3.- El hombre propone, dios dispone y el diablo descompone

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               O planes para enamorar a un demonio.

Pero que temprano... Uh, ya paso tanto desde la última vez que me desperté temprano que ya lo olvide. Quiero dormir más, estaba tan cómodo en la cama, hace mucho que tampoco dormía tanto, pero para ser justos hay cosas más divertidas que hacer en la cama. Quiero volver a estar calientito en la cama.

— No te duermas, no te duermas— ¿se puede dormir de pie? Siento que me quedare dormido así, si lo hago me iré de cara al piso. Aún sigue oscuro, tengo que encender la luz de la cocina para no golpearme con algo. Hubo un tiempo en el que ansiaba tener sirvientes, alguien que hiciera todo lo que yo no quería hacer o tal vez por el simple placer de saber que tenía a alguien más abajo que yo. Pero después de conocer a Cyan y comenzar todo eso del casino, decidí que era mejor no pedir empleados domésticos por dos cosas:

1— sería difícil estar ocultando que Cyan es un demonio, y que alguien más supiera sobre eso estaba fuera de toda discusión. Cyan no quería rebelarlo y yo no quería compartirlo.

2— el asesino siempre es el mayordomo.

Así que ocasionalmente contrato un servicio de limpieza general, envió mi ropa a la lavandería y cocino para mí cuando quiero comer algo y no quiero pedir comida, aunque casi siempre estoy fuera de casa y no cocino con frecuencia. No me preocupo por que no tenga cosas porque Cyan siempre se encarga de tener todo en orden... umm ¿los demonios pueden tener esa cosa de los obsesivos compulsivos? Creo que Cyan si lo tiene, ojala existiera algún terapeuta especialista en problemas demoniacos, aunque suene a alguna clase de exorcismo. Mejor sigo con mi desayuno, o no hare nada si sigo pensando sobre eso.

— Estas despierto— me tomo mucho tiempo no gritar cuando Cyan aparece de la nada, un poco más para no saltar de la sorpresa y verlo como algo normal.

— claramente sigo en la cama, durmiendo. Aunque no sé si estoy soñando.

— ¿Qué harás?

— el desayuno, no quiero salir y no sé si habrá alguna tienda abierta a esta hora.

— son las siete de la mañana, de seguro encuentras algo abierto.

— oh, gracias por el dato.

— pero no me refería a que harás ahora mismo, más bien ¿Por qué estas despierto tan temprano?— enciendo la licuadora cuando meto los ingredientes para hacer hotcakes.

— ¿no puedo? Hay mucho trabajo que hacer con la revisión tan cerca, será mejor tener todo listo para evitar problemas. Además aun quiero ver la posibilidad de hacer la publicidad especial y abrir un segundo local ¿Me pasas la mantequilla?

— no hemos hablado de otro local.

— te lo estoy diciendo ahora. No sería inmediato, necesito información más cercana sobre cómo va este que tenemos ahora. Aun no superamos el lleno total aunque si hay mucha gente, y si seguimos así la expansión será una necesidad.

— Tienes razón— ¡Bien, punto para Jade! Y los hotcakes no se quemaron. Los pongo en un plato y busco la mermelada de fresa y el jarabe de chocolate— eso es demasiada azúcar.

— ¿Y? me gustan las cosas dulces...— no me dice nada, aunque se queda mirando la torre azucarada que tengo por desayuno antes de darse la vuelta al refrigerador y sacar la leche. Le veo servirse cereal en un tazón. Esta es una de esas cosas si se sobre Cyan: él no necesita comer, aunque de vez en cuando lo hace para aparentar que es un humano. También dice que le ayuda a comprender mejor como convivimos los humanos cuando salimos a comer.

— muy bonito ese discurso, pero ¿Qué es lo que harás realmente?— ¿eh? ¿Acaso él puede leer la mente? Hasta donde sé, no puede, pero no sería la primera vez que no me dice las cosas como son— ¿de verdad esperas que crea que te levantas temprano para ir a trabajar?

Como un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora