Cartas de un soñador

Amada mía

Amada mía

Quizás nuestras primeras conversaciones no fueron las más cordiales, pero la vida se encarga de colocar a cada persona donde debe estar y sin duda nuestro destino era coincidir.

El pasar del tiempo nos demostró que teníamos muchísimas cosas en común y aquellas cosas que nos separaban se hicieron insignificantes de forma instantánea, empezamos a compartir nuestro tiempo y nos volvimos muy cercanos.

Te convertiste en una de las personas más importantes de mi vida en aquel entonces y con mi partida pensé que las cosas cambiarían, creí que la distancia y el tiempo se encargarían de borrar mis recuerdos.

Han transcurrido seis años y aún sigues aquí, fiel a aquel juramento que hicimos, sigues siendo aquella chica leal, risueña y trabajadora de la que siempre me sentiré orgulloso.

Te extraño

Amada mía

El tiempo se mide por cuánto amor estás dispuesto a brindar afirme con un tono de voz entrecortado, mientras una tímida sonrisa se esbozaba en mi rostro y mis mejillas se tornaban coloradas.

Todos me miraron incrédulos y de paso sorprendido ante una afirmación que les pareció descabellada y poco irracional. Pensaron que estaba perdiendo la cabeza y quizás no estaban tan alejados de la realidad.

Ante sus miradas perplejas dije: "Nunca has mirado a alguien y te has sentido vulnerable, ni te has visto reflejado en sus ojos. No has pensado que Dios ha puesto un ángel en la tierra para ti, para que te rescate de los pozos del infierno, ni qué se siente ser su ángel y darle tu amor y darlo para siempre", solo ahí comprendieron que el amor es capaz de detener el tiempo e inmortalizarlo.

Amada mía

Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido, su destino, que el barco ha zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo. Pero lo cierto es que siempre he sido un iluso.

Quizás nunca coincidamos nuevamente y está es la forma en que la vida me enseña en que no puedo obtener todo lo que quiero, jamás pienses que deje de luchar y ten en claro que de lo mutuo nadie se cansa, pero el desinterés arruina hasta el más puro sentimiento y hasta un iluso como yo tiene sus límites.

Muchos creerán que sí es nuestro destino estar juntos la vida volverá a entrelazar nuestros caminos, pero no creo en el destino porque odio pensar que no soy yo quien controla mi vida.

Amada mía

No te confundas, sería ridículo de mi parte negar todo lo que siento por ti, a pesar de ello son muchas las dudas que me invaden y afligen. Me han fallado tantas veces que mi corazón se encuentra prevenido ante cualquier arremetida en su contra.

Quizás mi forma de expresar todo lo que siento no es la apropiada, puedo ser muy cariñoso y en cualquier instante puedo ser muy cortante, en muchas ocasiones me encuentro distante, pero espero que me entiendas y que no desistas de luchar por mí.

La coraza en la que me encuentro refugiado quizás pueda parecer impenetrable, pero tengo la esperanza de que encontrarás la puerta que permanece abierta para ti.

Amada mía

Quiero que permanezcas a mi lado aun cuando me interno en mi coraza y florece aquel demonio que habita dentro de mí ser, quiero ser aquel puerto al que puedes llegar luego de un largo viaje desahogar tus penas y aliviar tu alma.