Capitulo 10

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Hoy comenzaban mis clases, por la mañana, después de desayunar tuve que ir a preguntale a Paula mi horario y si hay que llevar uniforme o algo, ya que la señora Paulson no me lo había dado. Al estar en el área de ciencias de la salud, mis asignaturas eran muy variadas. Tenia matemáticas, biología, química, historia, lengua y literatura e inglés. No puedo quejarme, por lo menos en el inglés sacaré buena nota, o eso espero.

Estaba comiendo en el comedor, otra vez sola. El grupo de chicas de ayer me miraban con cara de enfadadas, sobretodo la que me puso la pierna para que me cayera. Todavía me dolía la nariz y sobretodo la frente, me había levantado con un pequeño bulto en la frente, que si la señora Paulson no me hubiese puesto hielo, este hubiese estado el triple de grande.

Hoy para comer tocaba macarrones con tomate y pollo. No estaba mal, la verdad. A comparación con la cena de anoche esto era una comida de lujo.

Ya eran las dos de la tarde así que debía dirigirme a mi habitación ya, para estar lista a las cuatro, ya que a esa hora empezaban mis clases. Hoy por lo visto me tocaba dos horas de biologia, una hora de mates, una hora de inglés, una hora de química y por último, una hora de lengua y literatura. Menos mal que había dos recreos de quince minutos cada uno.

Habia llegado a mi habitación cuando derrepente veo un uniforme encima de la cama, osea que alguien más que yo tiene las llaves de mi dormitorio y por lo visto ha entrado sin avisar. Espero que haya sido Paula porque si la señora Paulson ve el desastre de habitacion que tengo me pone otro castigo seguro.

El uniforme estaba bastante bien, de que me voy a quejar. Este consistía en una camiseta o camisa blanca, un polo negro con lo que me imagino que será el logo de este sitio, una falda o un pantalón también negros, unos zapatos negros y una corbata roja.

Ya eran las tres y cincuenta por lo que decido dirigirme ya a las clases para orientarme mejor y saber cuál es mi aula. En mi horario pone que tengo que ir al aula 39 para dar biologia, por lo que me imagino que estara en el último piso como me digo la señora Paulson.

Me cuesta unos 10 minutos llegar al edificio principal, son las tres de la tarde y ya hace frío en este condenado sitio.
Subo hasta el último piso y me doy cuanta que está todo desolado, no hay ni un alma. Mierda llego tarde. Busco rápidamente el número del aula, vale a ver 37, 38, 39, si esta es. Me detengo, estoy de los nervios, ni siquiera se quien me va a dar clases.

Antes de entrar llamo a la puerta, por si acaso. Decido abrirla y cuando lo hago, pongo los ojos en la señora Paulson. Mierda, no me digas que es mi profesora de biología, suspendo seguro.
Me mira por unos segundos, como si no me esperase en su clase, se me queda mirando todavía más, como analizando, hasta que cae en cuanta que hay mas personas ahí por lo que decide hablar.

-Alumnos, dar la bienvenida a la señorita Allen. Por favor señorita siéntese en ese lugar.- y acaba señalandome un sitio al final, al lado de la ventana, genial para pasar más frío.

No me había dado cuanta antes, pero todos los alumnos me están mirando muy raro, unos muy profundamente y otros con cara de extraños. Debe ser que hace mucho que no reciben a una nueva alumna.

Me dirigo a mi sitio, mientras tanto todos los alumnos me siguen mirando. Cuando llego y miro al frente la señora Paulson también me está mirando, no se que le pasa a la gente en este lugar. Me dedico a sacar un papel y un boli, y por lo tanto la señora Paulson empieza a dar la clase.

-Bien, como iba diciendo, la homeostasis es el conjunto de fenómenos....

Y así es como siguieron las dos horas siguientes, no me aburrí más en la vida.

Ahora tocaba recreo, todos los alumnos habían salido ya, por lo que estaba dirigiéndome a la salida cuando derrepente me llama la señora Paulson.

-Señorita Allen, la he visto con cara de confundida las dos horas, por lo que veo no se le da muy bien la biologia.- todo esto lo dijo mirándome muy seriamente.

-Sin más, supongo que es normal en la primera semana, no?- creo que es la primera vez que estoy manteniendo una conversación normal con ella.

-En mis clases no, yo quiero la perfección, como habrá visto los alumnos se sabian todas las respuestas. Tan solo le digo que a veces hago exámenes sorpresa y no se les permite suspender, ¿queda claro?

-S_si, muy claro, como el agua.- creo que me he pasado. Ahora mismo la señora Paulson me está mirando con una cara de pocos amigo.

-No tolero las bromas, queda claro?- todo esto lo dijo acercándose más a mi, quedando a unos diez centímetros de mi cara, pero como ella era más alta tenía que mirar hacia arriba.- Le iba ha ofrecer unas clases particulares, pero ya veo que no le interesan.

-S_si si, si me interesan.

-Bien, pues le espero mañana en mi despacho a las nueve y media de la mañana. Esta claro? Ya puede retirarse.- no se apartó en ningún momento, por lo que decidí irme.

Mierda, me he quedado sin recreo y ya ha empezado la siguiente clases. Vale, ahora toca matematicas, espero que la profesora o profesor sea majo.

Nada Es Lo Que PareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora