O como no hacer amigos
Uhg, me duele demasiado la cabeza.
Y estos demonios no se callan. Quiero irme a dormir y fingir que no ha pasado nada de esto. Diría que no volveré a beber así pero sé que es mentira así que mejor no digo nada. Los demás siguen hablando de qué hacer con el chico que nos vio.
— En serio, estoy comenzando a pensar que todos los demonios son idiotas y los ángeles son de acción lenta ¿Por qué no le borran la memoria?— digo por segunda vez en la noche. Cyan, Bel y Azrael me miran— se la pasan diciendo que no es fácil y que es más rápido si lo hacen ya pero siguen hablando como cotorras ¿Qué más da si no nos vio antes? ¿A quién le importa que hacía o que diga cosas con las manos? solo bórrenle la memoria y vivieron felices para siempre.
— Jade, parece que estas de mal humor— y lo peor que puedes hacer es decirle a alguien con mal humor que esta de mal humor.
— me sacaron de mi fiesta de cumpleaños para arrastrarme aquí, a una discusión sin sentido, sin pedirme mi opinión.
— oh, ese si es un problema— pongo los ojos en blanco. El chico nuevo nos mira conforme hablamos. Es un poco más alto que yo, con cabello entre rubio y castaño y una mirada de pánico en sus ojos— Cyan puede llevarte de regreso.
— Nah, olvídenlo, se me fueron las ganas de tener fiesta— solo quiero irme a dormir y olvidarme del dolor de cabeza. Bel parece estar mirando la casa como la otra vez que vino, y Cyan solo esta callado, como siempre. Miro otra vez al chico. No hay nada que yo pueda hacer aquí, me largo a la cama.
— ¿Te vas?— Bel aparece frente a mí. Me muevo lo suficiente para pasarle por un lado sin detenerme.
— Yo no soy quien tiene los poderes borra-memorias— es mi manera de decirles que no es mi asunto. Ya no escucho que me llamen, me voy directo a mi habitación y me dejo caer en la cama, tan suave y con el aroma a detergente que me gusta. Ah, esta noche no salió como esperaba. Todo el día estuvo decente, tampoco ha sido una preciosidad de día porque me hubiera gustado tener más tiempo a solas con Cyan, desafortunadamente las indirectas no funcionan con Azrael y a decir verdad él me agrada y no pude decirle que se fuera... además me imagine que tendría que responderle él porque quería que se fuera y no tenía una respuesta que no fuera quedarme a solas con Cyan. Tengo que pensar en otra cosa, ya que esto no está funcionando como esperaba. Tal vez pueda preguntarle a Bel, aunque de seguro él sabrá lo que planeo si soy muy insistente o pregunto sin tener cuidado...
¿Quien esta gritando? Maldición, intento dormir. Me intento dormir dándome vuelta y enredándome en la sabana y poniéndome la almohada en la cabeza, pero los gritos solo se hacen más fuertes. Arg ¿Qué acaso están gritando en la puerta de la habitación? es imposible dormirme así. Me levanto, ya hay algo de luz entrando por la ventana pero siento que es mucho más temprano de lo que pienso. Arrastro los pies y una sábana hasta la puerta. No hay nadie afuera pero ahora sé que los gritos son de Cyan y de Bel y eso hace que se me pase el enojo: Es muy raro ver que Cyan pierda la calma, normalmente solo pone esa expresión en la que parece pedir paciencia para no mandarte a lo más profundo del infierno.
— ¡Solo vete de aquí!
— ¡no puedo, no si un humano sabe de mi!
— ¡Jade no dirá nada!
— ¡No estoy hablando de Jade!
— ¡pues no se que otro humano pueda hablar de ti!
— Cyan, eso es muy poco considerado de tu parte— ese es Azrael. Están en el pasillo que lleva a las habitaciones por eso puedo escucharles tan bien.
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Como un demonio
FantasiEl joven huérfano que tomo muchas malas decisiones, robo, estafo, quizá fue asesino, se unió a una pandilla y luego a un grupo de mafiosos. Logro algo de fama, pero su codicia le hizo pretender más. Se acostó con la hija del jefe, y con el hijo tamb...