14.- La intención es lo que cuenta.

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O como hacer acuerdos y salir ganando.

No estoy en mi cama. No sé cómo lo sé, pero sé que no es mi cama, y ni siquiera estoy en la casa. No me siento como cuando bebo hasta no recordar así que no me emborrache, tampoco tengo el sabor a alcohol en la boca así que no me embriague.

¿Por qué estoy en la oficina? Ah... ya recuerdo. Estoy en la oficina, la luz del día apenas entra por las persianas, casi no hay ruido y estoy solo ¿Dónde está Cyan?

— hasta que despiertas.

— ¿algún problema?— allí esta.

— ninguno— estoy en el sofá, una suerte que sea muy cómodo o dormir aquí sería una tortura, solo tengo una manta encima, por lo demás creo que estoy desnudo.

— al menos me hubieras llevado a casa. Quedarse aquí es un asco.

— no me lo pediste— no me sorprende la verdad, yo tampoco haría nada que no me pidieran y aunque me lo pidieran no es seguro que lo haga. Nunca había pasado la noche aquí de este modo, no es agradable y quiero irme ya.

— como sea, mejor nos vamos y buscamos...— ¿Eh?

— ¿Jade?

— mi cuerpo... No puedo moverme— es como si... siento como si mi cuerpo fuera de goma, no tengo nada de fuerza pero es curioso porque no me duele nada... la espalda pero sé porque me duele y no tiene relación con esto— ¿Qué está pasando? ¡Ni siquiera puedo levantarme!— creí que era porque acabo de despertar pero lo único que puedo hacer es mover mis manos, incluso parpadear me pesa.

— eso es normal.

— ¿Normal? ¿En dónde es esto normal? ¿Qué paso?— Cyan me mira, y aunque me parece igual de serio que siempre también hay algo diferente, no logro notar que es pero sé que algo cambio.

— tuvimos sexo, eso paso ¿Por qué crees que los íncubos y súcubos tienen sexo todo el tiempo que pueden? Es la forma más rápida para obtener energía— energía... energía...— para que lo entiendas, estas así porque perdiste tu energía al tener sexo conmigo.

— no me jodas ¿Y esto va a pasar siempre?

— soy un demonio, es lógico que sí— me lo dice con ese tono de "Dos más dos es cuatro"— además, tu insististe. Y quisiste hacerlo más de una vez.

— ¿Y se te ocurre decírmelo apenas? Fantástico— pongo los ojos en blanco. No sé si saberlo hubiera hecho un cambio, hacerlo una vez no es suficiente— ¿Y cuánto tiempo estaré así?— Cyan se encoje de hombros.

— es diferente para cada humano. Hacerlo repetidas veces termina con la muerte del humano.

— una buena forma de irse, a mi parecer: Teniendo sexo con algún demonio de buena apariencia— Cyan sonríe, cada que lo hace por cosas que yo digo o hago siento que he ganado un montón de puntos en algún juego. Mi pequeño reto personal.

— Solo tú dirías algo como eso.

— ¿Y ahora qué? No voy a quedarme aquí hasta que pueda moverme. Llévame a casa.

— ¿disculpa?

— llévame a casa. Es tu culpa que este así. Lo que es más, es una orden. Llévame a casa— Una larga mirada, y luego de pronto estoy en el sofá de la casa, muchísimo más cómodo. Solo hemos aparecido en la casa. Cyan no luce muy contento por eso— ¿Qué? No siento mi cuerpo, y me estoy muriendo de hambre.

— si no te conociera diría que estas siendo exagerado. No debe pasar mucho para que puedas moverte. Tu cuerpo estará débil, podrás enfermar con más facilidad.

Como un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora