7

397 34 25
                                    

Mi día de descanso del trabajo finalmente llega. Estoy emocionada de poder estar con mi hermana y contarle como me ha ido durante la semana. El problema es que...

-¡¿Cómo qué tu hermana no va a pasar el sábado contigo?!

-Está ocupada. Dice que mañana tendrá el día entero para mí pero que hoy tiene un asunto importante que tratar...

Maizono hace un puchero pero tras quedarse pensando unos segundos su rostro se ilumina.

-¿Ha tenido alguna idea?

-Algo así... ¿Qué te parece si tu y yo pasamos el día juntas? No como protectora y protegida sino como amigas.

-No sé... ¿De verdad cree que es una buena idea? 

-¡Por supuesto! Lo pasaremos genial, ¡lo prometo!

Rio al verla tan entusiasmada. Normalmente nada me impresiona o me hace quitarme mi coraza repleta de indiferencia pero parece que su manera aniñada de ser consigue hacerlo.

-¿Eso que he oído es una risita?-pregunta al oírme.

-D-Discúlpeme. No era mi intención rei...

Ella salta llena de energía interrumpiéndome.

-¡No te disculpes! Tu risa es preciosa, ¿sabes? Deberías dejarla salir más a menudo. Y no es una sugerencia, es una orden.

-De acuerdo... Lo intentaré.-contesto avergonzada.

-¡Yey! Bueno, ¿qué te apetece hacer? 

-Lo cierto es que no quiero hacer nada especialmente.

-¡Andaaaa! ¡Tiene que haber algo que quieras hacer! ¿Quizás tomar un helado?

-¿Helado? Hace años que no me tomo uno de esos...-reflexiono.

Creo recordar que la última vez fue cuando mi hermana y yo apenas éramos unas niñas.

-¡¿LO DICES EN SERIO?! ¡Entonces decidido! Te llevaré a tomar un helado está tarde.

-Pero...

-¡Pero nada Ikusaba! ¡Mereces un descanso!

-No me refiero a que no quiera si no que... ¿Cómo lo harás para pasar desapercibida entre la gente? Ya sabes, eres una idol conocida a un nivel casi global.

-Eh... Pues... Necesitaré un cambio de peinado, de ropa y unas gafas de sol.

Suspiro algo cansada.

-Ese tipo de planes solo funcionan en películas de adolescentes.

-¡Habrá que intentarlo al menos! ¡No pienso dejar que pases tu primer día libre del trabajo sola!

-Está bien... ¡Pero nada de llamar la atención ni dar la nota!

-¡De acuerdo, de acuerdo!  Prometo ocultarme de buena manera y evitar que nadie se entere.

-Espero por su bien que sea cierto...

La mañana pasa con rapidez y Maizono me arrastra a su habitación para que la ayude a escoger la ropa que se pondrá. Parece muy ilusionada, diría que más de lo que yo lo estoy.

-¿Qué te parece esto?

Me enseña un conjunto simple, que está compuesto por una blusa de color oscuro y unos vaqueros cortos. Como peinado lleva un moño del que sobresalen dos mechones.

-¿Qué tal estoy?

-Preciosa... 

-¿D-De verdad? ¿Lo dices en serio?- sus mejillas estaban casi tan rojas como lo estarían las mías.

Quiero protegerte (Ikuzono)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora