-Stefani como me hagas ir mas deprisa terminaremos en el suelo.-me queje por su velocidad.
-Shh, ya falta poco.-dijo mientras escuchaba el ruido de una puerta abriéndose.
-¿Estamos dentro de la institución?-le pregunté al no saber si quiera a donde íbamos.
-No te puedo decir nada.-dijo susurrando.-Ahora calla, estamos cerca.-¿Cerca de que?-Bien, ya hemos llegado.
-¿Que hacemos aquí?-le volví a preguntar extrañada al estar dentro del edificio de extraescolares.
-¿Te acuerdas donde hacías baloncesto?-preguntó empezando ha andar.
-Ehh, si, claro.-dije como si fuera la cosa más obvia del mundo.-¿Por que?
-Quiero que me lleves hasta ahí.-me contestó esperándome.
-¿Vale?-empecé a caminar a su par. Esto cada vez era más extraño, cada segundo volvía mi cabeza para mirarla, pero ella tan solo me dedicaba una enorme sonrisa.-Como sea una de tus bromas.-le reprimí a punto de abrir la puerta.
-Espera, no.-dijo cogiéndome de la mano y evitando que entrara.-Solo escucha.-le mire extrañada, me coloque en la pared e hice lo que me pidió.
-¿Se puede saber porque la profesora Green nos ha mandado aquí?-preguntó la voz de una chica.
-Eso, se supone que esto iba a ser la reunión de antiguos alumnos.-le siguió la voz de un chico.
-Calmaos, seguro que tiene que haber una explicación para esto.-dijo la voz de otra chica.
-Yo no le veo explicación.-dijo otro chico.-Además es un poco cruel que nos mande aquí.-sentenció enfadado.-Después de lo que paso con Chloe.-espera que? Mire confundida a Stefani.
-Otis, nos dolió y sigue doliéndonos a todos, pero si nos ha dicho que teníamos que estar aquí, será por algo.-un momento, Otis? No puede ser.
-Mira por el cristal.-me susurró Stefani en el oído. Hice lo que me pidió, no podía ser, eran ellos.
-¿So_son ellos?-le pregunté exaltada.
-Si.-volvió a susurrar.
-¿Qu_qué se supone que tengo que hacer?
-Ser tu misma.-me contestó con una sonrisa mientras me abrazaba por atrás.
-Gra_gracias.-le dije dándome la vuelta.
-No me las des a mi, ha sido Sarah quien los ha encontrado.
-De todas formas, gracias.-le dije juntando mis labios con los suyos.
-Anda.-se separó de mi.-Entra ahí y deslúmbralos.-dijo comenzando a irse, segundos después no había pista de ella.
Por el universo, estaba nerviosísima. Mire de nuevo por el cristal, estaban iguales, bueno, mas o menos. El pelo rosa de María había desaparecido por completo, dando lugar a un castaño claro, su cara tenia las misma facciones desde el día que la conocí, no había cambiado para nada. Alex era otra historia, llevaba el pelo recogido en un moño, dando a entender que tenia una larga cabellera, había dado el estirón y ahora prácticamente llegaría al metro ochenta y cinco, la cara se le había hecho más marcada, casi se le notaban los huesos de la cara, pero no dejaba de estar fuerte. Isabella seguía teniendo el mismo pelo negro como la noche, al contrarío que Alex, esta no había crecido, se cedía al metro cincuenta. Alycia seguía igual de alta, aunque esta vez Alex le sobrepasaba, su pelo casi blanco permanecía en su esencia. Y por último, mi pequeño Otis, el si que no había cambiado, seguía siendo el mismo chico que conocí unos años atrás, fuerte, con un pelo negrísimo y con esa mirada de desconfianza en el rostro.
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Nada Es Lo Que Parece
Vampir¿Qué puede haber de malo en ir a un reformatorio? Hasta ese momento no lo sabia.