Sin regreso

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Tony murmuró entre dientes una dirección y colgó la llamada, sus manos temblando, su garganta seca y un vacío en el pecho, su respiración comenzó a agitarse, estaba a nada de un ataque de ansiedad. ¿Qué le diría a Steve?: ¿Después de estas semanas arrastrándote a mi abismo necesito que me ayudes a salir de él?

Que estupidez.

Era un idiota.

Maldita sea, ¿Y a dónde iría? Había escapado ya dos veces de clínicas de rehabilitación, había inclusive amenazado con suicidarse si lo volvían a internar en una, su consumo de drogas había sido moderado hasta que Steve decidió quererlo, una pésima decisión si a Stark le tocaba juzgarla. Se mantuvo con la mandíbula apretada e inerte frente al teléfono público afuera de un edificio deshabitado de ladrillo.

Había intentado cambiar tantas veces y siempre algo lo hacía volver, era inútil, no sabía ni siquiera porque lo intentaba esta vez. Siempre había sabido que su vida estaba constantemente ligada a algún tipo de adicción auto-destructiva.

Diciembre.

El 22 de Diciembre cumpliría 5 años limpio de heroína... hubiese cumplido.

No supo en que momento sus mejillas comenzaron a humedecerse y su cuerpo a estremecerse en escalofríos, vio a lo lejos las luces de un carro, reconoció perfectamente el clásico de Howard estacionándose frente al edificio, sonrió para sí mismo, lógico, le había dicho a Steve "toma uno de mis carros" y Steve sin saber que ese había sido el favorito de Howard, lo había tomado, un nudo en la garganta.

El Capitán caminó hacia él con paso acelerado y una chamarra en sus manos, Tony sintió un brinco al corazón.

"Hace frío" dijo en voz apagada pero con una sonrisa tenue en sus labios y lo envolvió en la chamarra, Stark accedió y le dirigió la mejor de sus sonrisas.

"¿A dónde quieres ir?" Steve preguntó con voz temblorosa y Tony soltó un bufido.

"No sé, una clínica supongo"

Steve sintió como su estómago se revolvía.

"Pepper me dijo de una"

Tony simplemente asintió, sabía cuál era, sabía que era de las más famosas y efectivas, las que protegían sus pacientes y mantenían el anonimato por grandes sumas de dinero mensuales. Sí, tenía que hacerlo.

"Vamos"

El caminó en el carro fue tranquilo, Tony no podía evitar dejar de moverse, la ansiedad comenzaba a consumirlo, su pierna temblaba compulsivamente y se mordía los labios al borde de hacerlos sangrar, Steve estaba desquiciado, confundido, molesto, triste, impotente... Tenía un coctel de emociones que jamás había sentido, tenía miedo de que en cualquier momento su pecho explotara y su garganta comenzará a gritar contra su voluntad.

Volteó de reojo y notó el cabello de Stark revuelto, gruesas gotas de sudor por su frente y su mirada paranoica, tragó difícilmente.

Jamás lo había visto tan roto.

Era irónico, porque había sentido su ausencia durante meses cuando estuvo de vuelta a 1950, y había ingenuamente creído que el dolor de su ausencia era insoportable, estaba mal, eso no había dolido nada a comparación de esto, sí estaba de vuelta, podía verlo, tocarlo, platicar de nuevo con él... pero lo destruía contemplar como la sanidad mental de Stark pendía de un hilo, añadiéndole a esto las cicatrices que marcaban sus brazos recordándole que en cualquier momento su cuerpo podía colapsar. Tragó audiblemente.

Regresiones [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora