LO QUE NOS FALTABA (TAEJINKOOK)

Capítulo 2

Capítulo 2

Dejó las bolsas de la compra en la cocina y empezó a deshacerlas de forma automática. Su mente reproducía el momento ocurrido minutos antes una y otra vez. ¿Cuántas posibilidades había de que se volviera a encontrar con uno de los alfas de esta mañana? Pues parece que más de lo que pensaba.

Al menos esta vez no se puso a temblar. Eso le tranquilizaba en cierta medida, fuera lo que fuera que le pasaba con ellos, podía controlarlo. La próxima vez ni siquiera notaría su presencia. Se mordió el labio sabiendo que eso era mentira. Incluso antes de que la puerta del ascensor se abriera sabía que el alfa de olor a menta estaba dentro

Recordó la mirada que le lanzó. Primero sorprendida y después... ¿molesta? Se quedó quieto mirando el frasco de leche que acababa de sacar de la bolsa. ¿Se habrían dado cuenta de sus feromonas revolucionadas esa vez y por eso estaba molesto? Sus mejillas ardieron.

Su móvil sonó, sacándolo de su estupor. Dejó la leche en la nevera y se echó agua en la cara para bajar un poco el ardor de la cara antes de mirar quien le había escrito.

"Para mi la solución es obvia. Tíratelos."

Sonrió por lo descarado que era su mejor amiga Hanna. Era de Estados Unidos. Jin sabía que ahí no eran tan conservadores como en Corea pero a veces le seguía chocando algunas expresiones de la chica. Sin embargo ya estaba acostumbrado y hasta llegó a verle la gracia. Cuando se le pasó un poco el nerviosismo de la mañana, le escribió enseguida contándole lo que le había pasado. Quería llamarla pero sabía que estaba en el trabajo y no quería que su jefe le echara la bronca por su culpa.

"¿Te ha pasado alguna vez?" le había preguntado.

"No desde que tomo supresores. ¿Te los estás tomando?"

"Claro que sí."

"Hmm... ¿y están buenos?"

"Esa no es la cuestión." Le contestó mientras la imagen de los dos alfas pasaba por su mente. "Muy buenos." Contestó al final.

El siguiente mensaje de Hana tardó horas en llegar. Seguramente su jefe le haya pillado mirando el móvil.

"Para mi la solución es obvia. Tíratelos."

Releyó el mensaje otra vez. Hanna estaba loca. Sólo ella le iba a decir que se acostara con dos desconocidos. Aunque fuera en broma. Aparte de todas las razones por las que hacer eso era mala idea, su encuentro de hace un momento con el alfa le había dejado bastante claro que este no iba a darle ni la hora. Podría tener un mal día y por eso le miró así. Su mente le decía que asumir las razones del comportamiento de un extraño no era muy lógico pero él no podía fiarse de eso sabiendo el numerito que montó en ascensor con los dos alfas. Sin duda no les había dado una impresión demasiado buena. No pudo evitar sentirse un poco triste por ello. Ya no tenía ganas de hablar de ello con Hana. Le mandó unos emoticonos de risa y tiró el móvil lejos.

****

Sonrió contento por la buena nota en su examen de acceso. Le iban a poner en la clase avanzada a pesar de estar ahí gracias a una beca. Últimamente las cosas le estaban yendo bastante bien. Estaba contento con su nuevo piso, el examen le había salido perfecto y hasta había encontrado trabajo en una cafetería cerca de la universidad, lo cual era genial porque así no llegaría tarde al trabajo si se alargaban sus clases o viceversa. Esperaría a ver como iba económicamente y puede que hasta podría adoptar algún animalito para que le haga compañía.

Lo mejor de todo era que no había tenido más encuentros con vecinos. Al salir temprano de casa y llegar tarde con el único con quien se había llegado a encontrar en ese tiempo era el conserje, quien hacía un gran esfuerzo por parecer estar dormido cada vez que alguien pasaba a su lado con tal de que nadie le pidiera nada. En cierta forma le hacía gracia.

Apagó el portátil satisfecho porque su esfuerzo dio frutos. Fuera hacía un día muy bueno para ser invierno. Se apoyó en la ventana que daba al patio interior. El edificio en el que vivía era rectangular y en el centro tenía una especie de parque para que los niños que vivían ahí jugaran sin salir a la calle.

Cerró los ojos disfrutando de los rayos del sol. Entonces algo le hizo abrirlos de nuevo, subió la mirada a una de las terrazas del piso superior al suyo. Sus ojos se agrandaron y un sonrojo intenso invadió sus mejillas. El alfa del pelo más claro estaba ahí. No le veía. Miraba a la nada apoyado en la barandilla. Su gesto era ausente pero hizo que el corazón de Jin saltara como loco en su pecho. El alfa se giró dándole la espalda. Estaba hablando con alguien. Empezó a reír. Aunque Jin no le oía podía ver el movimiento de sus hombros. El alfa que le fulminó con la mirada la última vez salió al pequeño balcón. Se acercó al otro. Se quedaron ahí hablando. Jin empezó a sentirse mal por estar invadiendo de cierta forma la privacidad de dos desconocidos pero no podía apartar los ojos de ellos. Su corazón latía tan fuerte que se mareó. Y entonces el alfa de pelo más claro se acercó al otro y le beso. Se quedó perplejo, sin entender del todo lo que estaba viendo. Él estaba seguro que ambos eran alfas, pero se estaban besando y obviamente vivían juntos. Su corazón se contrajo y se sorprendió al darse cuenta que no era por la imagen tan extraña sino por la repentina seguridad de que aunque lo deseara, no podría acercarse a ellos.

- No es que me importe. No debería importarme. No les conozco. - Susurró con seguridad. Pero su pecho no dejaba de doler. 

Escucho las nuevas canciones mientras escribo y no puedo parar. Son arte puro en serio, es increíble como consiguen con un par de estrofas llegar a tantos corazones.

Nos vos desaniméis si veis que esta vez no subimos tan rápido de reproducciones como con dynamite. Tened en cuenta que eso fue en verano y muchos teníamos menos obligaciones que ahora sin el instituto y la universidad. Seguid escuchando y apoyando a los chicos que aunque no lleguemos a la meta se note que lo hemos intentado lo que hemos podido. ¡Ánimo Army!