... desconfía de su amistad.
O como se destierra a un demonio del infierno.
— Estamos reunidos como pocas veces para debatir la conducta inapropiada de este demonio. El acusado puede ponerse de pie— por favor, que alguien termine con esa ridiculez. Lord Astaroth me mira, y tengo que ponerme de pie, porque no puedes tener esperando a uno de los regentes del infierno ni aunque Astaroth haya sido un ángel y aun parezca más un ángel que un demonio, con el cabello rubio y largo, ojos azules... todos los que se han atrevido a burlarse de su apariencia ya no existen más en el infierno— Cyan, según los hechos narrados, el día viernes te encontrabas en la superficie ¿Qué acciones estabas realizando?
— Distribuyendo distractores por medios electrónicos.
— eso es parte de tus tareas asignadas.
— Si— un musculo en mi ojo empieza a saltar ¡Él es quien asigna las tareas!— entre otras cosas como propagar un brote de gripe en los países donde es verano, especialmente en las playas— la sala circular no me deja ver mucho tras de mí, pero escucho voces de vez en cuando, voces bajas.
— entonces no niega haber estado en la superficie.
— No
— tampoco niega haber estado con el demonio de nombre Bel— Bel, ese maldito hijo de...
— No.
— ese día, estando en presencia de Bel, mientras realizaban sus actividades normales ¿Pronunciaste las palabras prohibidas?
—...
— ¿Cómo te declaras?— como si tuviera algún sentido mentir. En el infierno hay muy pocas cosas que no puedes hacer, por eso siempre es divertido ser un demonio aunque no tenga un rango muy alto como el de Lord Astaroth. He pasado por todas las épocas de la tierra, divirtiéndome entre los humanos, llevándolos por vicios y atrayéndolos hacia el lado oscuro de una manera tan eficaz que por fin, después de siglos, estaba por ser ascendido. Iba a tener mi propia oficina, mis propios empleados... ¡Iba a tener un puesto en el departamento de castigo para las almas de los pecadores! Si es que lo demonios tenemos sueños, el mío estaba por hacerse realidad— ¿Cyan?
— No quiero hacer declaraciones.
— umm, bien. Entonces, continuamos con los cargos. Además de haber pronunciado las palabras prohibidas, se te acusa de haber confraternizado con un sirviente de arriba ¿Cómo te declaras de esta acusación?
— Lo hice— Los susurros de asombro suenan como las almas quemándose en los ríos de lava, debajo de donde estamos. Por sirvientes de arriba, lord Astaroth se refiere a ángeles ¿Por qué tiene que ser tan hipócrita? Él se la pasa hablando de volver al cielo cada que me lo cruzo por el infierno, pero claro, es el gran Lord Astaroth, nadie va acusarlo de nada.
— ¿Y no acabaste con él?— la voz viene de las gradas que no alcanzo a ver. Suspiro e intento que el tic en el ojo se detenga.
— No, porque fue Azrael— el sujeto es un buen tipo, muy agradable para ser un ángel o casi. Tampoco es que lo quieran mucho allá arriba por las tareas que desempeña, ser el ángel de la muerte no le ha traído buena reputación que digamos. Últimamente tiene demasiado trabajo y ha desarrollado un gusto raro por las muertes en masa, para aminorar el trabajo, dice.
— Oh— quiero añadir que gracias a él he traído muchas almas últimamente, pero ¿Recibir ayuda de un ángel? Aunque sea el de la muerte, en esta situación no me ayudara.
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Como un demonio
FantasíaEl joven huérfano que tomo muchas malas decisiones, robo, estafo, quizá fue asesino, se unió a una pandilla y luego a un grupo de mafiosos. Logro algo de fama, pero su codicia le hizo pretender más. Se acostó con la hija del jefe, y con el hijo tamb...