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—¡Aquí estás!

Luego de hablar con los chicos afuera, fui a mi habitación, me quedé allá haciendo cualquiera cosa que se me viniera a la mente. Y fue cuando salí al pasillo, que me encontré con Dalia.

—Hola, Dalia —sonreí —¿Todo genial?

—Si, pero hay algo... —guardó una pausa y la miré confundida —¡No me dijiste que conocias a Queen!

—Ah —sonreí —Pues si, soy la diseñadora de vestuario.

—¡Dios! —exclamó emocionada —Desearía ser tu.

Las dos reímos, y segundos después, una chica se hizo presente en el pasillo, era bajita, pelirroja como yo, y con curvas de infarto.

—¡Dalia! —expresó cuando vio a la morena conversando conmigo —¡Llevo rato buscándote! ¿Donde carajos estabas? —Se encaminó hacía nosotras.

—Lo siento —dijo Dalia —Pero mira, te presento a mi nueva amiga, ella es Allyson Brown, Allyson ella es mi amiga Ariana.

—Mucho gusto —hablé

—El gusto es mío —respondió ella sonriente. Era una mujer muy hermosa, debo resaltar.

—¡Allyson Hobbit Brown! —escuché a mis espaldas, ya sabía de antemano quien era.

—¿No puedo tener un segundo de paz? Mierda, Freddie —hablé volteandome y cruzándome de brazos.

—Lo siento querida, acuerdate que el concierto es esta noche —habló poniéndose a mi lado —Oh, hola Dalia.

—Hola —saludó la morena, y su amiga Ariana la miró sorprendida al ver que conocía a Freddie Mercury.

—¿Quien es esta hermosa chica? —indagó Mercury, refiriéndose a la pelirroja.

—Ah, cierto. Freddie ella es Ariana, Ariana el es...

—¡Freddie Mercury! —no pude terminar de hablar, ella completó emocionada.

—El mismo, mucho gusto querida —saludó cortesmente —Y lamento quitarles a esta hermosa chica, pero la necesitamos.

—¡Nos vemos! —me despedí antes de que Freddie me jalara por un brazo.

Después de que Freddie me arrastrara fue a la habitación y preparé un bolso con todo lo necesario, agujas, hilo, mis trajes están bien confeccionados, pero es mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo. Ya parezco mi abuela con esas frases.

Fui a cambiarme, y a peinarme, no me había dado cuenta que anduve todo el día con el cabello desarreglado, como si una tormenta eléctrica hubiese peleado con mis cabellos.

Claramente mis cabellos perdieron.



Al llegar al teatro toda la producción estaba organizando, y los chicos y yo fuimos directamente a los camerinos.

A los chicos los estaban maquillando, y yo estaba medio dormida en el sofá del camerino. Sentía los parpados cada vez mas pesados, y poco a poco me iba quedando dormida, de no ser por....

—¡Despierta! —gritó Roger tirándose encima de mi.

Yo por inercia salté y lo empujé hacía el suelo, haciendo que se diera un sonoro golpe.

—¡Auch! —nos quejamos los dos al mismo tiempo.

—¡Por Dios, Allyson! —exclamó Roger haciéndose el ofendido.

—¡Cierra el pico! ¡Oxigenada! Y ya vete a cambiar —le hsblé

—No eres mi madre —dijo con una sonrisa burlona cruzandose de brazos.

—¿Acaso quieres pelear? —indagué retadora alzando una ceja.

—Si te queda la bota —dijo el rubio en tono burlón.

—¿Que dijiste? —pregunté acercandome.

—Que si la bota te qued.. ¡Auch!

No di tiempo a que completara, le lanzé una patada en la pierna. No fue muy fuerte, ya que obvio estamos jugando.

—¡Ya verás, maldita zanahoria!

Así pasamos unos buenos minutos, lanzando patadas, codazos, cachetadas, nos estabamos matando, pero era divertido, tanto que por cada golpe nos reíamos.

—¿Qué es esto? —indagó Freddie llegando a donde estábamos —¿Enloquecieron?

—En efecto —respondí encogiendome de hombros.

—Roger, tenemos que salir, pueden matarse después del concierto.

Roger y yo nos dimos unas miradas retadoras antes de que el saliera.

El tomó sus baquetas y se fue, y yo también lo hice, solo que ellos al escenario, y yo a la parte de atrás.

Pronto Freddie salió y los fans se volvieron locos.

—¡Hola, Sidney!

El público estaba muy eufórico, demasiado. Y pronto, empezaron el show.



Cuando el concierto terminó fui con Ariana al camerino,  en el pasillo ibamos hablando, es una buena muchacha, me cayó muy bien.

Llegamos al camerino y nos sentamos a conversar, mientras esperabamos a los chicos.

—¡Hola! —exclamó Freddie entrando con aires de diva, y los chicos iban atrás —¿Vieron eso? ¡Fue increíble! Oh, Hola Ariana.

Ariana solo saludó con la mano mientras esbozaba una sonrisa.

—Felicidades —hablé yendo a abrazar a cada uno —Lo hicieron genial.

—Eso ya lo sé —dijo Roger presumido, pero antes de reprocharle,  noté que sus manos estaban sangrando.

—Roger, tus manos —comenté tomando una para verla mas de cerca, y efectivamente, tenían pequeñas gotas de sangre. —Ven.

Me senté en una silla y el se sentó enfrente de mí, tomé unas vendas, algodón y alcohol de un kit de emergencia, y procedí a curarselas.

Roger se quejaba, mientras yo con el algodón y el alcohol curaba sus manos, para luego envolverlas un poco con la venda.

—Listo, rubia dramática —dije cerrando el alcohol.

—Gracias —habló sintiendo un poco mas de alivio en las manos.

Dejé las cosas que había utilizado en la mesa, y vi que Brian hablaba con John, y que Freddie hablaba con Ariana, al parecer se llevaron bien.

—No me dijiste que tu amiga era tan linda —dijo Taylor.

—Bueno, ahora te lo digo, es muy linda.

Roger no desaprovechó la ocasión y fue a coquetear con Ariana, quien gustosa aceptó, y pasado un rato los dos salieron del teatro.

Y yo por otro lado, seguro iría a buscar una diversión para esta noche, o que se yo.

Estrellas  // Roger TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora