Uno

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Su cuerpo se arquea en la cama mientras unos labios cálidos susurran contra ese punto en su cuello, justo debajo de su oreja, seguidos de cerca por dientes con una mordida gentil, quizás lo suficiente para dejar una marca que desaparecerá al terminar esto, pero no lo suficientemente fuerte como para que de verdad duela. No puede evitar la manera en que su cuerpo responde a eso. El débil gemido que escapa de él, o la forma en que sus caderas se levantan, buscando desesperadamente algo de fricción.

"¿Te gusta?" Las palabras son susurradas en su oreja, bajas y ásperas, y lo dejan temblando casi tanto como la mordida.

"Sabes que sí," dice Zayn, y se supone que suene frío, un poco irritado, pero en vez de eso sale en un jadeo necesitado.

"Lo sé." Y luego esos labios encuentran su cuello nuevamente.

No es hasta que está jadeando, casi rogando para que las cosas vayan más lejos que solo besos calientes y cuerpos restregándose con muchas capas de ropa de por medio, que finalmente logra girarlos para estar arriba. Le gusta más de esta manera, ser quien tiene el control. Le permite apresurar las cosas, decidir que harán. Y empieza a desabrochar la camisa azul bajo sus manos. Es un color bonito, buen material, pero quiere romperla y quemarla; lo que sea, de hecho, solo para sacarla. Cuando lo hace, ninguno presta atención a dónde va, descartada en el suelo, sin importar.

Finalmente tiene músculo duro y terso bajo sus dedos, y se toma un momento para apreciarlo. Apreciar la forma de su pecho, el grueso pelo que hay, los pezones que se endurecen con el roce de sus manos. Las hendiduras entre los abdominales y la manera que es la piel sobre ellos, tensa y bronceada y magnífica. La línea de vello que empieza en su ombligo, hacia abajo, abajo, abajo. La sigue con su lengua hasta que está trazando el elástico de sus boxers.

"Por favor."

Zayn no le va a negar nada, no puede, y a pesar del pequeño temblor en sus dedos, no toma demasiado tiempo para que los jeans desaparezcan, y luego la ropa interior, y esto es lo que necesita. Nada entre ellos y una oportunidad de admirar realmente el cuerpo debajo suyo, el que solo ha podido ver atisbos de, a los que nunca se permitió a si mismo mirar por mucho tiempo por temor a ser atrapado. Y quiere mirar ahora, memorizar cada centímetro de piel que pueda, pero racionaliza que eso puede esperar. Pueden hacer todo eso después. Justo ahora, hay un asunto más demandante en sus manos.

Como venganza por antes, empieza besando sus caderas, moviendo lentamente sus labios hacia los musculosos muslos que se abren fácilmente para él.

"Zayn." Es un susurro, una súplica, y suena tan tierno que casi lo destruye.

"Amo cuando dices mi nombre," admite Zayn, en susurro, como una confesión contra el interior de su muslo. "Mierda, Liam. Yo—"

"Zayn, vamos. Despierta. Despierta."

Zayn abre sus ojos lentamente. La habitación está a oscuras, la única luz viene de la lampara en la mesa de noche, pero sería imposible no reconocer los ojos cafés que lo miran, incluso si los suyos están nublados por el sueño. Y tan pronto se da cuenta, se gira e intenta esconder su entrepierna lo más disimuladamente posible.

No es la primera vez que se ha despertado con una erección después de tener un no-tan-inocente sueño sobre Liam, pero es la primera vez que Liam está ahí después de. Y—mierda. "Liam, ¿qué mier—?"

"Lo siento," se ríe Liam, y Zayn se da cuenta de que no importa si está duro ahora mismo. No importaría si escribiera en letras grandes y negritas en su frente 'ESTOY ENAMORADO DE TI' porque Liam está demasiado ebrio como para notar nada ahora mismo, si el olor a alcohol que le llega es alguna indicación. "Yo solo— solo necesito hablar contigo. En serio. Es importante. Muy, muy, muy importante."

The Way It Is | TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora