya te confesaste? —Me pregunto mientras veía a alguien detrás de mi

—No Sam— Le dije algo hastiada

—Al menos ya lo admites— Me dijo mientras me daba un vaso con alguna bebida

—¿Si sabes que aún no puedo tomar cierto? —Le pregunté a lo que él de inmediato me quito el vaso y se lo tomó él

—Lo había olvidado

—¿Qué habías olvidado? —Preguntó una voz detrás de mi

En ese momento me voltee solo para darme con la sorpresa de que Steve estaba ahí y se veía increíblemente guapo con esa camisa azul ceñida a su cuerpo que hacía que se le marcaran los brazos y que se resaltaran sus hermosos ojos tan azules como el océano.

—Que Kate sigue siendo una cría y no puede beber— Contesto Sam con una sonrisa en su rostro al darse cuenta de que había quedado hipnotizada con Steve

—Tal vez sigo siendo una cría, pero puedo patearte el trasero cuando quiera— Le dije saliendo finalmente del trance al que Steve me había sometido con su presencia

El resto de la noche me la pasé con Sam y Steve; ya que los demás estaban socializando con la gente que había en el lugar. Llego un momento en el que tanta gente me hizo sentir incómoda, por lo que salí a la azotea de la torre para tomar un poco de aire fresco mientras observaba la hermosa vista.

La hija de Tony Stark (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora