Once

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Cuatro veces. Liam golpea su puerta cuatro veces esa noche. Cada maldita vez que Zayn está por finalmente quedarse dormido, finalmente tener un pequeño descanso del mundo, el sonido empieza de nuevo. En este punto, se siente listo para matar. Al principio solo se sentía enfermo del estómago, escuchando a Liam golpear suavemente su puerta y llamarlo. Y después empezó a molestarse cuando Liam empezó a gritarle a través de la puerta. Después de la última ronda de "Zayn, por favor, solo— solo abre la puerta, por favor, solo habla conmigo. Sólo habla conmigo. Necesito que solo..." se juró a si mismo que abriría la próxima vez.

Así que sale de la cama, con fuego quemando por sus venas, y abre la puerta de golpe. El hombre de seguridad del otro lado se ve un poco sorprendido. Zayn lo reconoce de inmediato. Jordan, o Jeff, o Jason, o algo con una J. Lo único distinguible de él es que es el único guardaespaldas que Liam deja que lo acompañe cuando sale solo. De hecho, es el que Liam suele pedir, aunque Zayn no tiene idea por qué. Nunca ha tenido una conversación decente con él.

"¿Puedo ayudarlo?" pregunta Zayn, cambiando de enojado a sorprendido, a la defensiva, y solo un poco preocupado, todo en alrededor de diez segundos.

"Ven conmigo, chico." Dice Jake/Jack/Jesse.

Zayn pestañea hacia él. "Um, ¿te importaría decirme a dónde, primero?"

El hombre suspira hacia él. "No voy a tener esta conversación en el pasillo donde cualquiera podría estar escuchando," dice. "Y no tengo tiempo para que me invites a tomar el té, ¿está bien? Así que ponte tus zapatos y vamos."

Zayn muerde el interior de su labio. "Son las cinco y medio de la mañana."

"Estoy consciente. Ponte. Tus. Zapatos."

Considera el hecho de que perfectamente podría estar siendo secuestrado, pero este hombre es dos veces el tamaño de Zayn (quizás más), está cansado, y ahora mismo ser secuestrado parece una opción mucho más fácil que pelear. Así que se pone sus zapatos, encuentra la llave de su habitación y sale al pasillo. Una vez que cierra su puerta, J— el guardaespaldas empieza a caminar, guiándolo por el pasillo.

Zayn trota tras él, y él mantiene la puerta abierta antes de seguir enérgicamente por las escaleras traseras. "Debo advertirte que no te alteres, ¿está bien?"

"¿Alterarme sobre qué?" exige Zayn. Está más que un poco agitado por correr por las escaleras, y aún tienen alrededor de tres pisos antes de llegar al último.

"Debería contarte en el auto," dice el hombre. "Eso podría hacerlo más fácil. Cuando estés sentado."

Algo se rompe y hunde dentro de él. Ha sido tratado de esta manera antes, pero por miembros de su familia. Unos que no querían darle información desagradable hasta que pensaban que él podría manejarlo. "¿Qué pasó? ¿A quién? Dime."

"Nadie está muerto, si eso es lo que te preocupa," recibe (insensiblemente) en respuesta. "Y te dije que te contaría en el auto, ¿no?"

Cuando llegan al final de las escaleras, la puerta para salir está abierta para él. El aire frío hace que su muy-cálida piel hormiguee, y toma ardientes bocanadas de aliento, intentando recordar a sus pulmones que no está muriendo, aunque esas escaleras lo hayan hecho sentir como si lo estuviera.

Hay un auto esperando afuera; pulcro, negro e indistinguible, es el auto típico que usan cuando quieren salir por la ciudad sin ser vistos o fotografiados. La puerta trasera está abierta para él, y Zayn se da cuenta que si está siendo secuestrado, al menos sus secuestradores están siendo educados. ¿Y quién dijo que la caballerosidad estaba muerta, de cualquier manera?

Jonathan (Zayn decide que ese es el nombre del guarda espalda, y continuará refiriéndose a él de esa manera hasta que le digan lo contrario) toma el otro asiento de ventana en la parte trasera. No se pone el cinturón, como Zayn lo hace, antes de inclinarse adelante y decirle al chofer, "De vuelta al hospital."

The Way It Is | TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora